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madonnina100Por Flavio Ciucani

El 11 de Febrero de 2017 La Radio Vaticana anunció el comunicado del Director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Gregory Burke, (estadounidense de 56 años y miembro numerario del Opus Dei)de esta manera: “El Santo Padre nombró a monseñor Henryk Hoser SAC, arzobispo-obispo de Varsovia-Praga (Polonia), para ir a Medjugorje como enviado especial de la Santa Sede. La misión del Enviado especial tiene el objetivo de adquirir un conocimiento más profundo de la situación pastoral de esa realidad y, sobre todo, de las exigencias de los fieles que van en peregrinación y sobre esa base sugerir eventuales iniciativas pastorales para el futuro. Tendrá, por tanto, un carácter exclusivamente pastoral. Está previsto que monseñor Hoser, quien seguirá ejerciendo el cargo de arzobispo-obispo de Varsovia-Praga, complete su mandato dentro del próximo verano. La misión del Enviado especial representa una señal de atención del Santo Padre hacia los peregrinos. El objetivo no es inquisitivo, sino estrictamente pastoral. El Enviado no entrará en la cuestión de las apariciones marianas, que son un asunto doctrinal de competencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe y estará en contacto con el obispo diocesano, los frailes menores franciscanos –a los que está confiada la parroquia de Medjugorje– y los fieles del lugar. Es una misión para los peregrinos, no contra nadie”.

Este es el comunicado de prensa, que no me parece muy resumido, difundido por Radio Vaticana. Lo más extraño es por qué se han dado tantas aclaraciones en el comunicado. Burke hace varias referencias a la tarea del arzobispo polaco Hoser: “exclusivamente pastoral”, “adquirir un conocimiento más profundo de la situación pastoral”, “dar atención a los peregrinos”. Siempre he pensado que el pastor de una diócesis es precisamente el obispo de  la misma que, a través del clero, de los párrocos, de las comisiones pastorales diocesanas, se encarga de comprender las exigencias de los fieles y de aplicar “una pastoral” para satisfacer dichas exigencias.

“Los Obispos, que han recibido la misión de gobernar la Iglesia de Dios deben predicar, juntamente con sus sacerdotes, el mensaje de Cristo, de tal manera que todas las actividades terrenas de los fieles sean inundadas por la luz del Evangelio. Recuerden todos los pastores, además, que son ellos los que con su trato y su trabajo pastoral diario exponen al mundo el rostro de la Iglesia”. Esta era la recomendación del Concilio Vaticano II en el documento pastoral Gaudium et spes. Claramente no se puede dudar de la capacidad del Monseñor Hoser que tiene experiencia en el tema y que ha estado a cargo de la presidencia de la Congregación para la evangelización de los pueblos y ahora es asesor de la misma. Evidentemente el portavoz del Vaticano preveía que dichas aclaraciones servirían a alguien y que probablemente en las altas esferas de la Santa Sede se había hablado sobre ello. Lo que es cierto es que el Obispo “pastor” de la diócesis de Mostar-Duvno, el Monseñor Ratko Peric, a la que pertenece la parroquia de Medjugorje, el 26 de Febrero de 2017, quince días después de la decisión del Papa Francisco, publicó un largo artículo titulado “Las ‘apariciones’ de los primeros siete días en Medjugorje”, en el que expresa no solo su posición contraria en cuanto a las apariciones marianas, sino que además dice que fue un montaje. Las opiniones del Obispo de Mostar-Duvno ya eran conocidas y desde hacía tiempo habían sido publicadas y enviadas a la Comisión de Investigación vaticana sobre Medjugorje, presidida por el Cardenal Camillo Ruini por un lapso de cuatro años, la misma fue instituida por Benedicto XVI en 2010. “Una investigación muy detallada – declaró el Cardenal Ruini al periódico “Corriere della Sera” -, un análisis completo: hemos podido mirar todo, hemos enviado a personas para examinar las cosas concretamente, en el territorio. Yo no sé cuál será el juicio final. Nosotros solo hemos hecho una propuesta articulada, y después será la Congregación para la Doctrina de la Fe la que tomará las decisiones, que serán presentadas al Papa: la última palabra, como es natural, será la del Santo Padre”.

Si el Cardenal Ruini afirma que a la Congregación para la Doctrina de la Fe le fue enviada “una propuesta articulada” y dada la reacción del Obispo Peric, podemos pensar, sin equivocarnos demasiado, que la Comisión ha tomado en consideración la presencia de verdaderas apariciones marianas, al menos en el período inicial, probablemente el que iba desde 1981 hasta 1986/88. También me parece evidente que el Obispo de Mostar pueda conocer las conclusiones de la Comisión ya que algunos miembros eran sus amigos (como el Cardenal Puljić, Obispo de Sarajevo, el Dr. Topić, docente de Teología Fundamental en Sarajevo). Me pregunto ¿qué necesidad tenía el Obispo Peric de confirmar su opinión sobre las apariciones de Medjugorje si ya las había publicado ampliamente, enviándolas además oficialmente al Vaticano? ¿Por qué la Santa Sede envía a un prelado a estudiar las exigencias de los peregrinos y a sugerirles “eventuales iniciativas pastorales”? Queda suficientemente claro que entre la parroquia del santuario mariano a cargo de los franciscanos y el Obispo titular de Mostar-Duvno no existe una gran comunicación o, mejor dicho, no fluye muy bien. Entonces adquiere credibilidad la movida  del Vaticano: quitar a Medjugorje de la diócesis de Mostar. ¡La noticia, que hace tiempo circulaba en los ambientes vaticanos, fue publicada por el periódico de Zagabria “Vecernji List” en la que, utilizando las revelaciones de una fuente anónima, se afirma que la parroquia de Medjugorje obtendría la calificación de lugar de oración (¡a la Reina de la Paz!) y que quedaría a cargo de un administrador apostólico nombrado por la Santa Sede y por lo tanto quedaría fuera de la jurisdicción del Obispo de Mostar-Duvno, el Monseñor Ratko Peric! Pero sigue sin solución el problema de la veracidad de las apariciones marianas.

Me tomo el atrevimiento de hacer algunas consideraciones sin pretender resolver el dilema. En 1984 se podían leer artículos de periódicos y revistas en los que se explicaba cómo algunos videntes habían sido sometidos a análisis científicos (test oculares, electroencefalogramas, electrocardiogramas, etc...) realizados por un equipo de la Universidad francesa de Montpellier y los resultados de los mismos excluyeron anomalías psicológicas y patológicas (epilepsia, sueños, alucinaciones...). En 1985 los análisis fueron explicados y publicados en el libro titulado “Studi medici e scientifici sulle apparizioni di Medjugorje” (Estudios médicos y científicos sobre las apariciones de Medjugorje), firmado por una eminencia en mariología, el Padre René Laurentin y del Profesor de la Universidad de Montepellier Henry Joyeux. Indudablemente las observaciones científicas antes mencionadas no son el aval definitivo a la veracidad de la aparición, incluso porque quienes están acostumbrados a estudiar estos fenómenos saben que todo hombre de ciencia, o todo periodista, que se acerca a un vidente pretende ser quien realice los estudios, provocando de hecho repetidamente sufrimiento y malestar al mismo vidente. En el mismo período, 1983/85, la Virgen comenzó a dar mensajes. Sin especificar cuántos, ni a quién, me parece que dicha circunstancia no tiene que ser olvidada, ni mucho menos menospreciada. En este período los mismos mensajes públicos son de un tenor diferente, aprensivo y resaltan, con tonos más calmos, las preocupaciones de la Virgen, aparecida en La Salette: “Ha llegado la hora en que se le permite a Satanás actuar con toda su fuerza y su poder. El momento actual es la hora de Satanás’!” (10 de Febrero de 1983). “El mundo de hoy vive en medio de tensiones y camina al borde de una catástrofe. Se puede salvar sólo si obtiene la paz. Pero la paz se puede obtener sólo regresando a Dios” (15 de Febrero de 1983). “Mi corazón arde de amor por vosotros. La única palabra que quiero decirle al mundo es la siguiente: conversión, conversión! Decidlo a todos mis hijos. Sólo pido conversión. Ningún dolor, ningún sufrimiento son demasiado para mi con tal de salvaros. Por favor, os pido sólo que os convirtáis! Yo rogaré a mi Hijo Jesús que no castigue al mundo, pero os imploro: Convertíos! No os podéis imaginar lo que va a pasar, ni lo que Dios Padre va a enviar al mundo. Por eso repito: ¡Arrepentíos! Renunciad a todo! Arrepentíos! Esto es todo lo que quiero decir: ¡Arrepentíos! Por favor, transmitir mi agradecimiento a todos mis hijos que han orado y ayunado. Yo presento todo a mi divino hijo para que Él mitigue su justicia contra la humanidad pecadora” (25 de Abril de 1983).

¿Y los secretos? Hasta 1985 todos los videntes recibieron secretos: Mirjana, Ivanka y Jakov afirman tener diez secretos, mientras que Marija, Ivan y Vicka dicen que saben nueve. Además Mirjana habría recibido de la Virgen un extraño papel en el que estaban escritos los diez secretos, que solo ella podría leer, ya que se lo había mostrado a un primo de Suiza que no habría logrado leerlo, ni tampoco identificar su composición. Al ser interrogada por el Padre Laurentin sobre el por qué había mostrado el papel a su primo y no a los frailes de la parroquia, ella no respondió y tampoco los padres lo hicieron. Todo esto haría suponer que los secretos jamás llegaron al Vaticano. Pero me hizo pensar en un suplemento del periódico “La Repubblica” de hace muchos años, que presentaba el libro (cuyo nombre no recuerdo) de dos generales italianos que habla de la sanguinaria guerra de Bosnia (ya estamos en el período 1992/94), en el mismo se destacaba que los límites de los episcopados católicos de la ex Yugoslavia habían sido cambiados antes de que estallara la guerra civil, pero sin hacer referencia alguna a Medjugorje. No creo que en el Vaticano falten asesores de geopolítica serios, pero la demarcación geográfica de los episcopados es extraña y fue hecha cinco, o seis, años antes de la feroz guerra civil de Bosnia-Herzegovina. Pero si los secretos no hablaban de la guerra que estaba por estallar ¿de qué acontecimiento, o acontecimientos hablaban?

En 1992 (en plena guerra civil) un fraile franciscano, que además era periodista, le hizo la siguiente pregunta a Vicka: “-Si se dice que la Virgen no ha mencionado esta guerra en sus secretos, entonces ¿qué estamos esperando?” Vicka respondió: “-Acabas de responder a tu pregunta”. Si la respuesta de Vicka era sincera se supone que los mensajes hablan de graves acontecimientos que recaerán sobre los hombres. Muchos observadores (Antonio Socci, Padre Livio Fanzaga, Paolo Brosio, etc…) han pensado en que se trate del inicio “de los últimos tiempos”.

Dicha hipótesis toma fuerza gracias a algunos mensajes recibidos por Mirjana: “Mi ángel, reza por los incrédulos. La gente se tirará del pelo, el hermano suplicará al hermano, maldecirán sus vidas pasadas vividas sin Dios y se arrepentirán, pero será demasiado tarde. Ahora es el momento para la conversión. Yo os he estado exhortando por estos últimos cuatro  años. Rogad por ellos” (Agosto 1985). “Nosotros hemos rogado con ella por los débiles, los desgraciados, los abandonados. Después de la plegaria nos ha bendecido, y me ha mostrado, como en una película, la realización del primer secreto. La tierra estaba desolada... –‘El trastorno de una región del mundo’, dijo. He llorado.

 -¿Por qué tan pronto? he preguntado.

–‘En el mundo hay demasiados pecados’. ¿Qué hacer si no me ayudas? Recordad que yo os amo.

 –‘¿Cómo puede tener Dios el corazón tan duro?’

–‘Dios no tiene el corazón duro. Mira a tu alrededor y verás lo que hacen los hombres, entonces ya no dirás que Dios tiene el corazón duro’.” (Octubre de 1985).

Precisamente después de haberles dado estos secretos comenzaron las verdaderas “curiosidades” de todo este asunto. Quisiera aclarar que las próximas consideraciones que haré no tienen nada que ver con la fe de los peregrinos, ni con los eventuales hechos milagrosos subsiguientes. En un intercambio epistolar que tuve con el Padre Stefano De Fiores, mariólogo de fama internacional, fallecido hace algunos años, él me había sugerido, más allá de la veracidad de las apariciones, que éstas representaban ya sea una señal de los tiempos, de las cuales Jesús habla en los Evangelios, ya sea la señal de la necesidad de esa humanidad de acercarse nuevamente a Cristo, nuestro Señor –resaltaba- y lo demostraba el incremento de personas que se acercaban al sacramento de la eucaristía. Sin alejarme del pensamiento del ya desaparecido sacerdote creo que es necesario destacar algunos hechos.

Aproximadamente desde 1990 los mensajes comenzaron a cambiar de connotación espiritual. La recomendación de la Virgen en cuanto a la conversión parecería quedar en segundo plano con respecto a la necesidad de rezar: la oración, el rosario, la santa misa reducen los mensajes marianos a simples exhortaciones “parroquiales”. El Padre Gabriele Amorth explicó lo siguiente en la revista mensual “L'Eco di Medjugorje”: “Aunque las autoridades eclesiásticas se pronunciaran a favor (de las apariciones) quedaría abierto el problema del discernimiento que las mismas autoridades aplicarían sobre los mensajes. No hay dudas de que los primeros mensajes, los más significativos y distintivos, tienen una importancia claramente mayor con respecto a los sucesivos”. Los videntes, a pesar de llevar sobre sus espaldas el enorme peso de tener mensajes que están destinados a toda la humanidad, se encierran en una especie de  autosatisfacción. Como decía hace aproximadamente un mes (ver artículo “Es mejor obedecer a Dios que a los hombres”), los videntes son personas que han sido marcadas en el espíritu, cuentan con un sello de pertenencia al Espíritu Santo que les ha dado la posibilidad de entrar, de ver y de escuchar en el “reino del Espíritu” y seguirán perteneciendo a ese reino por la eternidad. Por lo tanto no se comprende la gran indiferencia de los videntes de Medjugorje al hecho de anunciar el acontecimiento que todos los cristianos están esperando (o por lo menos tendrían que esperar): el Retorno de Cristo, Juez. Hablar de Retorno, que además es algo que ordenó el mismo Jesús (“Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a cumplir con todo lo que os he mandado” Mateo 28, 19-20), no significa revelar secretos, sino cumplir con el deber de videntes, de señalados, de servidores fieles.

Los videntes de Medjugorje, aún habiendo tenido la gracia del discernimiento en lo que se refiere a los acontecimientos humanos, de poder ver y comprender los males del mundo, de poder sufrir con quienes sufren, de morir en el alma con los millones de niños que mueren cada día, de padecer con los miles de mujeres que padecen violencia, viven en cambio una vida burguesa que no se parece en nada a la de los videntes del pasado. Esto no quiere decir que todos los que son protagonistas de las apariciones tengan que tomar los hábitos de monjas o de frailes, también en el marco del matrimonio se puede vivir una vida de cristiandad ejemplar. En la década de los ’90 el Padre Laurentin ya había notado algunas anomalías: “Marija pasó de la familia más pobre de los videntes a vivir en condiciones de riqueza que la llevaron a asimilar una cultura muy diferente y a tener una vida fácil y brillante” (“Ecos de Medjugorje”), “Ivan ahora tiene una casa nueva, muy linda, que le permitirá vivir dando alojamiento a los peregrinos, esta ya es la fuente de rentas para Mirjana, Ivanka, Vicka y pronto también de Jakov” (“Dernières nouvelles de Medjugorje”); en el semanario “Panorama”, Ignacio Ingrao escribió: “Marija Pavlovic vive en Monza con su marido Paolo Lunetti y sus cuatro hijos varones, pero en Medjugorje abrió el hotel Magnificat. Formalmente es una ‘casa de acogida’, es decir, un residencial cuatro estrellas elegantemente decorado y con 54 habitaciones, todas con baño”.  

En 1992, en Gimigliano, un pueblito ubicado arriba de Ascoli Piceno y en la orilla del Mar Adriático, opuesta a Medjugorje, la Virgen se le aparecía a una mujer llamada Rosina. Mientras los caza-bombarderos de la OTAN, con un estruendo mortal sobrevolaban en forma rasante el mar llevando destrucción a las ciudades eslavas, mientras que en Medjugorje los videntes leían el mensaje que habían recibido (“¡Hijos queridos! Esta noche vuestra madre desea invitaros nuevamente a todos a rezar especialmente en estos tiempos en los que Satanás intenta actuar a través de las pequeñas cosas. ¡Por lo tanto hijos queridos, rezad! Satanás es fuerte y quiere impedir mi plan de paz hasta destruirlo” 2 de Octubre de 1992), en Gimigliano la Virgen le decía a Rosina: “¡Hija mía ruega, ruega por Yugoslavia! Satanás ha entrado en el corazón de los jefes que se están destruyendo. Falta mucho por sufrir a causa del orgullo y del odio que existe entre los hermanos. El odio es tan grande que se matan como cerdos, es realmente una carnicería. ¡solo mi franja de tierra está a salvo!” (10 de Octubre de 1992).

¡Son mensajes diferentes, pero no es posible que haya otra Virgen! Son los contactados, los videntes, los que ya no logran sintonizarse. Algunos podrían decir que la Virgen ha dejado de aparecer. Yo en cambio afirmo: “donde hay dos o más reunidos en mi nombre” (de Jesús), y en Medjugorje hay miles, allí Jesús está presente, eso es algo que el mismo Cristo afirmó. ¡Donde está presente el Cristo Señor allí también está su Madre, la Madre de Dios, pero hay que saber escucharla! La Reina de la Paz estaba allí cuando los videntes eran jóvenes, en ese momento dio los mensajes para la humanidad, era durante la guerra y allí sigue siendo venerada, se le sigue rezando y para muchos ese lugar es fuente de conversión y de impulso para realizar acciones de paz, de amor y de justicia. ¿Qué decidirá el Papa sobre todo este asunto? Quizás tomará una decisión que no conforme a nadie, para que todos caigan de pie y la Virgen siga siendo disputada. “Se puede decir con certeza moral – declara al periódico Avvenire el padre Perrella, teólogo y miembro de la Comisión de Investigación – que el hecho en si es sobrenatural. O que sea fruto del dolo y por lo tanto no proviene de Dios. Pero existe una tercera posibilidad que no está prevista en las disposiciones de la Santa Sede, pero que es contemplada por los teólogos: la Comisión no se declara ni por el sí, ni por el no, pero certifica que por el momento no es evidente de manera notoria si hay aparición sobrenatural’.”

9 de Marzo de 2017

Artículos adjuntos:

- El coraje de decir la verdad

http://www.unpuntoenelinfinito.com/messaggi-celesti/2012/4143-el-coraje-de-decir-la-verdad.html

- Es mejor obedecer a dios que a los hombres

http://www.unpuntoenelinfinito.com/messaggi-celesti/2017/7754-es-mejor-obedecer-a-dios-que-a-los-hombres.html

¿Qué Jesús recordamos en Navidad?

http://www.unpuntoenelinfinito.com/cronicas-de-las-arcas-2017/7768-que-jesus-recordamos-en-navidad.html

- Nicodemo se encuentra con Jesús

http://www.unpuntoenelinfinito.com/cronicas-de-las-arcas-2017/7708-nicodemo-se-encuentra-con-jesus.html