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EUROPA COME DEMASIADO "UNA SOLA TIERRA YA NO ES SUFICIENTE"
La Fao lanza la alarma: basta de desperdiciar comida. Para saciar a todos serían necesarios los recursos agroalimentarios de tres planetas.
El informe revela: sobre 6,7 mil millones de habitantes, alrededor de 923 millones sufren y mueren de hambre.
ANDREA TARUINI
De nuestra corresponsal
BERLIN- Una sola Tierra no es suficiente para saciar a todos sus habitantes. Si en el futuro próximo todos comiéramos tanta comida y tantos manjares preciosos, comenzando por la carne, y el pescado, como los europeos, entonces serían necesarias tres Tierras, sería necesaria una producción alimenticia triple a la que es posible en nuestro querido, viejo y superpoblado “planeta azul”, para nutrir a sus habitantes. Y visto que los planetas no pueden clonarse, la única solución es comer menos para saciar a todos, una reedición amarga y alarmada de “trabajar menos, trabajar todos”  del sesenta y ocho y después. Lo dicen los últimos informes de la Fao, la Organización de las Naciones Unidas para agricultura y alimentación, en el que la Sueddeutsche Zeitung ha dedicado una de sus frecuentes páginas enteras sobre las grandes emergencias.
El fantasma del hambre, viejo como la humanidad, resurge siempre inesperado para desafiar con rostros nuevos. Las cifras hablan claro, dan miedo. Solo el 11% de la superficie de la Tierra es utilizable para la producción agroalimenticia. Es decir una superficie aproximada a un poco más de 5 veces Italia, para saciar a todo el mundo. Y desde aquí al 2050 la población mundial se elevará a 9,3 mil millones de personas. En fin, ya no podremos continuar más con las costumbres de hoy.
Es verdad, advierten los expertos internacionales citados por el “investigative reporter de la Sueddeutsche, Sebastian Herrmann, que hoy de 6,7 mil millones de habitantes del Planeta, alrededor de 923 millones sufren y mueren de hambre. Pero también es cierto que si cambiáramos todos, o mejor dicho todos nosotros los europeos, norteamericanos y además nuestros “conciudadanos del mundo” que están llegando a una amplia prosperidad, es decir brasileros, chinos, hindúes y demás, la producción alimenticia actual puede evitar el hambre masiva.
Pero de otra manera será un desastre: sobre 9,3 mil millones de seres humanos un tercio será golpeado por el hambre. Por culpa de los obesos, o mejor dicho de las costumbres de los obesos. Comer carne es algo que cada vez gusta más en el mundo rico o nuevo rico: en Baviera, la patria del Bmw y de los súper trenes Siemens, donde el sobrepeso por sobrealimentación hipercalórica entre los locales de  wurst y bistecks t-bone, con porciones de 2 kg, como son tan numerosos que la Cruz Roja se ha visto obligada a encargar ambulancias especiales de 140.000 euros, para cuando los “pesados” se sienten mal, incluso las amplias ambulancias Mercedes o Volkswagen T5 y las camillas no soportan el peso. En China con respecto a 1995, hasta el 2020 la demanda de carne se duplicará.
La misma tendencia involucra a brasileros, chinos, hindúes y otros pueblos de potencias crecientes.
La emergencia tiene varias facetas: no solo el desierto que avanza en África, sino también la carencia de agua en California, sin que en Los Ángeles se convenzan de comer menos filet y
sushi.
El pescado comestible podría desaparecer de los mares dentro de 40 años y producir carne es insuficiente: quita terreno a los cereales y una tonelada de proteínas vegetales necesita 1,3 hectáreas, mientras una tonelada de aunque sea “modesta”, carne porcina requiere cultivar forraje para cerdos sobre 12,4 hectáreas. No bastan abonos, pesticidas, ni comida transgénica: resignémonos a comer menos carne y a nutrirnos menos como europeos.
Comer menos, saciar a todos. Y solo así, además, el mundo tendrá un estómago y una cartera bastante llena para poder comprar todavía más “made in Europa” salvando nuestras exportaciones, nuestra alta tecnología y nuestros puestos de trabajo.

LA REPUBBLICA 27 AGOSTO 2009