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HE ESCRITO EL 3 DE NOVIEMBRE 2009:

LEED EL ARTICULO ADJUNTO A ESTE MENSAJE.

MIS AMIGOS “ALIENIGENAS” TENIAN RAZON. TAMBIEN MI VIEJO MAESTRO Y AMIGO EUGENIO SIRAGUSA TENIA RAZON; ELLOS DECIAN: EN LA TIERRA SE VENDEN LAS ARMAS COMO EL PAN COTIDIANO.
ES LA VERDAD. DRAMATICA, DURA, INQUIETANTE, PERO ES LA VERDAD.
EL HOMBRE ESTA CONDENADO POR SI MISMO AL AUTOANIQUILAMIENTO. PERO... EL SEÑOR HA PROMETIDO SU RETORNO CON POTENCIA Y GLORIA.
¡SEÑOR! SEÑOR JESUS RETORNA PRONTO, DE LO CONTRARIO  NI SIQUIERA LOS JUSTOS Y LOS ELEGIDOS SE SALVARAN.
QUE ASI SEA.

GIORGIO BONGIOVANNI
ESTIGMATIZADO
MONTEVIDEO (URUGUAY)
3 DE NOVIEMBRE 2009

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

BOMBAS RACIMO: TAMBIEN EL BANCO INTESA SANPAOLO ENTRE LOS FINANCIADORES DE LAS EMPRESAS PRODUCTORAS
De Giorgio Beretta

Inversiones, préstamos y servicios financieros por un total de 20 mil millones de dólares han sido concedidos en estos últimos dos años por 138 bancos e instituciones de crédito occidentales a ocho industrias armamentistas que producen “bombas racimo”: y esto a pesar de que el apoyo económico y la producción de las llamadas “bombas cluster” hayan sido prohibidas por la Convención de Oslo el pasado mes de diciembre. Lo revela el reciente informe detallado “Worldwide investments in cluster munitions: a shared responsability” publicado por las holandesas Ikv Pax Christi y Netwerk Vlaanderen, (la red de la sociedad civil holandesa) con el consentimiento de las sociedades de investigación profunda, que ha sido presentado en Italia por la campaña CRBM (Campaña para la reforma del banco mundial).
La mitad de las industrias occidentales, que producen entre otras cosas, “cluster bombs” tienen sede en los Estados Unidos (Alliant Techsystems ATK, L-3 Communications, Lockheed Martin y Textron); dos tienen base en Corea del Sur (Hanwha y Poongsan), una en Turquía (Roketsan) y una en Singapur (Technologies Engineering). En primera fila en inversiones el coloso bancario HSBC con sede en Londres (650 millones de dólares de inversiones) detrás la Goldman Sachs, Merril Lynch, Deutsche Bank, JP Morgan, Citigroup, Barclays y Bank of America. La lista comprende también un banco italiano, Intesa Sanpaolo, por sus relaciones con la estadounidense Lockheed Martin, una de las mayores empresas productoras de armas en el mundo.
No obstante el grupo IntesaSanpaolo ya en julio del 2007 había anunciado que habría “suspendido definitivamente la participación en operaciones financieras que tengan que ver con el comercio y la producción de armas y sistemas armamentísticos”, precisamente en el mismo periodo –explica el informe holandés en la página 44: “Lockheed Martin ha renovado su actual apertura de crédito rotativo (es decir, un préstamo) de 1.500 millones de dólares hasta julio del 2012. Intesa Sanpaolo ha contribuido con 52,5 millones de dólares al cártel (syndicate) de los 31 bancos” que aprueban el préstamo.
Pero parece singular la consecuencia temporal: mientras el 10 de julio del 2007 el grupo Intesa Sanpaolo dictaba la nueva política sobre los armamentos –que afirma como “con efecto inmediato, las estructuras territoriales y centrales del Grupo Intesa Sanpaolo deben actuar en línea con la prohibición de poner en curso nuevas financiaciones a los clientes para operaciones que tengan como objeto el comercio y la producción de armas o de sistemas de armas”- el 26 de julio 2007 el mismo banco renovaba con el sobredicho cártel de 31 bancos el crédito rotativo a Lockheed Martin (industria bélica americana entre las principales productoras de bombas de racimo en el mundo - ndr) hasta el 2012.
Como asegura a Luca Rasponi de Peacereporter una "fuente interna de Intesa Sanpaolo" los "contratos como aquel con Lockheed Martin tienen tiempos de realización de varios meses”. Por lo cual la cercanía entre la renovación del préstamo y la nueva política sobre los armamentos “es solo una coincidencia: el control sobre la concreta aplicación de la política está todavía en curso de perfeccionamiento” –afirma la fuente. “El contrato con el coloso norteamericano de defensa, además, está en “syndication”, es decir, en común con otros 30 bancos. Lo cual complica eventuales estrategias de salida. Por último, la inversión de Intesa Sanpaolo a favor de Lockheed Martin no está ultimada. Pero la empresa estadounidense produce casi exclusivamente armas”, subraya Rasponi.
Precisamente por esto el informe de las ONG holandesas afirma (pag. 83) que "Intesa Sanpaolo debe excluir a los productores de bombas de racimo de sus asset management y de las actividades de inversión. No solo de los préstamos. Y que el banco “no debe admitir excepciones y poner fin a todo tipo de relación con las empresas productoras de municiones cluster, a menos que haya impedimentos legales” y que –en caso de que existan dichas excepciones- “el banco tiene que darlas a conocer al público a través de su propia página internet”.
En la espera de que la Convención de Oslo sobre las cluster bombs sea legalmente vinculada  para llegar al límite de 30 faltan siete ratificaciones por parte de los 100 países firmantes pero ya hay Estados e instituciones que han decidido seguir los dictámenes del acuerdo internacional. Los Parlamentos de Bélgica, Irlanda y Luxemburgo ya han aprobado las leyes que prohíben las inversiones en las cluster bombs, mientras los fondos pensión de Nueva Zelanda, Noruega y Suecia y numerosos bancos éticos de toda Europa ya desde hace tiempo han truncado cualquier relación con las compañías productoras. “Las legislaciones nacionales en este tema son seguramente muy útiles, pero ahora ha llegado el momento de que también las instituciones financieras hagan su parte y salgan de este negocio” – ha afirmado Esther Vandenbroucke, exponente de Netwerk Vlaanderen y entre los redactores del informe.
"El informe de las ONG holandesas es una ulterior confirmación de las relaciones que existen entre la finanza internacional y el mundo de la producción de armas” -comenta Francesco Vignarca, coordinador de la Red italiana Desarme. "Y demuestra cómo, para crear una verdadera perspectiva de desarme, no hay que trabajar solo en el ámbito político, sino también en el de los enredos económicos que perpetuán una situación que va en ventaja de pocos y en perjuicio de la colectividad. Y que lleva las armas al corazón de los conflictos donde son los últimos del globo –en particular los niños- los que pagan con su piel”.
“En el informe encontramos muchos países que han firmado la convención para la eliminación de las bombas y municiones cluster, pero cuyos bancos y operadores financieros continúan apoyando a las empresas que producen dichas armas” -añade Andrea Baranes de la campaña CRBM. "Esto demuestra una vez más como es necesario y urgente que los bancos mejoren la transparencia y las informaciones que proveen en lo que se refiere a todas las conexiones que median con la industria de las armas”.
“Las relaciones de la finanza con la producción armamentista y el completo desinterés hacia la dimensión humana y humanitaria no puede hacer más que estimular las peticiones claras e ineludibles por parte de la sociedad civil, que miren a obligar a los Institutos bancarios a poner en práctica reales políticas de responsabilidad social no solo de fachada” –comenta Giuseppe Schiavello de la Campaña italiana para la eliminación de las minas. “A dicho propósito nuestra campaña propondrá a las asociaciones comprometidas de formas distintas en la defensa de los derechos humanos y del desarme de promover juntos una propuesta de ley nacional que prohíba el sostén financiero a empresas involucradas en la fabricación de las “cluster bombs”, sub-municiones y minas anti-hombre y de extender la prohibición también a la financiación a través de los fondos pensión”, termina diciendo Schiavello.

Giorgio Beretta
Martes, 03 Novembre 2009
Fuente: http://www.unimondo.org