Esta página web utiliza cookies de carácter técnico propios y de terceros, para mejorar la navegación de los usuarios y para recoger información sobre el uso de la misma. Para conocer los detalles o para desactivar las cookies, puedes consultar nuestra cookie policy. Cerrando este banner, deslizando esta página o haciendo clic sobre cualquier link de la página, estarás aceptando el uso de las cookies.

GUATEMALA: PMA SE QUEDA SIN FONDOS PARA AYUDA A DESNUTRIDOS
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) anunció ayer que el plan Vitacereal, que apoya a 150 mil personas con desnutrición crónica, será suspendido a partir de octubre, porque no cuenta con más recursos de cooperantes para sostenerlo.
Guatemala, (2 de septiembre de 2009).- Vitacereal, que tiene un costo de US$500 mil mensuales, es el programa más importante del PMA en apoyo a la recuperación de desnutridos, e incluye a 50 mil madres, y cien mil niños, y beneficia a 35 organizaciones campesinas que cultivan maíz.
El anuncio se da en medio de la crisis alimentaria originada por la sequía prolongada en el corredor seco de oriente. Irma Palma, oficial del PMA en Guatemala, explicó ayer que la crisis financiera mundial generó merma en los cooperantes de esa oficina de las Naciones Unidas, la cual recortó sus aportes internacionales.
No hay respuesta
La oficial informó que, a pesar de los esfuerzos, ha sido imposible conseguir nuevos cooperantes. “Hemos tocado muchas puertas, pero no hemos conseguido apoyo para sostener el programa; el último aporte fue de un país asiático, y nos dio vida para una semana más”, expresó.
El programa Vitacereal, vigente desde el 2006, apoya a personas vulnerables a la desnutrición en 109 municipios y 14 departamentos del país, y consiste en la entrega mensual de tres kilos de un compuesto de maíz, soya y micronutrientes a cien mil niños de entre 6 meses y 3 años, además de 50 mil madres en estado de gestación.
Entre los municipios que apoya el programa se encuentran los afectados por la actual crisis alimentaria como Camotán y Jocotán, en Chiquimula; San Pedro Pinula, en Jalapa, y Cubulco, Salamá y Rabinal, en Baja Verapaz, donde se han registrado casos críticos de desnutrición.
Carlos Arriola, médico del dispensario Bethania, en Jocotán, dijo: “Sería catastrófico y muy grave, porque es uno de los programas que ha funcionado y, en este momento de pérdida de cosechas, sería muy negativo”.
El cierre del programa afectará, además, a 35 organizaciones campesinas que aportan el maíz para preparar el compuesto y a tres empresas guatemaltecas que lo procesan, destacó Palma.
World Food Programme © 2007