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dalcieloallaterra

 

HE ESCRITO EL 23 DE JULIO 2009:

¡HOWARD MENGER, OTRO PIONERO DE LA VERDAD DEL TIEMPO DE TODOS LOS TIEMPOS NOS HA DEJADO!
EL CONTACTISTA HOWARD MENGER HA ALCANZADO LA DIMENSION DE LA LUZ Y DESDE ESE LUGAR DE BEATITUD CON EUGENIO SIRAGUSA, GEORGE ADAMSKY Y OTROS MENSAJEROS DE LOS “ANGELES AYER, EXTRATERRESTRES HOY” GUIA NUESTROS PASOS.
GRACIAS HERMANO HOWARD MENGER.

GIORGIO BONGIOVANNI
ESTIGMATIZADO

23 DE JULIO 2009
SANT’ELPIDIO A MARE (ITALIA)

 

HA MUERTO EL FAMOSO CONTACTADO HOWARD MENGER
VIAJO A BORDO DE LOS PLATILLOS VOLADORES

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Howard Menger, uno de los contactistas más conocidos de los años ’50, ha fallecido en su casa de Vero Beach en Florida el 25 de Febrero de 2009. Pocos días atrás había cumplido 87 años. Nacido en Brooklyn, New York en 1922. Nos deja un importante material fotográfico y de video, así como también sus declaraciones, para certificar la genuinidad de su fascinante experiencia, avalada por testigos de mucha credibilidad, como el Dr. Tom Richards, físico de la Universidad de Princeton y otros que fueron partícipes de algunos de sus encuentros con los extraterrestres.
Menger mantuvo una estrecha relación de amistad con Eugenio Siragusa, a punto tal de regalarle la película original de un Objeto filmado por él en Ohio.
Los primeros avistamientos de “Objetos circulares y brillantes” comenzaron para Menger ya a la edad de 8 años y fueron precedidos por una especie de voz interior que advirtió dentro suyo. Fue justamente esa voz que lo guió en 1932 hacia un lugar en el bosque, situado en las cercanías de su casa de High Bridge, en New Jersey, donde tuvo lugar su primer contacto con un ser extraterrestre. “Allí -contó el joven Howard- sentada sobre una piedra cercana al arroyo, ¡estaba la mujer más hermosa que mis jóvenes ojos hubiesen visto jamás! La cálida luz del sol le iluminaba la cara y los hombros, encendiendo de reflejos sus largos cabellos dorados… mientras estaba sentada sobre aquella piedra parecía irradiar una luz centelleante y yo me pregunté si tal vez fuera a causa del tejido que llevaba, que tenía un esplendor y una luminosidad parecida a la del nylon. La indumentaria no tenía ni botones, ni cierre, ni siquiera costuras, al menos por lo que yo podía ver”. La hermosa señora le reveló a Menger que lo conocía desde “mucho, mucho tiempo”, porque él, en el pasado, había estado ligado a su pueblo. “No es tu culpa Howard si no puedes entender todo lo que te estoy diciendo”, lo tranquilizó la mujer, “no te preocupes…cuando seas más mayor comprenderás cuál es tu misión... y cada vez que algo te preocupe recuerda: nosotros estaremos siempre cerca de ti, te observaremos, te guiaremos”. El contacto con seres provenientes de otros mundos continuó incluso durante el servicio militar que Menger prestó en Okinawa. Durante uno de estos encuentros le fue profetizada la destrucción de Hiroshima y Nagasaki, por la explosión de dos artefactos nucleares. En septiembre de 1956, según su relato, fue llevado por los extraterrestres sobre la Luna donde tomó algunas fotografías instantáneas, que mostraban una estructura cupular y un platillo suspendido encima.
Menger recibió muchos mensajes de parte de los extraterrestres que le explicaban el motivo de su visita sobre nuestro planeta. Los “hermanos del espacio”, como él solía llamarlos, llegan hasta nosotros desde lugares lejanos “para impedir una destrucción planetaria que causaría serios problemas en el equilibrio de todo el  sistema solar… ellos nos consideran hermanos y nos aman… viven en paz y armonía y trabajan para servir a Dios… miles de seres de semblanza humana, venidos desde otros planetas viven en medio de nosotros. Algunos se han encarnado en cuerpos terrestres, otros han llegado a la Tierra a bordo de una astronave y después se han establecido aquí. Incluso puede darse que vivan en una casa al lado de la vuestra, es probable que uno de ellos sea vuestro colega de trabajo, la camarera que os atiende en el bar o en el restaurante.  Es decir lo que aúna a todos estos espíritus es el amor por el prójimo”.

En mayo de 1999 el contactista Howard Menger concedió a nuestra redacción la siguiente entrevista telefónica:

P: A la edad de diez años Usted se encontró, por primera vez, con un ser extraterrestre. ¿Qué ha sentido en ese momento y de qué forma ha influenciado éste hecho su vida?
R: Era el año 1932 y yo tenía 10 años. Estaba paseando en el bosque, cuando vi cerca de un arroyito, a la mujer más espléndida que mis ojos hubiesen contemplado jamás: sus largos cabellos rubios le enmarcaban la cabeza y los hombros y la indumentaria que tenía puesta parecía la de un esquiador.
Cuando giró hacia mi tuve un fuerte sentimiento de amor y de atracción física hacia ella y la sensación de conocerla desde antes. “Howard – me dijo mientras vibrava de alegría – he emprendido un largo viaje para venir a encontrarte y para hablar contigo”. Me reveló que sabía de dónde venía yo y cuales habían sido mis misiones sobre la Tierra; ella y sus pares semejantes me observaban desde hacía mucho tiempo, con medios que yo no podía comprender. Luego se acercó y me dijo que me conocía desde hacía mucho, mucho tiempo. De improviso su expresión se volvió triste y comenzó a hablarme de los grandes cambios que mi país habría soportado así como también el mundo entero: guerras tremendas, torturas y destrucción llegarían a ser la consecuencia de la incomprensión entre los pueblos. “Cuando seas más grande – dijo – comprenderás mejor tu misión. Y recuerda que nosotros contactamos a nuestros semejantes”.
P: ¿Le ha contado a alguien su experiencia?
R: No hablé con nadie de lo que me había sucedido. ¡Ya me consideraban un poco loco por mis ideas sobre la existencia de otros mundos habitados!
P: Durante el servicio militar un ser extraterrestre le profetizó la explosión de la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki. ¿Cómo le habló de la bomba atómica que todavía no había sido inventada?
R: Una noche, en el campo, me desperté sobresaltado a causa de una voz que me llamaba con insistencia. Me di cuenta, luego de un rato, de que se trataba de una comunicación telepática y entonces me vestí de prisa y me dirigí hacia una de las grutas situadas en la zona occidental de la isla, en la que se encontraba nuestro campamento. Allí encontré a uno de mis “amigos”. Entre otras cosas me habló de un acontecimiento que se verificaría muy pronto y que sacudiría al mundo de su letargo. “Te preguntarás que quiero decir – me dijo – muy pronto verás a que me refiero”. Algunos días más tarde alguien apretó un botón y un infierno incandescente pulverizó a Hiroshima.
P: ¿Los extraterrestres le hicieron alguna otra profecía?
R: Me dijeron que conocían muy bien a los hombres de la Tierra, mucho mejor de lo que nos conocíamos a nosotros mismos. Cuando le pregunté a mi amigo por qué nuestros científicos no habían descubierto todavía la fuerza electromagnética él me respondió: “¡Ah, pero la han descubierto! Pero no la saben utilizar. Si conociesen el secreto se aprovecharían de ello, probablemente con fines destructivos. Hasta que no hayan alcanzado la madurez necesaria el Omnipotente les impedirá que la usen”.
P: Usted ha declarado muchas veces que ha viajado en otras galaxias y que ha visitado otros planetas. ¿Qué recuerda de estas experiencias?
R: El 1º de septiembre de 1956 tuve la envidiable posibilidad de viajar a bordo de una de sus astronaves. Me hicieron entrar en una gran sala circular en el centro de la cual había una especie de maquinaria con forma de espiral, aparentemente de oro. Me hicieron sentar mientras uno de los tres hombres que constituían la tripulación se sentó delante al panel de control. Otro ser se puso junto a él mientras el tercero se quedó cerca de mí. De improviso se iluminó la pantalla y vi grandísimos planetas sobre un fondo de estrellas. Sobrepasamos la Luna y observamos el paso de algunos meteoros y al final llegamos a Venus. Sobrevolamos el planeta y vi magníficas construcciones con forma de cúpula con rellanos en espiral en medio de bosques y jardines. Vi selvas, grandes extensiones de agua y personas vestidas de colores pasteles. También noté la presencia de animales que no me resultaban familiares y de vehículos sin ruedas que parecían flotar sobre el piso. Cuando regresé sobre la Tierra me pareció que entré en una prisión. Sucesivamente, he hecho otros viajes con ellos. He estado por ejemplo sobre la Luna.
P: ¿Cuántas fotografías ha podido sacar a los platillos voladores extraterrestres y a sus tripulantes?
R: He podido sacar las que he querido, solo que para poder hacerlo necesitaba un lente especial, que me regalaron ellos, los viajeros del espacio.
P: ¿Le han hablado de Dios alguna vez?
R: A finales de agosto de 1956 tuve el inolvidable privilegio de encontrar a uno de los hombres más evolucionados de los otros planetas. Fui hacia uno de los lugares de contacto y vi llegar a la astronave. Se parecía a un gran sol y por esto recordé el milagro de Fátima y la enorme bola de fuego que los testigos identificaron con el astro solar. Una vez aterrizado el platillo veo que se acerca hacia mí un hombre alto y bello de cabellos rubios que transmitía un sentimiento fuerte de compasión y de amor. Pienso que si se me hubiese aparecido el Maestro Jesús mis sentimientos hubieran sido los mismos que he sentido por este ser. Levantó los brazos y comenzó a comunicarse telepáticamente conmigo, transmitiéndome en pocos minutos más informaciones de las que me habría podido aprender en una semana de conversaciones. “Vosotros vivís en un mundo de ilusión – me dijo – no comprendeis que sois seres cuatridimensionales en cuanto a que poseeis vuestro pensamiento, que es vuestro sexto sentido. Sabed bien que el espíritu piensa siempre, incluso después de la muerte que, en realidad, no es el final de todo. Conocemos vuestro errado concepto sobre la naturaleza de Dios. La Inteligencia Suprema no tiene forma. Dios no es un hombre. Dios es el mismo Universo. El hombre es limitado, pero Dios no tiene límites, es infinito: Él se expresa en todos los hombres, en todas las formas. Los hombres son dioses que se forman en la escuela de la vida, sobre éste y otros planetas, que buscan el Saber y la Sabiduría para poder servir a sus hermanos y al Creador. El hombre avanza continuamente sobre la escalera que lleva hacia la perfección e incluso si un peldaño se rompe por el peso de sus errores, su objetivo es siempre el de volverse perfecto, una sola cosa con Dios. Su Alma registra sus errores, sus experiencias, sus pensamientos. El alma de un hombre como en el caso de las formas de vida inferiores, perros, gatos, vacas, caballos, etc. es el resultado del proceso de evolución de una Conciencia. La que vosotros llamáis reencarnación es precedida por un proceso de transición que vosotros llamáis muerte, pero esta no representa el final de la Conciencia, sino que es la continuación de las experiencias vividas sin ayuda del cuerpo físico. La muerte es solo una ilusión: tú has existido siempre y existirás siempre, tú eres eterno como el Universo, como Dios. Vuestros científicos no están suficiéntemente abiertos todavía, porque niegan lo que no pueden explicar con la ayuda del llamado método científico. Pero un día tendrán que aprender a elaborar una nueva conciencia”. Esto es lo que me dijo aquel maravilloso ser que con sus palabras me transmitió fuerza y coraje.
P: ¿Alguna vez ha experimentado un sentimiento de desaliento a causa de la indiferencia de la gente?
R: Mi esposa y yo nunca nos hemos desmoralizado aunque a veces nos hemos quedado desilusionados ante la reacción de la humanidad.
P: ¿Piensa que ha cambiado la actitud de las masas respecto del fenómeno UFO?
R: Durante mis conferencias he dicho siempre: “Todos vosotros sois especiales… ¿Por qué? ¡Porque estáis aquí!”
Pienso que en las masas se está verificando una apertura de conciencia.
P: ¿Todavía está en contacto con ellos?
R: Por cierto. Todos lo estamos, simplemente que no sabemos que lo estamos.
P: ¿Tiene una visión optimista del futuro?
R: Soy optimista porque he encontrado a los ángeles. Incluso mi mujer piensa como yo.
P: ¿Hay algún mensaje particular que usted quisiese transmitir a todos?
R: Mi mensaje y el de mi mujer es el siguiente: “Somos todos responsables de nuestro destino… cada uno individualmente… ellos (los extraterrestres) quieren que nos salvemos solos y no pueden interferir con el destino de la humanidad… ellos solo pueden interceder”.
P: Gracias.
R: Gracias a vosotros.