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sicilia_radioactiva01HE ESCRITO EL 20 DE FEBRERO 2011:

ME PERMITO DE PROPONEROS NUEVAMENTE DOS DRAMAS ECOLOGICO-AMBIENTALES QUE ESTAN COMPROMETIENDO SERIAMENTE NUESTRO TERRITORIO Y LA SALUD DE LOS SERES QUE HABITAN EN EL.
DOS EMERGENCIAS QUE REQUERIRIAN UNA INTERVENCION INMEDIATA.
PASQUASIA, BOMBA ECOLOGICA EN EL CENTRO DE LA SICILIA Y EL POLIGONO DE QUIRRA, EL MAS GRANDE DE EUROPA ALQUILADO POR MILLONES DE EUROS A MULTINACIONALES QUE EXPERIMENTAN ARMAS CUBIERTAS POR EL SECRETO DE ESTADO.
LEED, MEDITAD Y TOMAD CONCIENCIA.

G. B.

DEL CIELO A LA TIERRA

SICILIA RADIACTIVA. LA MUERTE EN ACECHO

EN EL CORAZON DE ESTA PARTE BELLISIMA DE LA MADRE TIERRA ESTA ESCONDIDO EL VENENO QUE PRODUCE EL ANIQUILAMIENTO DE LAS VIDAS DE LOS SICILIANOS Y DE LAS REGIONES CERCANAS A LA ISLA.
EN LA ANTIGUA MINERA DE  PASQUASIA, EN LAS CERCANIAS DE LA CIUDAD QUE VOSOTROS LLAMAIS ENNA ESTAN DEPOSITADOS CIENTOS DE TONELADAS DE RESIDUOS RADIACTIVOS. EN EL RECIENTE PASADO ALGUNOS INSTITUTOS GUBERNAMENTALES DE NACIONES POTENTES HAN IMPUESTO A LOS SERVICIOS SECRETOS DEL ESTADO ITALIANO, CON LA COBERTURA DE LA ORGANIZACION CRIMINAL SICILIANA (MAFIA) EL DEPOSITAR EN LA MINERA MISMA TONELADAS DE RESIDUOS DE MAXIMO NIVEL RADIACTIVO, LO QUE, PODRIA CAUSAR UNA REACCION EN CADENA POR ERROR O POR UN NATURAL DETONADOR DEBIDO AL CONTINUO MOVIMIENTO DE LA CORTEZA TERRESTRE (YACIMIENTOS NATURALES RADIACTIVOS) DE LAS TIERRAS DEL MEDITERRANEO, SICILIA INCLUSIVE.
NOSOTROS, POTENCIAS CELESTES, VIGILAMOS Y SI NOS VEMOS OBLIGADOS INTERVENDREMOS PARA SALVAR LO SALVABLE.
ES NECESARIA UNA SERIA MOVILIZACION DE LOS CIUDADANOS SICILIANOS PARA DETENER ESTA LOCURA PERO NO SABEMOS SI SUCEDERA. EN CUALQUIER CASO HEMOS PEDIDO A NUESTRO AMIGO Y MENSAJERO, EL QUE ESTA ESCRIBIENDO, A SUS NUMEROSOS SIMPATIZANTES Y A SUS OPTIMOS, AUNQUE POCOS, COLABORADORES QUE HAGAN LO POSIBLE PARA DENUNCIAR PUBLICAMENTE ESTE HORRIBLE CRIMEN PUESTO EN PRACTICA POR LAS AUTORIDADES SICILIANAS, NACIONALES E INTERNACIONALES, CON LA COLABORACION DEL PERVERSO Y MAFIOSO BRAZO ANTICRISTICO QUE VOSOTROS LLAMAIS EN VUESTRO IDIOMA  “COSA NOSTRA”.
LA ELECCION, COMO SIEMPRE, ES VUESTRA: VIVIR O MORIR.
¡PAZ!

DEL CIELO A LA TIERRA
S. Elpidio a Mare (Italia)
20 de abril 2009.  13:07 horas.
Giorgio Bongiovanni
Estigmatizado


SICILIA RADIACTIVA: EL CASO PASQUASIA
De Giorgio Bongiovanni y Mónica Centofante

En tiempos en los que lo nuclear parece volver a ser la única respuesta posible a la necesidad energética de nuestro país hay una pequeña localidad, en el corazón de Sicilia, que está pronta para demostrar que no puede ni debe de ser así. 
Se llama Pasquasia, provincia de Enna, y si hoy es una pequeña ciudad que casi todos desconocen, en el pasado ha conocido una cierta fama gracias a su minera de Sales alcalinas mixtas y en particular Kainite útil para la producción de sulfato de potasio. Un sitio que desde los años sesenta hasta 1992 ha dado trabajo a miles de personas y que desde entonces, por lo que parece, siembra muerte.
En los años de oro la Italkali, empresa administradora de la minera de superficie, era efectivamente la tercera proveedora de Sales potásicas del mundo –la primera por calidad en el sector- y contaba con 500 empleados directos y otros tantos indirectos. Hubiera podido seguir así por décadas si en ese 1992, por causas que todavía no han sido establecidas, no hubiese tenido que cerrar las persianas. Sin preaviso y para siempre, mandando a casa a todos esos dependientes ante el más completo (y sospechoso) desinterés de la política, que en una zona que cuenta con la más elevada cantidad de desocupados hubiera tenido que dar lugar a un debate como mínimo.
Los motivos de ese imprevisto cierre nunca han sido oficializados y si al principio el gobierno había hablado de costos demasiado altos para la realización de una tubería de desagüe de 90 km de largo, las voces del pueblo evidenciaron sin tardar otra verdad: la minera de Pasquasia habría cesado la actividad de extracción para acoger en su complejo residuos nucleares. Residuos de medio nivel radiactivo de los cuales la población no hubiera tenido que enterarse de nada y este es el motivo por el cual, después de las durísimas protestas iniciales, ha reinado el silencio que todavía hoy caracteriza el asunto.
Un silencio que ya en 1996 intentó romper el entonces diputado Giuseppe Scozzari que había oído hablar de Pasquasia un año antes, cuando en Washington, en el ámbito de una conferencia sobre el combustible nuclear agotado, fue difundido un documento que consideraba a la minera siciliana entre esa “media docena de sitios perfectamente activos donde “en Europa Occidental se depositan residuos de bajo y medio nivel”.
Scozzari estudió el caso, pidió una interpelación parlamentaria e intentó entrar en ese sitio, convencido de que era administrado por organizaciones criminales sin ningún consenso formal por parte del Estado. Sin embargo, si es verdad que parte de esos terrenos pertenecían (y seguirán perteneciendo) a personas que huelen a mafia, es también verdad que fueron precisamente las instituciones italianas –e internacionales- las que les negaron el acceso. Del mismo modo que, aún hoy, niegan la presencia de los residuos mientras los análisis efectuados por la USL (Unidad Sanitaria Local) ya en 1997 revelaban la presencia en esa zona de Cesio 137 en concentración superior a la normal. Lo cual podía significar que no solo había residuos nucleares –y por lo tanto los hay-  sino que se había incluso verificado un inesperado accidente nuclear, con relativa fuga de radiactividad, probablemente durante una experimentación apta para comprobar la consistencia del subsuelo de la minera en el caso de eventuales dispersiones de radiaciones.
Una tragedia, para la población de los alrededores, a la que se le ha escondido todo.
El primero en hablar de la presencia de residuos radiactivos en la minera de Pasquasia fue en 1992 el arrepentido de mafia Leonardo Messina, miembro de la cúpula de Cosa Nostra, que había trabajado allí como capataz. Según sus declaraciones –sobre un punto que el Procurador nacional antimafia Pierluigi Vigna ha considerado atendible- las actividades ilegales, en esa zona, proseguían desde 1984: cuando el ENEA (en esa época Ente nacional para la energía atómica) había puesto en marcha un estudio geológico, geoquímico y microbiológico sobre la formación arcillosa y su resistencia a los residuos nucleares. Y cuando los funcionarios del SISDE (Servicios secretos) habrían contactado a la administración municipal con el fin de  pedir el visto bueno para enterrar en ese lugar material militar de naturaleza no bien especificada. Lo cual probaría la utilización de la minera como depósito de residuos incluso antes de su cesión y explicaría el motivo por el cual después de 1992 el Ente Regional de las Mineras interrumpió la actividad de vigilancia y de manutención de las instalaciones y la Región confió el control de los accesos a las mineras a cuatro sociedades de seguridad privada, actualmente destituídas del encargo.
En 1997 la fiscalía de Caltanisetta dispuso una inspección en una galería de 50 metros de profundidad construída dentro de la minera precisamente por la ENEA y relevó la presencia de algunas centrales de detección concedidas por el Ente, pero no se consiguió aclarar lo que exactamente tenían que medir. ¿Quizás la radiactividad?
En ese mismo año también el diputado Ugo Maria Grimaldi, que era asesor de Territorio y Ambiente de la Región Sicilia, intentó entrar en Pasquasia con técnicos y expertos de su concejalía. Y lo mismo que Scozzari encontró grandes dificultades. “No querían que entrara la televisión –lo dice él mismo en una entrevista concedida a Ennaonline el 16 de marzo del 2001-. No querían absolutamente que se vieran los pozos. Cuando después conseguí entrar dentro de la minera, lo más extraño que vi era que uno de esos pozos, que ellos llamaban bocas de aire o respiraderos enormes y profundos, de diámetro de más de 15 metros, había sido llenado con material que de seguro había sido transportado dentro de la minera para cerrar, para tapar definitivamente esa boca. Y no se trata de material tirado ahí dentro por casualidad, como puede suceder en una minera cerrada temporalmente, como cuando alguien ve una piedra y la tira dentro. Aquí se trata de TIR cargados de material que después han tirado dentro a propósito para enterrar y esconder algo”.
En esa misma entrevista Grimaldi cita un estudio epidemiológico del Dr. Maurizio Cammarata, oncólogo en el hospital de Enna que en 1997 había relevado un preocupante incremento del 20% de casos de leucemia y tumor en solo dos años 1995/96. Sus palabras fueron: “Denuncié que toda Sicilia corría el riesgo de transformarse en el basurero de Europa. He denunciado la presencia de amianto en todo el territorio provincial, en las canteras abandonadas y en otros lugares”.  Se ganó el carnet de alarmista, asignado también por parte de instituciones y fuerzas políticas que le habían dejado solo en esta batalla. “Pero no era yo el que causaba alarmismo –contesta el político- sino que eran los datos preocupantes sobre la mortalidad por tumores en una provincia, en una ciudad como Enna donde, no habiendo industrias o motivos de contaminación particular respecto de otras provincias o territorios de Italia, se daban datos  muy pero muy preocupantes”. Y “me acuerdo bien que entonces vino a verme desde Roma el General Comandante del NOE, Nucleo Operativo Ecológico de los Carabinieri, quien me confirmó que también él estaba convencido de que Pasquasia contenía en su territorio residuos radiactivos”.
Las iniciativas de Grimaldi, como las de Scozzari, no llegaron a ningún resultado concreto y el asunto Pasquasia cayó de nuevo en un silencio absoluto. Por lo menos hasta el año pasado, cuando Angelo Severino, director del periódico L’Ora Siciliana, volvió a abrir el caso citando también la existencia de documentos que demostrarían la tesis de la presencia de residuos nucleares en la minera.
Hoy, a pesar de todo, la situación podría empeorar ulteriormente.
Ya en el 2003, al terminar una reunión, los ministros Matteoli, Marzano, Giovanardi, Pisanu y el vice-secretario Letta indicaron a Pasquasia como uno de los veinte sitios nacionales idóneos para el almacenaje de material radiactivo. Porque está incluso entre los que tienen sal gema y por lo tanto considerados particularmente aptos “al almacenaje de residuos radiactivos en virtud de la impermeabilidad del agua de las estructuras salinas”. Lo explica Maximo Scalia, docente en La Sapienza de Roma, que añade «esto ha recibido una clamorosa desmentida cuando en un sitio experimental en Nuevo México muchísima agua “antigua”, que había quedado dentro de las estructuras geológicas, ha invadido el depósito”, provocando “la caída del mito de los sitios con sal gema como solución al problema de residuos. Pero visto que estamos en Italia y que las cosas nos llegan siempre con retraso, se ha pensado de todos modos de haber encontrado la solución primero en Scanzano en Basilicata (otro sitio con sal gema) y después en otros 5 sitios en Sicilia entre los cuales está Pasquasia”.
Pero lo peor tiene que llegar todavía.
Porque está en el aire la posibilidad de que a partir del 2010 en la localidad de la provincia de Enna puedan  ir a parar los residuos calificados HLW de tercera categoría, o sea los residuos cuya radiactividad decae en el curso de miles de años.
Según cuanto afirma siempre L’Ora Siciliana, si sucediese esto, al daño se le añadiría la burla. Porque si en efecto en las vísceras de Pasquasia hubiese residuos “deberíamos preguntarnos dramáticamente dónde termina la gran cantidad de dinero erogado por Euratom (Comunidad Europea Energía Atómica) como indemnización por las víctimas inocentes, que han perecido por tumor y como alquiler por el depósito definitivo de residuos radiactivos en Pasquasia”.
En medio de todo este “enredo” el pasado 25 de febrero el primer ministro Silvio Berlusconi y el presidente francés Nicolas Sarkozy han firmado en Roma un acuerdo por la construcción de cuatro nuevas centrales nucleares en Italia.
Si se realiza, nuestro país tendrá que afrontar de nuevo el problema de los residuos y de los sitios aptos para su almacenaje. Pero en una tierra en el que el problema del almacenaje está todavía treméndamente sin resolver ¿qué sucederà con las nuevas centrales?
La pregunta no parece ser objeto de debate político. Y mientras tanto en Enna se sigue muriendo.

15 de abril 2009


HE ESCRITO EL 23 DE FEBRERO 2010:

LOS MERCADERES DE LA MUERTE EN ITALIA

NO MENOS QUE EN OTROS LUGARES, EN ITALIA HAY MERCADERES DE LA MUERTE. SON LOS ASESINOS DE LA VIDA, LOS EMULOS DEL DOCTOR MENGEL DE MEMORIA HITLERIANA. SE ENCUENTRAN EN ROMA, EN EL GOBIERNO, EN EL MINISTERIO DE LA DEFENSA Y EN CERDEÑA, EN PERDAS DE FOGU Y EN OTROS PEQUEÑOS PUEBLOS LIMITROFES AL POLIGONO MILITAR EXPERIMENTAL DE SALTO DE QUIRRA EN LA PROVINCIA DE CAGLIARI. UN POLIGONO MILITAR DEL EJERCITO, DE LA MARINA Y DE LA AVIACION, ENTRE LOS MAS IMPORTANTES DE EUROPA.
ESTOS TORTURADORES DE LA VIDA, NO OBSTANTE LA GENTE Y LOS NIÑOS DEL LUGAR SE MUERAN DE CANCER Y DE LEUCEMIA, SE OBSTINAN EN NO ADMITIR QUE EL URANIO EMPOBRECIDO USADO POR LAS ARMAS CON LAS QUE SE EXPERIMENTAN EN EL POLIGONO, JUNTO A TODOS LOS DEMAS METALES INFERNALES, SON NOCIVOS PARA LA SALUD.
CIERTO, CERRAR O TRASLADAR A OTRO LUGAR SEGURO E INOFENSIVO EL POLIGONO,  SIGNIFICARIA ABATIR TERRIBLEMENTE LA FACTURACION DE FINMECCANICA Y LA DE OTRAS DIABOLICAS MULTINACIONALES ITALIANAS Y EXTRANJERAS. INCLUSO LOS INTERESES NACIONALES Y POR LO TANTO DEL GOBIERNO ESTARIAN EN RIESGO.
¡BIEN! ¡MEJOR DICHO MAL!
FINMECCANICA, CUYOS DIRIGENTES SON CATOLICOS Y PRACTICANTES, SON ASESINOS LEGALIZADOS Y EL GOBIERNO DE BERLUSCONI, ASI COMO LOS PRECEDENTES, NO SON MENOS.
¿QUE HACER?
GRITAR DESESPERADAMENTE EN EL DESIERTO Y ESPERAR A QUE ALGUNO DE LOS CIUDADANOS SE DESPIERTE Y PROTESTE, Y QUE TAMBIEN DIOS, EL PADRE DE CRISTO, HAGA JUSTICIA.
¡YO LO PIDO!

GIORGIO BONGIOVANNI.

SANT’ELPIDIO A MARE (ITALIA)
23 DE FEBRERO 2010


NOTA: VED EL VIDEO ADJUNTO Y COMPRENDEREIS MI DESESPERACION.

G.B.

Link video en italiano: http://www.youtube.com/watch?v=jm0Sfo_RTNc


SINDROME DE QUIRRA

La guerra de Villaputzu con el polígono de la muerte.
Niños con malformaciones. Pastores enfermos de leucemia.
Animales con dos cabezas. Le han dado el nombre de “Síndrome de Quirra” porque las patologías son similares a las de los soldados enviados a las misiones internacionales, que viajan sanos y regresan con tumores y linfomas como dote. El Salto de Quirra, costa sur oeste de Cerdeña, en cambio es un lugar de paz, al menos aparentemente.
Un lugar de pastizales y alambre de púas: 12.700 hectáreas que albergan el polígono militar más grande de Europa, con la cabeza apoyada en Perdas de fogu – que en idioma sardo significa “Piedras de fuego”, una profecía en el nombre – y los pies sumergidos en el mar de Quirra, en las playas de Murtas y Capo San Lorenzo.
Aquí en realidad se combaten dos guerras: la guerra simulada de los ejércitos internacionales, que alquilan la tierra sarda para probar aviones, armas y misiles de última generación, y la guerra civil, silenciosa y muda, de los pastores, que llevan a pastar sus ovejas en los terrenos contaminados.
Pastores que se dividen entre la necesidad de trabajar para producir leche que luego venderán a 60 céntimos por litro, y el miedo, que es casi como una apuesta, a contraer un tumor.
Porque llevar los rebaños a pastar en Quirra, como ha demostrado la reciente investigación realizada por los veterinarios de la ASL (Centro sanitario local) de las ciudades de Lanusei y Cagliari, implica tener el 65% de posibilidades de enfermarse de una leucemia o de un linfoma.
En Quirra, pequeña porción de la provincia de Villaputzu, que cuenta con apenas 150 almas, epicentro de la investigación que ha detectado un impresionante número de tumores en el sistema hemolinfático, son pocos quienes aceptan hablar del polígono militar. En el bar del pueblo, el joven que sirve el café se atrinchera detrás de un cerrado no comment. Y por su tono comprendes que se está caminando en un terreno minado. Un terreno sobre el cual, en realidad, se puede pasear casi libremente: una vasta área del polígono está abierta, sin cerco de alambre de púas, sino accesible, cultivada, destinada al pastoreo. En el corazón de la base “Interforze” crecen cítricos, olivares y pequeños criaderos como emprendimientos familiares: se trata de una zona comodín que hasta hace poco tiempo era desalojada durante los días de los ejercicios militares. «Nos daban una indemnización por el día laboral perdido y nos echaban de aquí» explica un señor anciano. «Cargaban a los habitantes de Quirra en un autobús – confirma Mariella Cao, activista del comité pacifista “Echemos a las bases” -  y los dejaban en un descampado a lo largo de todo el día, hasta que las maniobras hubiesen terminado. Hoy ésto ya no ocurre: hoy ni siquiera se preocupan de echarlos». Hoy las ovejas, los barman, los pastores y los olivos conviven y entran, sin darse cuenta, en la guerra, en esta paz embadurnada de guerra que está en la tierra que cultivan y que pastorean.
La historia. La historia del PISQ (Polígono Interforze Salto de Quirra) nace de una rebelión y de una violencia: la rebelión de Tertenia, donde la población no aceptó la instalación de la base militar en su territorio, y la violencia perpetrada hacia los habitantes de Villaputzu, que se vieron privados de hectáreas y hectáreas de tierra a cambio de pocas monedas, no negociables. «A nosotros nos expropiaron un almendral, trece hectáreas: era todo lo que teníamos» recuerda una señora anciana. A cambio obtuve un puesto de trabajo como mujer de la limpieza en el polígono, uno de mis cuñados como empleado de la Vitrociset – grupo privado que se encarga del mantenimiento y la asistencia de los radares, óptica e informática de la base militar: una empresa civil que por jefe tiene a un militar, el general Mario Arpino – y dos muertos de leucemia en la familia.
La historia del más grande polígono interforze de Europa está resumida por entero en la de esta señora, que cultiva la achicoria al lado del alambre de púas y cuenta los muertos con ingenua naturalidad: «Si, de leucemia murió una pareja que vivía aquí cerca, dos primos de mi marido y también muchos pastores conocidos nuestros.
¿Cuál es la causa? No la sabemos. Claro, es extraño que sean tantos».
Las enfermedades.  «Tantos», según el registro no oficial realizado por el Comité Popular para la Defensa del Ambiente y la Salud en el Sarrabus, serían alrededor de cincuenta personas, sólo entre los civiles. Cincuenta personas que en los últimos veinte años se han enfermado en Villaputzu de leucemia, linfomas u otros tumores. Se trata de un dato aproximado por defecto: del listado del Comité están excluidos los militares, que en realidad son los que más expuestos están al presunto killer del síndrome de Quirra. Sin embargo, a pesar de que hayan pasado diez años de reclamos de aclaraciones por parte de la población de Villaputzu, a pesar del impulso de las investigaciones del ASL y de la Región, esta lista manual es la única que cuenta, parcial, sobre los muertos, que si se tomaran en cuenta incluso los empleados de la base, podría llegar a triplicarse.
Desde el 98' hasta hoy, son 23 los casos de leucemia que se han registrado: un dato que hace estremecer si hacemos una comparación con las estadísticas nacionales. Los epidemiólogos explican que proyectando el promedio nacional sobre la población de Villaputzu, que cuenta con algo más de 5000 habitantes, se tendrían que registrar 7 casos de leucemia cada diez años. Si se restringe el campo a la pequeña fracción de Quirra, que alberga apenas a 150 residentes, en los mismos diez años se tendrían que relevar estadísticamente entre 0,5 y 1,6 casos. La mayoría son pastores – de 18, 10 se han enfermado de leucemia – o empleados de la Vitrociset. Y amas de casa, estudiantes, hijos de empleados del polígono. Luego se encuentran los 14 niños nacidos con graves malformaciones genéticas entre 1998 y 2003. En Escalaplano, pequeño centro lindante con el polígono: hermafroditismo, hexadactilia, hidrocefalia e hipospadias. Y aquellos que nunca nacieron: los abortos espontáneos.
Las investigaciones. En el 2003 y el 2006, primero el ASL de Cagliari y luego la Región comenzaron las investigaciones para esclarecer el extraño caso de Quirra, pero nunca nadie llegó a declarar explícitamente el nexo entre el polígono y el vertiginoso desarrollo de las patologías.
Quien más cerca llegó fue la responsable del Laboratorio de biomateriales de la Universidad de Modena Antonietta Gatti, que luego de un profundo análisis biológico realizado a los sujetos residentes en Villaputzu, afectados por tumores y leucemias, declaró en la audición de la Comisión de investigación del Senado del 2005: «En el interior de los tejidos se nota una bolita blanca que normalmente no se encuentra en tejidos biológicos: ésta puede ser producida sólo por una combustión a muy alta temperatura.
Esta bolita está compuesta de aluminio, silicio, titanio e hierro, más carbono y oxígeno. Como biomaterialista puedo afirmar que estos cuerpos extraños siempre producen una reacción». En el mayor polígono de Europa se siguió trabajando sin problemas, a pesar de estas graves declaraciones.
Mientras tanto se pusieron en marcha los así definidos por más de uno “sabios despistes”. Inicialmente la que terminó en el banquillo de los acusados fue la consanguinidad, presunta responsable de las malformaciones genéticas en  Escalaplano, luego le tocó el turno al arsénico, proveniente de la minera cercana de Baccu Locci. «Lo importante – explica Mariella Cao – es que en estos estudios la Defensa ha sido siempre supervisor y supervisado».
El business. Detrás del polígono se esconde un business cuyos ribetes nunca han sido claros. Aquí efectúan sus experimentos no sólo las fuerzas militares italianas, sino también los ejércitos extranjeros y los gigantes industriales privados, que utilizan el Salto de Quirra como un show room en el cual se exponen las modernas tecnologías bélicas y se cierran onerosos contratos internacionales en el campo de la Defensa. «Con una simple autocertificación – sostiene el almirante Falco Accame, ex presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara – que desde hace años lucha por las víctimas militares del uranio empobrecido – obtienen el derecho de hacer todo lo que quieren. Nosotros no sabemos lo que se dispara, lo que utilizan estos ejércitos y estas empresas: con la autocertificación se esquiva cualquier control». Un ex empleado de Vitrociset, quien ha elegido mantenerse en el anonimato, habló de lo que vio que se hacía en Quirra, donde se realizaban pruebas de la resistencia de los materiales a través de explosiones a lo largo de la costa: «Llegué a ver escenas increíbles.
Es espantoso lo que le han hecho a nuestro mar y con nuestra tierra». Para tener las llaves en la mano y acceder a esta porción de la Cerdeña, empresas y ejércitos extranjeros depositan una cifra que jamás ha sido revelada oficialmente, pero que según fuentes atendibles se remontaría a los 50.000 euros por hora, datos actualizados al 2003.
Como el polígono está en actividad por más de 200 días al año, calculando aunque sea una sola hora diaria de actividad, el mínimo establecido por los sindicatos, esto significaría que sólo de alquiler del terreno la Defensa percibiría, sin exagerar, 10 millones de euros al año.
Al contrario, la Municipalidad de Villaputzu recibe cada 5 años una indemnización del Estado de 5 millones por las servidumbres militares: un millón al año, que dividido por las 12.700 hectáreas significan menos de 1 euro por metro cuadrado.
El heroico intendente. Hubo un Don Quijote que se opuso al polígono, pero como él mismo admite, lo desintegraron. Se llama Antonio Pili, es un médico neumólogo y fue intendente de Villaputzu por el partido “Forza Italia” desde el 97' al 2002. «¿Qué es lo que nos da la base? Sesenta recibos de sueldo, nada más.
A cambio de ello nos ha mutilado para siempre bajo todos los puntos de vista: turístico, económico, ambiental, por no hablar del aspecto sanitario.
Perdí la cuenta del número de cartas escritas al Ministro de Salud para denunciar el insostenible número de casos de leucemia y tumores de mis conciudadanos: jamás recibí ni una mínima respuesta. Es una matanza, nos están matando. Tuve el valor de denunciar estas cosas y logré arrancarles 500 hectáreas a la base militar, pero me gané muchos enemigos». Y así fue que la Fiscalía militar, no la civil, lo denunció por no haber advertido a la población sobre la alarma de arsénico de la minera de Baccu Locci, uno de los tantos espectros agitados para desviar la atención de la base.
La moción de los parlamentarios sardos. Ahora la reciente investigación de los veterinarios del ASL ha levantado la enésima polvareda, pero muy pocos de los ciudadanos de Villaputzu creen que algo cambie: «De nosotros ha llegado a hablar incluso la televisión suiza, pero no pasó nada». Ahora, y ésta es la novedad, Quirra ya no es sólo un caso periodístico, sino político: por primera vez los Senadores sardos, al mando del democrático Gian Piero Scanu, presentaron una moción parlamentaria que pide la suspensión de las actividades misilísticas terrestres y marítimas desarrolladas en el polígono, basados en el principio de la razonable precaución. Los Diputados sardos del partido PD presentaron una acción análoga dirigida a la Cámara.  

PAOLA MEDDE
L'UNITÀ 31 DE ENERO DE 2011