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Ordigni Mare Adriatico200DEL CIELO A LA TIERRA

HE ESCRITO EL 29 DE FEBRERO DEL 2012:

EL MAR ADRIATICO UNA CLOACA TOXICA.
NOSOTROS OS HABIAMOS ADVERTIDO. AHORA TODOS DEBERAN ASUMIRSE SUS RESPONSABILIDADES. BAÑARSE EN ESAS AGUAS SIGNIFICA NO AMAR A LOS PROPIOS HIJOS Y NO AMARSE A SI MISMOS.
A VOSOTROS LA ELECCION.

 G. B.


Sant’Elpidio a Mare (Italia)
29 de febrero 2012


ARMAS QUIMICAS EN EL ADRIATICO


Armas químicas: Una herencia que sigue siendo peligrosa.
Más de 30 mil artefactos hundidos en el Adriático. El análisis de los seis sitios  contaminados.

Los sitios examinados han sido Lago di Vico, Molfetta, Pesaro, Golfo de Nápoles, Colleferro y el bajo Adriático. La asociación Legambiente declara: “Un cementerio químico letal para el ecosistema y la salud de las personas”.

Silenciosos y letales. Hay más de 30 mil artefactos hundidos en el sur del Mar Adriático, de los cuales 10 mil se encuentran sólo en el puerto de Molfetta y frente a Torre Gavetone, al Norte de Bari; 13 mil proyectiles y 438 barriles que contienen peligrosas sustancias tóxicas hundidas en cambio en el maravilloso Golfo de Nápoles; 4300 bombas de gas mostaza y 84 toneladas de ojivas con arsénico en el mar frente a Pesaro. Luego se encuentran los laboratorios y depósitos de armas químicas de la Chemical City en la provincia de Viterbo y la industria bélica en el Valle del Sacco en Colleferro. Y finalmente hay miles de bomblets, pequeños mecanismos derivados de la apertura de las bombas a racimo, arrojadas por los aviones de la OTAN a los fondos marinos del bajo Adriático durante la guerra de Kosovo. Estos arsenales, producidos por la industria bélica italiana desde los años 20’ hasta la Segunda Guerra Mundial y ocultados durante años por el Secreto de Estado, siguen liberando peligrosas sustancias tóxicas que desde hace más de ochenta años causan graves daños al ecosistema de la Península y a la salud de las poblaciones locales. 

La Asociación Legambiente, junto a la Coordinación Nacional para el Saneamiento de Armas Químicas, realizaron un análisis de la situación actual a través de un informe titulado “Armi chimiche: Un'eredità ancora pericolosa” (Armas químicas: Una herencia que sigue siendo   peligrosa, presentado esta mañana en Roma. Además del vice-presidente de Legambiente Stefano Ciafani y del presidente de la Coordinación Nacional para el Saneamiento de Armas Químicas (C.N.B.A.C.) Alessandro Lelli, participaron Enrico Fontana periodista y director del periódico online “Nuovo Paese Sera”, los vice presidentes del C.N.B.A.C. Fabrizio Giometti y Matteo D'Ingeo; Luigi Alcaro del Ispra; el presidente de Assobon (Asociación Italiana de Empresas de Saneamiento de artefactos) Vincenzo Bellei y Giannantonio Massarotti, experto en saneamiento. Entre los participantes también se encontraban Giorgio Costa (PDL), Roberto Della Seta (PD), David Favia (IDV), Francesco Ferrante (PD), Oriano Giovanelli (PD), Roberto Rao (UDC), Ermete Realacci (PD), Elisabetta Zamparutti (Partido Radical) y en representación del Ministerio de Defensa, presentes además los oficiales Mayor General Giuseppe Capozzi, Vice Comandante Logístico y jefe de departamento técnico, y Coronel Antonello Massaro Director del Centro Técnico Logístico Interforze NBC de Civitavecchia.

Durante el congreso se presentó un mapa de los sitios contaminados por las armas de la Segunda Guerra Mundial.


“Se trata de cementerios químicos que liberan sustancias letales extremadamente dañinas como el arsénico, el gas mostaza, lewsite, fosgeno y difosgeno, ácido clorosulfónico y cloropicrina – explicó Stefano Ciafani, vicepresidente de Legambiente -. Para solicitar el saneamiento de estos sitios y para denunciar estas situaciones, es que ha nacido la Coordinación Nacional para el Saneamiento de Armas Químicas, a la cual se adhiere nuestra asociación. El objetivo - añade - es el de promover acciones para la defensa del medio ambiente y la protección contra los riesgos derivados de la exposición a sustancias tóxicas procedentes de armas químicas y de la falta de saneamiento de los lugares civiles y militares en tierra, lagos, ríos y en el mar, en los que estas armas han sido construidas o abandonadas. En este sentido esperamos un cambio de dirección y transparencia por parte de las instituciones, a partir del Ministerio de Defensa y del Parlamento”.

El informe de Legambiente y de la Coordinación Nacional para el Saneamiento de Armas Químicas comienza con el análisis de los sitios más conocidos de las regiones de Lacio y Apulia: la Chemical City situada en el lago de Vico (Viterbo) y el puerto de Molfetta y Torre Gavetone al Norte de Bari. En la región de Viterbo el misterio que durante décadas ha envuelto a Chemical City, el centro de investigación y producción de armas químicas voluntad de Mussolini y activo hasta los años 70’, fue descubierto en 1996 cuando un ciclista se intoxicó a causa de una fuga de gas asfixiante mientras se estaban realizando operaciones secretas de vaciado de las cisternas de la instalación puestas en función ese mismo año. Fue solo en ese momento que la población, hasta entonces ignorante, descubrió la dimensión del problema.
En el 2000 las autoridades militares terminaron las operaciones de saneamiento de los tanques pero las siguientes investigaciones realizadas por el A.R.P.A. sobre los sedimentos del lago comprobaron en algunos lugares concentraciones de arsénico superiores al umbral de la contaminación. Para hacer frente a la contaminación presente actualmente el Ministerio de Defensa asignó 150 mil euros para las primeras intervenciones de saneamiento del lugar que estaría comenzando en estas semanas.

En cambio en el mar de la Apulia fueron los trabajos de dragado del puerto de Molfetta los que permitieron el descubrimiento de la presencia de algunos artefactos bélicos dando lugar al comienzo de las operaciones de saneamiento, que todavía están en curso. Además hay que verificar la presencia de armas en los fondos marinos frente a Torre Gavetone. También hay que añadir la situación del bajo Adriático donde, además de los arsenales químicos dispersos en los fondos durante la Segunda Guerra Mundial y en los años sucesivos cuando terminó el conflicto, se le han sumado las armas sin estallar arrojadas por los cazabombarderos de la OTAN durante el conflicto de Kosovo en 1999. Ya en el 2001, en toda la región Apulia, Legambiente con la campaña “Fuera las bombas de un mar de paz” solicitaba el saneamiento de los fondos para evitar que fueran los pescadores quienes lo hicieran involuntariamente durante su actividad. Pero hasta el momento estas obras no han comenzado. El área ha sido objeto de estudio del I.C.R.A.M. en aquel entonces, hoy I.S.P.R.A. Las investigaciones del instituto han verificado la presencia en los fondos de al menos 20 mil artefactos con carga química y los análisis señalan graves consecuencias en los peces, causadas por sustancias como el gas mostaza y concentraciones de arsénico superiores a los valores límite en los sedimentos marinos analizados. Datos que testimonian la presencia del problema y la urgencia de la actividad de saneamiento, hoy limitada al área portuaria de Molfetta.

En la región de Le Marche, en la Campania, se han individualizado otros lugares gracias a una gran cantidad de documentos militares, sobre los que hasta ahora no se ha realizado ninguna investigación cuidadosa para certificar en el área marina como la de Pesaro o del Golfo de Nápoles, la presencia del material, localizarlo y cuantificarlo. En Pesaro en el 2010 un grupo de ciudadanos comenzó a pedir respuestas ciertas sobre las bombas de gas mostaza y al arsénico dejadas por los alemanes en el mar “marchigiano” en 1944 durante su retirada. En julio del año pasado el A.R.P.A. de Le Marche comenzó la primera campaña de monitoreo sobre los sedimentos marinos, sin hallar valores por encima de los límites establecidos. Legambiente y la Coordinación Nacional para el Saneamiento de Armas Químicas pretenden que se nombre una actividad permanente de investigación que involucre a varios sujetos entre los cuales y el A.R.P.A.M. y la Universidad de Urbino, para la realización de constante monitoreo a lo largo del tiempo y por lo tanto emprender las eventuales acciones de saneamiento.

“La Coordinación – dijo Alessandro Lelli, presidente de la Coordinación Nacional para el Saneamiento de Armas Químicas (C.N.B.A.C.) reúne asociaciones y comités locales de algunas de las zonas más afectadas por la contaminación causada por la presencia de armas químicas. El objetivo es el de reforzar la solicitud de un atento monitoreo y consiguiente saneamiento de los sitios, designando un interlocutor nacional que represente a las realidades locales individuales. Entre las propuestas presentadas en la iniciativa de hoy se encuentra la constitución de una comisión extraordinaria que controle las tareas de monitoreo y saneamiento de los lugares contaminados por armas químicas y que brinde informaciones claras y exhaustivas a los ciudadanos que viven en los lugares afectados por el problema. Es de la única manera que se podrá emprender el virtuoso camino que ponga fin a la peligrosa herencia de las armas químicas en Italia.”

En lo que se refiere al Golfo de Nápoles, en cambio, hasta el momento son los documentos militares americanos secretos los que testimonian la situación, de los cuales se han conocido algunos datos, que señalan al área aledaña a Isquia como el lugar de abandono de bombas químicas después del fin de la Segunda Guerra Mundial. Un verdadero basurero químico, así como también el Mar que rodea a la isla de Capri parecería no quedar exento del problema.

Por ello es necesario que las instituciones competentes se activen para encontrar los medios y los recursos económicos para realizar un cuidadoso monitoreo de los fondos y comenzar los eventuales trabajos de saneamiento.

El informe concluye con el análisis de la industria bélica de Colleferro, en la provincia de Roma. Este año se cumplen además los cien años de la industrialización del área que desde 1912 alberga también la producción bélica dedicada especialmente al suministro de tecnologías adecuadas para la transformación de armas convencionales en armas químicas. Una producción siempre activa incluso en los años siguientes a la Segunda Guerra Mundial, como demuestran algunos documentos en los que figura una correlación entre la producción de la industria bélica de Colleferro y las tecnologías provistas al Irak de Saddam Hussein en los años 80’.Hasta el día de hoy continúan las producciones bélicas en el área; mientras en lo concerniente a la polución todavía son pocas las informaciones públicas a causa del secreto militar en una situación de contaminación muy compleja a causa de la gran cantidad de actividades que se han desarrollado con el correr de los años en el Valle del Sacco. Recientemente el área se ha convertido en lugar de interés nacional para su saneamiento.

De todo esto surge un cuadro complejo, donde está en juego la salud de todos: del ecosistema y del medio ambiente. Los conflictos bélicos han dejado una pesada herencia que tiene que ser afrontada seriamente, con el compromiso de todos,  sin esconder u ocultar nada más.

http://www.legambiente.it/contenuti/comunicati/armi-chimiche-un-eredita-ancora-pericolosa-oltre-30mila-gli-ordigni-inabissati-