SU SANTIDAD BENEDICTO XVI, DURANTE EL ANGELUS, EN LA PLAZA DE SAN PEDRO, HA DICHO DIRIGIENDOSE A UNA MUCHEDUMBRE DE TREINTA MIL PERSONAS: “La única verdadera novedad de la historia humana es el Advenimiento de Cristo”.
ANTES DEL ANGELUS EL PAPA HABIA IDO A VISITAR A LOS ENFERMOS INTERNADOS EN EL HOSPITAL SAN GIOVANNI BATTISTA Y DETENIENDOSE SOBRE EL ACERCAMIENTO DE LA NAVIDAD HA EXPLICADO: “El Advenimiento es tiempo de oración y de espera atenta. Nos pide y nos advierte que Le esperemos velando, porque Su venida no puede ser programada o pronosticada, sino que será de improviso e imprevisible. Que no os suceda lo que acaeció en los tiempos de Noé, cuando los hombres comían y bebían despreocupados y fueron sorprendidos desprevenidos por el diluvio”.
Y AUN MAS: “La gran esperanza, la completa y definitiva, está garantizada por Dios, quien nos ha visitado en Jesús y nos ha donado la vida, y en El regresará al final de los tiempos”.
A TRAVES DE ESTAS PALABRAS, CITADAS TEXTUALMENTE EN EL ADJUNTO A ESTE ESCRITO, PODEIS TOMAR CONOCIMIENTO, COMO YO, DE QUE TAMBIEN EL PAPA FINALMENTE ANUNCIA LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO SOBRE LA TIERRA.
RECONOCEMOS EN EL PAPA SU PROFUNDA PREPARACION TEOLOGICA DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS Y DE LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS AUNQUE, LAMENTABLEMENTE, EL NO AFIRMA QUE EL TIEMPO DE SU VENIDA ES ESTE.
ESPERAMOS POR PARTE DE SU SANTIDAD BENEDICTO XVI LA REVELACION COMPLETA DEL TERCER SECRETO DE FATIMA QUE HA SIDO DADA A CONOCER POR PARTE DE LA IGLESIA SOLO PARCIALMENTE, COMO YA HE EXPLICADO Y PROFUNDIZADO EN LOS AÑOS PASADOS Y EN LOS MESES PASADOS (www.unpuntoenelinfinito.com), Y NOS QUEDAMOS A LA ESPERA TAMBIEN DE QUE EL PUEDA ANUNCIAR CON VALOR QUE LA SEGUNDA VENIDA DE JESUS-CRISTO Y EL JUICIO FINAL DEL FINAL DE LOS TIEMPOS ES UNA REALIDAD PROXIMA QUE SE REFIERE A ESTE TIEMPO.
POR FINAL DE LOS TIEMPOS SE DEBE ENTENDER EL FINAL DE UNA ERA Y EL INICIO DE UNA NUEVA ERA, EFECTIVAMENTE EL EVANGELIO PROMETE EL REINO DE DIOS EN LA TIERRA.
EL CRISTO A TRAVES DE SU SUPREMA JUSTICIA REALIZARA EL FUTURO PARAISO EN ESTE MUNDO.
LEED, MEDITAD Y DEDUCID.
GIORGIO BONGIOVANNI
ESTIGMATIZADO
MONTEVIDEO, 4 DE DICIEMBRE 2007
DEL COTIDIANO “LA REPUBBLICA” DEL 2 DE DICIEMBRE 2007
EL PAPA: “La ciencia ha confinado a Dios y la fe en la esfera privada”
“La única y verdadera novedad de la historia humana es el advenimiento de Cristo. La historia debe ser evangelizada de nuevo”. Treinta mil personas en la plaza de San Pedro. “Que los aspectos materiales no nos distraigan del espíritu de la Navidad”.
ROMA – “El desarrollo de la ciencia moderna ha confinado cada vez más la fe y la esperanza en la esfera privada e individual”. Benedicto XVI ha vuelto a tocar esta mañana los temas de la encíclica Spe Salvi en el discurso que ha pronunciado antes del Angelus. Según el Pontífice “hoy es evidente y a veces dramático, que el hombre y el mundo necesitan a Dios, al verdadero Dios, de lo contrario se quedan sin esperanza”.
La ciencia, insiste el Pontífice, “contribuye mucho al bien de la humanidad, pero no está en condiciones de redimirla. El hombre es redento por el amor, que hace que la vida personal y social sea buena y bella. Por esta razón la gran esperanza, la completa y definitiva, está garantizada por Dios”.
“La única verdadera novedad de la historia es Cristo”, han sido las primeras palabras pronunciadas cuando se asoma a la ventana del palacio apostólico. “Y la historia pide que sea contínuamente evangelizada; necesita renovarse desde dentro”. Toda la estructura teológica y filosófica de la Spe Salvi gira alrededor de la necesidad primaria del papa Ratzinger y de su mandato apostólico de bloquear la secularización de la iglesia y el laicismo cada vez más dominante. Este es el sentido también de il richiamo alle Nazioni Unite (apelación a las Naciones Unidas) que ayer ha causado un cierto apuro diplomático. He aquí lo que va subrayado: “La única verdadera novedad es Cristo”.
La encíclica se titula Spe Salvi porque cita las palabras de San Pablo: “Spe salvi facti sumus”, salvados gracias a la esperanza. Esperanza y fe en el discurso del Pontífice en el primer domingo de Advenimiento.
“En este, como en otros pasajes del Nuevo Testamento, la palabra esperanza, ha revelado el Papa teólogo, está estrechamente vinculada con la palabra fe: es un don que cambia la vida de quien lo recibe, como demuestra la experiencia de muchos santos y santas. ¿En qué consiste esta esperanza, así de grande y así de fiar que nos lleva a afirmar que en ella nosotros tenemos la salvación? Consiste en substancia en el conocimiento de Dios, en el descubrir su corazón de Padre bueno y misericordioso. Jesús, con su muerte en la cruz y con su resurrección, nos ha revelado su rostro, el rostro de un Dios así de grande en el amor que nos comunica una esperanza inquebrantable”.
Antes del Angelus el Papa ha ido a visitar a los enfermos internados en el Hospital San Giovanni Battista. Y les ha regalado idealmente el texto de la encíclica. “Es un texto, ha explicado en la homilía de la misa celebrada en un pabellón, que os invito a profundizar, para encontrar las razones de esa esperanza de fiar, en virtud de la cual nosotros podemos afrontar nuestro presente: aunque sea un presente fatigoso”. La importancia de la esperanza, por lo tanto, y de la fe, sobretodo en un lugar de sufrimiento.
También en los pasillos el Pontífice se ha detenido sobre el Advenimiento y la Navidad. Un tema que ha reanudado más tarde en la plaza de San Pedro a la presencia de treinta mil fieles cuando ha dicho que los aspectos materiales no deben distraernos del verdadero significado de la Navidad. “El Advenimiento, ha explicado, es tiempo de oración y espera en vigilia. Nos pide y nos advierte que Le esperemos velando, porque su venida no puede ser programada o pronosticada sino que será imprevista e imprevisible. Que no os pase lo que sucedió en los tiempos de Noé, cuando los hombres comían y bebían despreocupados y fueron sorprendidos y sin preparación por el diluvio”.
DEL COTIDIANO “LA STAMPA” DEL 2 DE DICIEMBRE 2007
LA ADMONICION DEL PAPA: “EL MUNDO NECESITA A DIOS”
El Angelus de Benedicto XVI: “La Ciencia no basta. La historia tiene que ser evangelizada de nuevo”.
Ciudad del Vaticano
El desarrollo de la ciencia moderna “ha confinado la fe y la esperanza cada vez más en la esfera privada e individual, así que hoy es evidente y a veces dramático, que el hombre y el mundo necesitan a Dios, ¡al verdadero Dios! De lo contrario se quedan sin esperanza”. Con estas palabras el Papa vuelve a hablar de su encíclica sobre la esperanza, “Spe Salvi, publicada antes de ayer.
Lo hace en ocasión del Angelus. “La ciencia contribuye mucho al bien de la humanidad, pero no está en condiciones de redimirla”, ha dicho Benedicto XVI dirigiéndose a la muchedumbre de fieles que estaba reunida bajo la ventana de su estudio, en la plaza San Pedro. “El hombre es redimido por el amor, que hace la vida personal y social sea buena y bella”, ha añadido, “por esta razón la gran esperanza, la que es completa y definitiva, está garantizada por Dios, que nos ha visitado en Jesús y nos ha donado la vida y en El retornará al final de los tiempos”. Refiriéndose después al tiempo del Advenimiento, que inicia hoy y se concluye en Navidad. El Papa Ratzinger ha concluido el razonamiento diciendo: “¡Es en Cristo que ponemos nuestra esperanza, es a El al que esperamos!”
