Esta página web utiliza cookies de carácter técnico propios y de terceros, para mejorar la navegación de los usuarios y para recoger información sobre el uso de la misma. Para conocer los detalles o para desactivar las cookies, puedes consultar nuestra cookie policy. Cerrando este banner, deslizando esta página o haciendo clic sobre cualquier link de la página, estarás aceptando el uso de las cookies.

EL ESTE DE AFRICA SE ENFRENTA A UNA DE LAS PEORES CRISIS ALIMENTARIAS DE LAS DOS ULTIMAS DECADAS 
La escasez de lluvias y la retirada de las ayudas del Reino Unido complican a países como Kenia o Malawi
Las previsiones son demoledoras. Según la Red de Sistemas de Alerta Temprana Contra la Hambruna (Fewsnet), el Cuerno de África se enfrenta a una de las crisis alimentarias más graves de las últimas dos décadas, tras la escasez de lluvias del pasado año.   
Como señala el organismo, en regiones como Mandera Central (Kenia) y Meda Welabu (Etiopía), donde las precipitaciones fueron apenas el 30% de la media del periodo 1995-2010, los índices de desnutrición aguda son ya superiores al 24%, por lo que se necesitan medidas de «asistencia urgente».   
Sin embargo, la situación no debería pillar por sorpresa. En septiembre pasado, el Departamento Meteorológico de Kenia ya advirtió que más del 80% del país se vería afectado por la sequía, y pidió soluciones urgentes para proteger a la población de los efectos resultantes.   
En aquel momento, la «única» medida del Gobierno de Nairobi fue la introducción de una línea directa para denunciar situaciones de riesgo. Sin embargo, como asegura el diputado Ephraim Maina, más del 50% de los potenciales afectados carecen a día de hoy de línea telefónica, por lo que la medida resulta ciertamente de (siniestra) comicidad.   
Pero las miserias alimenticias no se limitan a Kenia. A comienzos de mes, Reino Unido decidió retirar su subvención al programa de fertilizantes en Malawi.   
La decisión se enmarca en la reciente tormenta política abierta entre ambos países, tras la publicación de un cable diplomático que calificaba al presidente malauí de «autócrata e intolerante a las críticas». Quizá por ello, no resulte extraño que la reacción del mandatario africano fuera, desde ese momento, rechazar de forma inmediata cualquier «limosna» de origen occidental.   
Y en este juego de niños, el perjudicado -de nuevo- el gran público. En la actualidad, más de 1,6 millones de agricultores se benefician en Malawi de programas de asistencia a fertilizantes. Así que, acabada la ayuda exterior, el hambre podría retornar a las zonas rurales. Y todo ello, por un simple conflicto diplomático. 
EDUARDO S. MOLANO / NAIROBI 
ABC.es - Día 08/06/2011 -

http://www.abc.es/20110608/internacional/abci-este-africa-conflicto-diplomatico-201106081449.html