HE ESCRITO EL 2 DE FEBRERO 2009:
LEED ESTA NOTICIA Y DESPUES TOMAD CONCIENCIA DE LA ESTUPIDEZ HUMANA PERSONIFICADA POR CIERTOS CIENTIFICOS AL SERVICIO DE LA CONJURA DEL SILENCIO.
RECORDAD: ¡LA VERDAD PUEDE SER OBSTACULIZADA, PERO NUNCA DETENIDA!
¿RECORDAIS A GIORDANO BRUNO? ¿A GALILEO GALILEI? ¿A COPERNICO Y A OTROS PIONEROS DE LA VERDAD COSMICA?
HOY NOS TOCA A NOSOTROS. PERO PRONTO, MUY PRONTO, LA VERDAD TRIUNFARA.
LA VERDAD ES QUE SOMOS VISITADOS POR SERES COSMICOS. LOS ANGELES DE AYER. LOS EXTRATERRESTRES DE SIEMPRE.
GIORGIO BONGIOVANNI
SANT’ELPIDIO A MARE (ITALIA)
Nazca, los misterios de las líneas «Eran caminos sagrados»
En Perú hace 2000 años los indígenas trazaron carreteras con forma de animales
De Sara Ficocelli
Roma – Es el misterio más debatido de la civilización precolombina: las líneas de Nazca, en el Perú meridional, se extienden por 400 km cuadrados. Pero para admirarlas es necesario subir a un pequeño avión o a un globo aerostático. Y para comprenderlas hay que hacer un salto en el tiempo de más de 2000 años.
El arqueólogo Tomasz Gorka, de la universidad de Mónaco, según refiere la revista New Scientist, ha llegado a una conclusión: el colibrí, el chimpancé, la araña, el cóndor y todas las demás figuras eran el trazado de caminos sagrados. Quedan archivadas, hasta que se demuestre lo contrario, las teorías sobre la llegada de extraterrestres o de criaturas desconocidas. Aunque queda la duda: enormes dibujos visibles solo desde lo alto, ninguna montaña en las cercanías. Un espectáculo fascinante que atrae a miles de turistas todos los años.
«Las líneas de Nazca eran senderos rituales, esto ya ha sido indicado en el pasado –explica Giuseppe Orefici, director del Centro Italiano de Estudios e Investigaciones Precolombinas- la simbología representada es efectivamente la misma que encontramos en los objetos de terracota. Se trata de imágenes que invocan la divinidad, realizadas con un sistema muy sencillo, es decir, removiendo las piedras que contienen óxidos de hierro de la superficie del desierto”.
Gorka ha analizado cinco jeroglíficos, concentrándose sobre las figuras trapezoides y midiendo las anomalías del campo magnético terrestre provocadas por algunos cambios de la densidad del suelo en varias profundidades. El y su equipo han recorrido todo el sito arqueológico palmo a palmo con detectores terrestres manuales. “Hemos encontrado muchas otras líneas –ha explicado- dentro de las figuras trapezoides, que no es posible ver ni siquiera desde lo alto. Los jeroglíficos que observamos hoy son la última etapa de un largo proceso de construcción durante el cual toda la complejidad de dibujos han sido constántemente modificados, remodelados, borrados y desviados en orden de una progresiva utilización”.
En la práctica, los Nazca celebraban la orca marina, el felino y todas las demás divinidades relacionadas con el culto del agua y de la fertilidad caminando. Por kilómetros y kilómetros. Por otro lado, a esta antigua civilización peruana que floreció entre el 300 A.C. y el 700 D.C. le gustaba organizar las cosas a lo grande. Durante las fiestas religiosas, para reunir a los fieles repartidos en un territorio de 1.000 km. de ancho y lo mismo de largo, se utilizaba el gigantesco centro ceremonial de Cahuachi, pero que fue destruído por un aluvión en el 450 D.C. A ese punto los Nazca dedidieron celebrar las divinidades utilizando solo caminos sagrados, que hoy se definen “líneas de Nazca”, para los indígenas “el desierto que habla”. Las líneas han sido realizadas con un único trazado, con una sola entrada y una sola salida y cada dibujo termina así como ha iniciado. Este es uno de los primeros indicios que han llevado a la teoría de que se traten de caminos por donde caminar.
Todo ha sido realizado removiendo las piedras de la superficie del desierto y creando un contraste con la grava subyacente, más clara. La llanura de Nazca es ventosa, pero las rocas de la superficie absorben bien el calor y hacen posible que el aire se eleve protegiendo el suelo. Gracias a este sistema los dibujos gigantes han permanecido intactos por miles de años.
La primera persona que los vió fue el piloto de avión Toribio Mija en el 1927, durante uno de los primeros vuelos de línea en la zona. A primera vista le parecieron carreteras, pero los estudiosos tardaron años antes de empezar a comprender algo. En 1939 el arqueólogo americano Paul Kosok estudió las lineas trapezoides, pero sólamente a partir del 1946, gracias a la alemana Maria Reiche se llevaron a cabo investigaciones más profundas sobre su significado. Según la astróloga detrás de las líneas y de los dibujos parece que hay un calendario astronómico, y hay además quien piensa que se trate de pistas de aterrizaje para extraterrestres. Como si no fuera bastante increíble la teoría de un pueblo que se dibuja a si mismo para hablar con Dios.
28 de enero 2009
La República edición online