Una visión sobre lo nefasto que es para el Paraguay el crimen organizado y la narcopolitica
Por Jorge Figueredo y Omar Cristaldo, redactores de Antimafia Dos Mil Paraguay
La tragedia desatada en el Paraguay el pasado 16 de octubre, siendo las víctimas el periodista Pablo Medina y sus asistente Antonia Almada , revolucionó al sistema político , al sistema judicial y a la sociedad misma. La muerte de dos personas, en manos de delincuentes del narcotráfico (que operaban particularmente en la región de Ypehjú) dejó en claro que el crimen organizado estaba (y está) estrechamente ligado con algunos personajes de la clase política paraguaya, instalados en varias zonad del país y en Asunción mismo. Tanto es así que el periodismo habla insistentemente de la narcopolìtica, no como un slogan o título mediático, sino como una muy lamentable realidad palpable dentro de la convivencia del paraguayo.
07 DE DICIEMBRE DE 2014
El fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, viajará la próxima semana al Brasil para pedir a su par local y a la Policía Federal apurar la búsqueda y localización del exintendente de Ypejhú Vilmar “Neneco” Acosta Marques, mandante del crimen del periodista de ABC Pablo Medina.
El fiscal general del Estado de Paraguay, Javier Díaz Verón, se reuniría en Brasilia con el procurador general de la República del Brasil, Rodrigo Janot Monteiro de Barros, según confirmaron fuentes de la Fiscalía. Asimismo, podría mantener otros encuentros con autoridades de la Policía Federal y de otros organismos de seguridad, principalmente para debatir sobre el impacto de la narcopolítica en las fronteras entre ambos países y, consecuentemente, para pedir apurar la captura de “Neneco” Acosta Marques.
Este último, ahora exintendente de Ypejhú, es señalado por el Ministerio Público como el mandante del asesinato del periodista de ABC Color Pablo Medina Velázquez y de su acompañante Antonia Maribel Almada Chamorro.
El doble homicidio ocurrió el 16 de octubre pasado en Villa Ygatimí, a 50 kilómetros de Ypejhú, ciudad a su vez fronteriza con el municipio brasileño de Paranhos, en el estado de Mato Grosso del Sur.
De acuerdo con la investigación paraguaya, “Neneco” cruzó a territorio brasileño tras ordenar el atentado, que fue materializado por su hermano Wilson Acosta Marques y por el sobrino de ambos, Flavio Acosta Riveros.
Uno de los fiscales de la causa, Lorenzo Lezcano, había confirmado que 12 días después del homicidio, el propio Vilmar Acosta Marques renovó su registro de conducir en la ciudad de Sete Quedas, al otro lado de los distritos paraguayos de Corpus Christi y La Paloma.
Estos lugares son considerados los principales feudos del “clan” Villalba, liderado por la diputada colorada María Cristina Villalba de Abente y por su hermano, el intendente de La Paloma Carlos “Cabrito” Villalba, supuestos protectores del ideólogo del sonado asesinato.
Doble identidad
En Brasil, “Neneco” opera con doble identidad, ya que además está registrado como Vilmar Marques Gonzales.
Según los datos de inteligencia, desde que cruzó a territorio brasileño, el exintendente de Ypejhú no volvió hacia el Paraguay, y se mantendría oculto en una de las zonas rurales de Sete Quedas.
Pese a su doble identidad, “Neneco” nunca tuvo problemas para presentarse como candidato a intendente y después para ganar las elecciones en su municipio.
Al fugitivo también se le atribuye una frondosa red que remesaba alrededor de cinco toneladas de marihuana por mes hacia el territorio brasileño.
Elementos irrefutables
Para la justicia paraguaya la participación de Vilmar Acosta Marques en la muerte de nuestro compañero Pablo Medina Velázquez es prácticamente irrefutable. Otra de las fiscalas del caso, Sandra Quiñónez, aseguró en varias oportunidades que “así como estamos actualmente, nos hallamos en condiciones de sentarnos en un juicio oral y sostener nuestra investigación”. Los elementos con los que asegura contar el Ministerio Público conducirían a una elevada condena para todos los implicados en el asesinato del comunicador.
Link.... http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/pediran-al-brasil-apurar-la-captura-de-neneco-1313530.html
Villalba intentó negar por todos los medios que le hubiera pedido algún tipo de apoyo al narcotraficante que en aquel entonces afrontaba un proceso judicial que terminó con su condena este año. Sin embargo, en los mensajes que intercambió con “Capilo” llegó incluso a pedirle la suma de US$ 5.000 para las elecciones partidarias de marzo de aquel año.
El diputado del primer departamento es tan solo uno de los tantos políticos que han sido vinculados de alguna u otra manera con el narcotráfico.
Una enorme red, en la que por momentos es muy fácil perder al tratar de seguir las relaciones entre unos y otros. es la que vincula a políticos con importantes capos del “negocio” de las drogas. Este diario dio a conocer en una serie de notas, cuya primera parte llega a su fin este domingo, las “narconexiones”, en base a documentos de Paraguay, Brasil y Estados Unidos, además de llamadas y mensajes interceptados por la Senad a los teléfonos de los narcos.
Los nombres de los diputados Bernardo Villalba, Freddy D’Ecclesiis y Marcial Lezcano, los exparlamentarios Magdaleno Silva y José López Chávez, además del legislador suplente Carlos Rubén Sánchez, alias “Chicharõ”, han sido vinculados de diferentes maneras.
ENTRE SALMÓN Y PROYECTOS DE LEY
El primero, como ya se señaló líneas arribas, es el diputado colorado Bernardo Villalba. El legislador y exjuez coadyuvó con Pedro Wilson Marinoni (N. de la R.: esposo de la también diputada Cynthia Tarragó) en casos en los que se vieron involucrados varios “peces gordos” del narcotráfico como el mismo “Capilo” -enjuiciado con Jarvis Ximenes Pavão-, además de Jonathan Wink Soligo y su padre Erineu “Pingo” Soligo.
Con “Capilo” mantenían constante comunicación vía mensajes de texto en la época en la que la Senad había intervenido el teléfono del líder del PCC. Fue así que se dio a conocer el pedido de apoyo, de dinero y hasta las visitas sin registro que realizaban al narco en la Agrupación Especializada, donde alguna vez le llevaron hasta un “salmón” de regalo.
Una vez en el Congreso, Villalba fue el férreo defensor del proyecto de ley que prohibía la extradición de imputados por narcotráfico… algo que hubiera sido muy conveniente para Pavão y Caballero. El concepcionero se mantuvo en su postura, incluso después de que el Senado rechazara el proyecto y cuando casi todos sus colegas decidieron volver sobre sus pasos tras haberlo aprobado en la primera semana de sesiones de la nueva Cámara y sin contar con dictamen de comisión alguna.
“Capilo” contaba además con la protección de los hoy exdiputados José López Chávez y Magdaleno Silva. El primero se encargó de presentar el proyecto de ley para evitar su extradición -que luego defendió Villalba-, mientras que el segundo mantenía constantes y amigables comunicaciones telefónicas.
Las polémicas de Villalba relacionadas con el narcotráfico datan de hecho de hace más de una década. En 2001, cuando aún era juez, ordenó la incautación de una narcoavioneta y la cedió de manera irregular a la Corte Suprema de Justicia. La máxima instancia judicial perdió más de G. 600 millones haciendo reparar la aeronave, que luego fue rematada y el dinero que se consiguió por su venta otorgado al Ministerio Público y la Senad.
En marzo de 2004, luego de que la Corte abriera un sumario y era inminente su juicio en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, Villalba decidió renunciar. Hoy repite constantemente que lo hizo para poder pagar los estudios universitarios de sus hijos.
Los antecedentes dicen otra cosa.
HASTA EN LOS ESTADOS UNIDOS
La familia D’Ecclesiis es vinculada al narcotráfico hasta en los Estados Unidos. Allí fue detenido y condenado en 2002 Iván Luis, primo del diputado por San Pedro Freddy D’Ecclesiis, con cocaína lista para ser vendida. De acuerdo a fuentes de organismos de seguridad norteamericanos, Iván formaba parte de una red de narcotráfico con conexiones en Paraguay… conexiones que nunca se investigaron en nuestro país.
Unos años antes, en 1997, Víctor Raúl -hermano del diputado- fue detenido en Uruguay por cargos de tráfico. En 2006 volvió a ser detenido, pero ya en Paraguay, luego de que se encontrara un cargamento de droga en una estancia de los D’Ecclesiis a la que se llegó tras conseguir las coordenadas en las que una avioneta había dejado la “mercadería”.
Con Víctor Raúl fue detenido en aquella oportunidad Christian Villaalta, hijo del líder colorado de Pedro Juan Caballero Faustino Villaalta y de Cirila Concepción Cubas, que llegaría luego a ser diputada y actualmente es parlamentaria del Parlasur. Algunas versiones señalan que la estancia en la que fue incautada la droga sería en realidad del diputado, pero que el mismo se la regaló a su hermano luego de hacerse cargo del cargamento y de pagar la culpa él. Existen relatos además de que Freddy se encontraba en el lugar al momento de la incautación pero que consiguió huir.
En su defensa, el diputado aseguró que no podía cargar con las culpas de sus familiares. Sin embargo, de acuerdo con datos de la Senad, el político colorado mantenía constantes comunicaciones con Mario Giménez Noguera, uno de los cabecillas de un clan familiar vinculado al narcotráfico, quien a su vez se comunicaba con frecuencia con Magdaleno Silva.
Las conversaciones entre D’Ecclesiis y Giménez Noguera giraban en torno a drogas, dinero y hasta transferencia de inmuebles, de acuerdo con los datos que consiguió la Senad mientras intervenía el teléfono del narcotraficante. El diputado pretendía aprobar la construcción de una pista de aviación en un terreno de su propiedad en una compañía de Santaní.
UNA SOSPECHOSA LIBERACIÓN
En marzo de 2013, efectivos de la Policía encontraron 27 preservativos cargados con cocaína líquida lista para ser enviada a Europa en el interior de una lujosa camioneta Toyota Hilux. A bordo de la camioneta viajaban el suboficial 1º Águedo Ronaldo Lezcano Paredes, quien hasta días antes cumplía funciones en Inteligencia en la Jefatura de Policía de Amambay, y su primo Félix Adilson Paredes.
El efectivo policial es hermano de quien en aquel entonces era candidato a diputado por el Partido Colorado por el Amambay, el exconcejal de Pedro Juan Caballero Marcial Lezcano. La droga debía ser entregada a una “mula” en el aeropuerto Silvio Pettirossi, desde donde debía continuar su viaje hasta el viejo continente.
El suboficial 1º cumplía funciones en Inteligencia de la Policía de Amambay, desde donde tenía acceso a información confidencial que hacía llegar a la organización encabezada por Cabeça Branca, a fin de conseguir evitar los controles policiales y poder continuar tranquilamente con el negocio.
Semanas después, el efectivo policial consiguió abandonar el Penal de Tacumbú, donde guardaba reclusión, luego de que el fiscal que debía investigarlo, José Luis Casaccia Varas, solicitara su sobreseimiento provisional, medida aceptada a velocidad de rayo por la jueza de Capiatá Norma Salomón.
La medida fue conseguida luego de que su hermano, que ya llevaba varios meses como diputado de la nación, realizara algunas “gestiones”. Tras salir libre, Águedo habría vuelto a encargarse de los envíos de cargamentos de droga que pertenecerían al capo Luiz Carlos da Rocha, alias Cabeça Branca, según fuentes.
El mismo diputado Marcial Lezcano llegó hasta el reclusorio con el documento firmado por la jueza Salomón para poder acompañar a su hermano menor de regreso a la libertad. La jueza y el fiscal de la causa fueron sancionados por el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados por la serie de irregularidades en las que incurrieron en el proceso. Sendos pedidos de reposición los mantienen en su cargo, aunque el titular del JEM anunció días atrás a ABC Color que ya rechazaron las medidas y que comunicarán a la Corte Suprema la suspensión de ambos en los próximos días.
En octubre pasado, una joven fue detenida en San Lorenzo con poco más de dos kilos de cocaína. De acuerdo a la declaración de la mujer, la droga pertenecía al narcopolicía.
EL “INOCENTE” CONDENADO
Carlos Rubén Sánchez, alias “Chicharõ”, es considerado como mano derecha del capo Luiz Carlos da Rocha, más conocido como Cabeça Branca, el mayor narcotraficante del Brasil. El hoy diputado suplente colorado fue condenado en Brasil por uso de documentos falsos y lavado de dinero del narcotráfico. Pese a encontrarse prófugo, decidió presentarse como candidato a diputado suplente por la ANR en la lista encabezada por Marcial Lezcano.
Sus defensores, los diputados Lezcano y D’Ecclesiis, repetían hasta el cansancio que el bueno de “Chicharõ” era inocente y que en realidad todo se trataba de una campaña mediática en su contra por parte de gente envidiosa de la zona de Amambay. Sin embargo, un juez federal brasileño confirmó a este diario que había condenado a Sánchez Garcete por lavado de dinero… dinero proveniente del narcotráfico.
“Chicharõ” es suplente de Lezcano, quien prepara su candidatura para las elecciones municipales de 2015, por lo que podría asumir como titular y beneficiarse así con los fueros parlamentarios. Una especie de blindaje de impunidad.
Uno de los últimos episodios en que se vio involucrado ocurrió en julio pasado, cuando la avioneta en que supuestamente se transportaba droga intentó aterrizar en un camino vecinal de Capitán Bado y mató a dos jóvenes mujeres y un pequeño niño. Hombres que serían secretarios del diputado suplente llegaron hasta el lugar, despojaron de su teléfono al sobreviviente y vaciaron rápidamente la avioneta.
Sánchez Garcete convocó a la madre de las mujeres para pedirle que no presentara denuncia alguna del caso; a cambio le daría una indemnización, además de hacerse cargo de los gastos de la funeraria y la construcción de lápidas de mármol para los tres fallecidos.
DEFENSA CORPORATIVA
Pese a la existencia de todos estos datos, los legisladores insisten en negar su relacionamiento con los narcos, mientras que cuentan con la defensa corporativa de sus colegas que, lejos de convocar a los involucrados para realizar las averiguaciones pertinentes, decidieron llamar a las cabezas de los organismos de seguridad para recriminarles por la filtración de datos que ABC Color ha hecho públicos.
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. - @juankilezcano
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REDACCIÓN SDPNOTICIAS.COM
lun 8 dic 2014 11:59
Tabesa, propiedad del presidente paraguayo Horacio Cartes, distribuye seis de las marcas de cigarrillos que más se venden de forma ilegal en México.
El contrabando de tabaco en México es un fenómeno que lleva varios años y tiene muchos orígenes. Pero a diferencia de otras marcas, de países como Vietnam o Indonesia donde no hay datos ni direcciones, las de Paraguay son rastreables completamente.
En el anverso de muchas de las cajetillas paraguayas confiscadas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris): llevan la leyenda “Producido en Tabacos del Este SA”. Dirección: Ybyrá Pita y Mandarinas-Villa Conavi II.
Esta es la compañía propiedad de Horacio Cartes, el presidente número 56 de Paraguay, quien participará esta semana en la Cumbre Iberoamericana en Veracruz, dueño del Club Libertad. Uno de los hombres más ricos de su país y cuya corporación, presume en su sitio de internet, “está en constante crecimiento”.
En julio pasado, la Cofepris emitió alertas para las siguientes marcas de la empresa de Cartes: Ibiza, Laredo, San Marino, San Marino Rojo, San Marino Verde y Palermo. En México, sus productos alimentan algunas de las organizaciones criminales, afecta al erario nacional y pone en jaque los esfuerzos por reducir el consumo de tabaco entre la población.
“Una de las preocupaciones principales es su bajo costo, de 10 pesos por cajetilla, lo que les hace más accesibles a sectores altamente vulnerables, como adolescentes y niños", dijo Álvaro Pérez, comisionado de Operación Sanitaria de la Cofepris.
Embarques de cigarrillos de la cigarrera Tabesa han sido descubiertos por la Cofepris y la Procuradoría General de la República (PGR) en Mazatlán, Veracruz, Ciudad Juárez, Chetumal, incluso en el Distrito Federal (en Tepito es fácil encontrar las marcas de Tabesa. Son de las más baratas y populares).
Se estima que la empresa paraguaya acapara entre 2.5 y 7% del mercado clandestino de cigarrillos en México, afectando las finanzas públicas con 5 mil millones de pesos anuales, y representando una fuente de ingresos para el crimen organizado, como Los Zetas y el cártel de Sinaloa.
Álvaro Pérez menciona que después de las asiáticas, “las cajetillas de origen paraguayo son las más comunes” en México. Las cifras que reporta Paraguay abren el espacio a la duda de por qué ese país produce mucho más de lo que necesita: las fábricas paraguayas elaboran 67 mil millones de cigarrillos al año, pero sus fumadores solo consumen 2.7 mil millones.
¿Adónde va el resto de los cigarrillos de Cartes? La respuesta, dicen sus críticos, es que al mercado negro. Miles de millones de cigarrillos surgidos de las líneas de producción de Tabesa han sido descubiertos en Argentina, Brasil y Colombia en la última década, lo que ha llevado que las acusaciones de que Cartes es un beneficiario del contrabando crezcan. Y ahora, en México.
Al mandatario paraguayo los medios brasileños le llaman “el emperador del humo”. En 2009, la DEA de Estados Unidos lo investigó por lavado de dinero y contrabando de tabaco desde Paraguay a la Unión Americana.
Un cable dado a conocer por Wikileaks, fechado el 5 de enero de 2010, da una idea de la opinión que hay en Washington sobre el presidente paraguayo: “se ha decidido introducir un segundo agente infiltrado en el círculo Cartes y sus lugartenientes (…) para desmantelar exitosamente su cártel”.
Con información de Milenio Diario
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- Por Dr. Jorge David Figueredo- Director de Antimafia Dos Mil Paraguay-
El Paraguay fue un país que en el siglo XIX alcanzo un desarrollo superior que Rusia, Japón o cualquier país latinoamericano de la época. Luego desde 1865 al 1870 nos impusieron la guerra de la triple alianza, más conocida como el genocidio americano, donde el 70 % de la población fue literalmente asesinada. ¿Pero qué había hecho el Paraguay para merecer de parte del imperialismo ingles tamaña masacre? ¿Que hicieron los gobernantes de aquella época para que todo un imperio haya utilizado a países hermanos como Argentina, Brasil y Uruguay para aniquilar a una nación?.
Cuando me refiero a esta guerra imperialista, no es solo porque Inglaterra deseaba impedir el desarrollo económico autónomo del Paraguay, como nos describen los historiadores, sino por qué el plan de los poderosos de la época era exterminar genética y culturalmente a este desconocido país de América del sur.
Mientras casi la mayoría de los países americanos estaban en el subdesarrollo económico y cultural, al ser dependientes de la metrópolis británica en lo político, económico, y sobre todo cultural, el Paraguay se estaba convirtiendo en un mal ejemplo para la región y el mundo. El capitalismo empezaba a posar sus garras en todo el orbe. Esto significaba apoderarse de las riquezas naturales de los pueblos y de la ingeniería financiera, para estafar a los estados económicamente, con la creación de los bancos. Significaba implantar la guerra cultural: matar todo atisbo de pensamiento autónomo y crítico, que se da con la persecución de los que hablaban cualquier idioma nativo como el guaraní, y con la desculturización de las naciones con la imposición de ideas, música, literatura e instrucción formal, que no solo chocaban con la idiosincrasia de los pueblos de América sino que además atentaban con la manera de ser y de vivir de la gente.
En Paraguay se estaba consolidando un desarrollo económico, sustentable como diríamos hoy, en equilibrio con la naturaleza pero sobre todo con el ser. Es decir un desarrollo integral donde el idioma guaraní, hablado por la mayoría del pueblo paraguayo, había adquirido una evolución milenaria que tenía una cosmovisión espiritual y que sigue teniendo hasta hoy, basado en la verdadera libertad, igualdad y fraternidad, mucho antes de que fuera enarbolada por los revolucionarios franceses.
El Paraguay no solo era rico en lo económico. Sobre todo poseía altos valores espirituales que no se circunscribía a una religión determinada, sino que se reflejaba en su música, la literatura, el folklore, las costumbres, en el trato social y en la igualdad en que se desenvolvía la gente. Pero sobre todo se evidenciaba en el dulce y profundo idioma guaraní, libre de ataduras mercantilistas, consumistas y sobre todo de la criminalidad organizada, que ya se estaba gestando en esa época, impulsada por el imperialismo inglés. Con el correr de las décadas, al tomar la posta el imperialismo norteamericano se consolidaría un sistema criminal que no solo ha apoyado a las dictaduras latinoamericanas sino que ha creado los mecanismos institucionales y político-ideológicos, para que la corrupción, la miseria, el analfabetismo político y la ignorancia se masifique en toda nuestra sociedad por medio de los medios comerciales de comunicación, la instrucción formal no significativa, y la promoción del vaciamiento de todo lo ético, cívico y de valor cultural que tenga el pueblo. De esa manera, con el correr de los años, se fue construyendo toda una cultura de la ilegalidad; que es la base fundamental por medio del cual el crimen organizado y la mafia misma fue creciendo en la época de la dictadura del general Alfredo Stroessner, y que en la actualidad se ha consolidado dentro del Estado paraguayo.
Y cuando afirmo que la mafia se ha consolidado no me refiero simplemente a los criminales organizados que se organizan militarmente para traficar drogas, armas, vehículos, cigarrillos, órganos, y todo tipo de productos que tenga mucho valor en el mercado, ya sea utilizando la fuerza y el homicidio para el cumplimiento de sus fines. Sino que estoy señalando a la mafia de un nivel tan alto, que llega hasta los tres poderes del estado: legislativo, ejecutivo y judicial.
Una mafia que tiene una estructura político-financiera tan poderosa que es capaz de construir un poder paralelo, oculto a lo legal-institucional del estado. Un poder criminal como decía el Juez italiano Giovanni Falcone donde existen mentes refinadísimas que controlan todo el territorio nacional. Y como afirmaba el sociólogo Umberto Santino -uno de los más destacados expertos internacionales en criminalidad organizada- valiéndose del uso político de la violencia, con los llamados delitos político-mafiosos, como el asesinato, hace ya más de 20 años, del General Rosa Rodríguez, ex ministro antidrogas de la SENAD, de Santiago Leguizamón y ahora, en el mes de octubre, del periodista Pablo Medina, citando los casos más emblemáticos.
¿Por qué sostengo que estos asesinatos no son homicidios comunes del crimen organizado sino delitos político-mafiosos?. Porque como sostienen algunos estudiosos del fenómeno mafioso como Santino, “por la finalidad que ellos persiguen: obedecen a exigencias globales de los grupos mafiosos y constituyen una pesada intervención sobre el marco general, en el sentido de que apuntan a paralizar procesos que pueden desarrollarse peligrosamente para los mafiosos y sus aliados y a provocar dinámicas favorables.” Es decir, en este tipo de delitos existe una convergencia de intereses con otros sujetos entre diversos actores: hombres del estado en connivencia con hombres de la mafia.
El estado paralelo desviado, en connubio con la mafia, se alía para eliminar a personajes incómodos ya sea de la política, del periodismo, del campesinado y de la clase obrera, o a cualquier ciudadano que se atreva a desenmascararlos, a evidenciar sus crímenes. Crímenes que pueden llegan a afectar a los más respetados “Señores” de nuestro país. Entonces, a esos personajes que incomodan los silencian con balas, al no poder comprar sus conciencias con dinero.
Es lo que ocurrió históricamente en el Paraguay, y el último asesinato de Pablo podemos circunscribirlo dentro de esta hipótesis. Medina empezaba a revelar sistemáticamente el modus operandi de grupos criminales del crimen organizado. Estaba descubriendo la interna de esos grupos y contaba con suficiente información que podría afectar a políticos, a personajes de las instituciones del estado, hasta llegar a los más poderosos empresarios del Paraguay, donde la mayor parte de sus riquezas es producto de sangre, lavado de dinero, etc.
Pero los antecedentes de esta alianza criminal estado-mafia en el Paraguay no es nueva, como precedentemente ya hemos mencionado. En el denominado periodo liberal, luego de la guerra de 1870, que nació justamente de los despojos de todos los paraguayos es donde se empezó a incubar lo que hoy en día constituye la mafia verdadera, en matrimonio con hombres de las instituciones del estado. Desde aquella lejana época se empezó a construir todo un sistema criminal para embrutecer y mantener en la ignorancia a la mayor parte de los paraguayos, controlarlos política, social y económicamente.
Lo que conocemos como el Estado Constitucional paraguayo tuvo su origen luego del genocidio del pueblo paraguayo, el que fue víctima de una conspiración internacional, donde tuvieron protagonismo no solo las fuerzas militares de tres países latinoamericanos, además del imperio inglés, sino sobre todo ese poder factico, llamado antes poder oculto, hoy mafia que en nombre de la libertad, la paz, los derechos políticos y económicos buscó exterminar a todo un pueblo sencillo, noble y digno. Pero no pudo lograrlo, porqué éste supo resistir con sus valores morales y culturales a esa invasión.
Los paraguayos debemos imitar a los ciudadanos sicilianos, y a todos los luchadores que en toda Italia están peleando una guerra civil contra el crimen organizado y la mafia. Pero no pensemos que esta guerra solo se está dando en Italia. Aquí también están cayendo o han caído asesinados compañeros y hermanos nuestros en ideales como PABLO MEDINA, pero antes, SALVADOR MEDINA, SANTIAGO LEGUIZAMON, ROSA RODRIGUEZ, y otros tantos mártires que han dado la vida por la Justicia.
Salgamos de nuestras casas, de la comodidad de nuestras butacas y empecemos a manifestarnos en las calles, en los colegios, en las universidades, en las asambleas de los sindicatos, en las organizaciones civiles y sociales; contra las mafias: militar, política y sobre todo económica. Si no lo hacemos hoy no solo la democracia y el estado de derecho no va a existir más, sino dentro del Paraguay se va a consolidar el ESTADO-MAFIA y ya no seremos una República como dice nuestra Constitución sino nos convertiremos en un país sin patria, sin identidad cultural, sin territorio pero sobre todo sin dignidad, sin coraje, sin derecho a existir como comunidad políticamente organizada, que es el Estado dentro de la legalidad.
Para evitar que seamos carcomidos totalmente por la mafia, la única vía que nos queda es iniciar todos los paraguayos unidos, sin distinción de banderías políticas o religiosas una gran cruzada por la verdadera libertad, igualdad y fraternidad que solo se dará, si ya no somos condicionados ni por el crimen organizado ni por la mafia.
Por ello es preciso y vital una Revolución Civil, Cultural; una Educación a la Cultura de la Legalidad que sea transversal a toda la sociedad, y que produzca un cambio de conciencia. Solo así saldremos victoriosos sobre el mal mayor que es la mafia, fuente de toda inequidad, injusticia , pobreza, abismo, y sobre todo muerte.
Finalmente, el gran desafío que tenemos los paraguayos en la actualidad es seguir el ejemplo de hombres como Pablo Medina, y denunciar, revelar, difundir los hechos criminales de los mafiosos en forma sistemática y permanente hasta su total fin; exigiendo y promoviendo como ciudadanos, por medio de manifestaciones en la calle, los teatros, los colegios, universidades, dentro de las organizaciones civiles, sociales e incluso religiosas, que la mafia sea expulsada fuera del Estado paraguayo, donde la información clara, honesta y ética será el arma fundamental de todos los compatriotas para vencer al mal de todos los males: la mafia.
8 de Diciembre de 2014
- Al renunciar el Ministro Víctor Núñez fue como dar validez a las denuncias de Pablo Medina-
-Por Jean Georges Almendras, Director Antimafia Dos Mil Uruguay-
En la Plaza de la Democracia de Asunción del Paraguay, en el atardecer del día martes 18 de noviembre de este 2014, dos carteles pendían de una de las barandas del descanso superior, frente al escenario montado para la movilización convocada por periodistas alineados en Antimafia Duemila pidiendo justicia para Pablo Medina. Los carteles decían nítidamente: “Juicio Político a Víctor Núñez”. Trece días después, el 1ero de diciembre, el oficialismo fijaba el día 11 diciembre como fecha de inicio del juicio político a la Corte Suprema de Justicia, tal el anuncio hecho por el diputado Ramón Romero Roa quien recalcó que la medida de enjuiciamiento, a través de un libelo acusatorio, se aplicaría sobre 4 ministros de la máxima corporación judicial, estando entre ellos el mismísimo Víctor Nuñez, acusado oportunamente de estar vinculado con el narcotráfico y de irregularidades en el desempeño de sus funciones. Veinticuatro horas después, el velo de la hipocresía política se elevaba por sobre los cielos de Asunción al conocerse oficialmente, que Nuñez presentaba su renuncia a su cargo de Ministro. Según él, porque: “yo nunca estuve apegado al cargo”; “Si se vota en la Cámara de Diputados y hay mayoría para juicio político, ese día yo voy a renunciar”: “Porque prefiero someterme a una audiencia pública, antes que a un juicio político”; “Porque yo lo que más quiero es dejar este infierno”; “Porque es un circo el juicio político”. Y por si fuera poco, prácticamente un mes antes de renunciar a la Corte Suprema denunció una conspiración en su contra. “Acá hay tres políticos que siempre me están persiguiendo: Luis Alberto Wagner, Tito Saguier y Blas Llano” dijo Núñez a los periodistas en una conferencia de prensa en la que anunció, que no se sometería al juicio político. Esto era el 4 de noviembre pasado.
En ocasión de la movilización ciudadana de la Plaza de la Democracia, el director de Antimafia Duemila, Giorgio Bongiovanni, le increpó públicamente, a través de los canales de televisión que cubrían el evento, diciéndole: “Señor Ministro, retírese. Yo le creo más a mi amigo Pablo, que decía que usted es amigo de los narcos, y no que Pablo escribiera falsedades. Usted ofende la Constitución de su país”. ¿Ironía del destino. ¿Casualidad? Lo cierto es que Nuñez se sintió acosado públicamente por el periodismo libre y por el sistema político y la opinión pública que se desbordó en acusaciones, y pues entonces tiró la toalla. ¿Y el que tira la toalla en esta contienda, otorga?. Pablo Medina, entonces, tenía razón, cuando denunciaba que Víctor Núñez, en su calidad de Ministro de la Corte, había intervenido para favorecer al intendente, Vilmar Acosta, vinculado al narcotráfico.
La renuncia de este oscuro personaje, Víctor Núñez, que tuvo la osadía y la desvergüenza de llegar a decir, a poco del crimen de nuestro colega y amigo Pablo Medina, que éste se dejaba llevar por la ligereza y que escribía sobre lo que no conocía, pauta a las claras, que estaba desviado o que sencillamente nunca fue honesto, ni como funcionario del Estado paraguayo ni como ciudadano. ¿Sus apreciaciones y sus acciones demostrarían que toda su carrera judicial nunca estuvo distante de la ya corrupción?¿ Tomar distancia del Juicio político no sería ya una respuesta?¿Calificar el juicio político de un circo no sería quizás una manera elegante y desafiante de poner una cortina de humo sobre su proceder en el cargo que dejaba? ¿Aseverar que hay una conspiración en su contra no sería igualmente una provocación para todos quienes lo señalaron con el dedo?.
En concreto, Víctor Núñez se salió con la suya. Y como diría uno de los titulares del diario digital “Hoy”, de Paraguay: “Núñez renunció para zafar del juicio político”. Y es efectivamente lo que aconteció. Sin más vueltas.
Conocida la decisión de dejar el barco de la Corte Suprema, ahora ya náufrago y a la deriva, Víctor Núñez, de 72 años de edad, seguramente debe estar recordando en su lugar de residencia los maravillosos días en que sentado en el cómodo sillón de su despacho administraba justicia y hacía oídos sordos a un entorno que ya lo sindicaba como un hombre poderoso que no hacía mucho por despojarse de ciertos vínculos non santos.
¿Acaso fue una conspiración política sin fundamento que el directorio del Partido Radical Auténtico haya tomado la decisión de impulsar el juicio político en contra suyo por “una serie de casos particulares que encajan perfectamente bajo el concepto de mal desempeño de sus funciones” según declaraciones del titular de ese partido, Miguel Abdán Saquier?¿Fue una conspiración sin fundamento que la prensa paraguaya haya puesto en tela de juicio el nombre de Núñez, ya en el 2007, cuando fue sancionado por el Tribunal de Ética del Poder Judicial por haberse mostrado con “Calé” Galaverna durante su cumpleaños?.
Todos los paraguayos saben que Núñez –como muchos en la función pública- tiene a todo un clan de familiares en el Poder Judicial y que el último escándalo en el que se vio involucrado estuvo relacionado con una denuncia por doble nacionalidad, nada menos que de Vilmar “Neneco” Acosta, denuncia que había sido presentada por un oponente político que terminó muerto.
Desde el 16 de octubre todos los paraguayos fueron informados por los medios de comunicación que un periodista llamado Pablo Medina, de 53 años, había sido asesinado a balazos en un apartado camino rural de la zona de Ipehju, en Villa Ygatimói, en Curuguaty, corriendo igual suerte una asistente suya: Antonia Almada, de 19 años. También, desde ese momento, todos los paraguayos (y todos los ciudadanos de la región y del mundo entero) fueron informados que los autores materiales e intelectuales del doble crimen tenían nombre y apellido: Vilmar “Neneco” Acosta, autor intelectual (y por si fuera poco Intendente de la ciudad de Ypehju); su hermano, Wilson Acosta y el sobrino de ambos, Flavio Acosta, autores materiales de los asesinatos; y Arnaldo Cabrera, chofer, cómplice de los hechos. Vilmar Acosta, era un funcionario público. Una persona que no solo debía estar bastante a distancia de este tipo de ataques, sino que además no tenía que estar vinculado con elementos del crimen organizado. Pero la situación era en contrario: “Neneco” era (y es) un referente del narcotráfico operativo en la región y un confeso enemigo de Pablo Medina. Y más tarde su victimario. Su asesino.
Apenas 19 días de cercenarse las vidas de Pablo Medina y de Antonia Almada, salvándose milagrosamente en el ataque su hermana mayor Ruth (que se convirtió en la único testigo de los asesinatos) el entonces Ministro de la Corte Suprema, Víctor Núñez, cargó contra Medina como un delirante, solo porque quien ya se encontraba exánime y sepultado en una muy humilde tumba de un cementerio cercano a Curuguaty tiempo atrás lo había denunciado públicamente como un personaje que desde el sitial del Poder había intervenido para favorecer al narco intendente Vilmar Acosta, en varios casos.
En una conferencia de prensa, que demandó dos horas, visiblemente ofuscado y con el rostro desencajado, y levantando nerviosamente con su mano izquierda una de las publicaciones de Medina lanzó el primer misil en su contra: “Con el respeto que me merece, Pablo Medina era un periodista que se dejó llevar por la ligereza, escribía lo que no sabía y entró en contradicciones”.
¿Por qué tanto encono con Medina? ¿Será porque Medina, como periodista muy conocedor de la zona de Ypehjú, venía sacando a relucir los trapos al sol, dando cuenta de todos los connubios (sutiles y descarados) entre Núñez y el crimen organizado? ¿Será porque Medina ventiló en sus artículos, por ejemplo, que Núñez intervino personalmente en el Tribunal de Saltos del Guaira para agilizar la liberación de Vilmar Acosta días antes de las elecciones municipales en 2010, siendo que el mismo había sido detenido tras encontrarse restos humanos en el patio de una vivienda de su familia?¿Será porque Medina había dicho, a los cuatro vientos, que el ex intendente Julián Núñez (quien también habría sido asesinado por Acosta) había solicitado la nulidad de la candidatura de “Neneco”, por tener doble nacionalidad, tras tener rechazos en el Tribunal Electoral de Alto Paraná y el tribunal Superior, recurrió a la Corte, donde fue dilatado el pedido hasta nuestros días? ¿Será porque fue Núñez quien tuvo mucho que ver con esa maniobra? ¿Será que Medina no estaba equivocado al denunciar, además, que Núñez también habría favorecido a unos narcotraficantes que invadieron la Reserva del Mbaracaju constgruyendo una pista clandestina de aviación cerca de una plantación de marihuana?.
Víctor Núñez fue mucho más cruel en sus apreciaciones. Fue mucho más directo, en aquella conferencia de prensa en la que buscó colocarse en la mejor posición, a espaldas de un muerto que lloraba todo el Paraguay.
Con el desparpajo propio del letrado que busca convencer a la audiencia, Núñez aseveró:”Lastimosamente se está queriendo aprovechar y negociando sobre el cadáver de un prójimo, están haciendo festín sobre su cadáver para buscar perjudicar a mi persona”
No creemos que sea así. Nos toca el turno, ahora, preguntarnos ¿Quién es Víctor Núñez para hablar con tanta autoridad moral sobre las denuncias de Pablo Medina? ¿Puede este funcionario del Estado paraguayo atreverse a cuestionar las verdades que un hombre de bien lanzó a la opinión pública con el costo de su vida?.
Me parece que Víctor Núñez hizo trizas ya esa muy remota posibilidad, solo por haber logrado zafar del Juicio Político, renunciando a su cargo en la Corte Suprema de Justicia. Muchas chances para reivindicarse, creo que ya no tiene. Para hacerlo tendrá que demostrar lo contrario a lo que fue denunciado por Medina. Y eso, mucho dudo que vaya a ocurrir.
Pero ahora retomemos la pregunta ¿Quién es Víctor Nuñez?.
El periodista Víctor Franco Novarecci responde esa pregunta en un artículo publicado en ABC Color el día 7 de noviembre de este 2014, a tan solo 22 días del fallecimiento de Medina y de Almada.
“Víctor Manuel Rodríguez es tal vez el Ministro de la Corte Suprema de Justicia más cuestionado debido a que siempre su nombre salta cuando se habla de expedientes en los que se mueven grandes intereses. Desde hace casi tres años viene amenazando con renunciar a su cargo en la máxima instancia judicial, que es inamovible” ha escrito Novarecci en ABC Color.
Y agrega: “Nuñez hizo carrera judicial pasando por varios cargos, como ser juez y camarista, y llegó a la Corte Suprema en 2003. Actualmente integra la Sala Constitucional y es responsable de las circunscripciones judiciales de los departamentos de Amambay y Canindeyú”.
Pero la carrera profesional de Núñez tiene un color verdaderamente repulsivo, a juzgar por las apreciaciones del colega Novarecci, porque en su artículo trae a la memoria temas poco cómodos para el ex Ministro de la Corte Suprema, y bastante irritantes para nosotros, y para cualquier ciudadano paraguayo.
Escribió Novarecci: “Muchos vientos de cambios ya soplaron sobre el ministro, sin embargo ninguno fue tan fuerte, ni siquiera para despeinarlo, ya que supo moverse en círculos influyentes de poder, que lo atornillaron a su sillón ministerial. Uno de esos círculos es el que lo liga al senador Juan Carlos Galaverna, y a cuyo cumpleaños acudió en reiteradas ocasiones. Sin rubor alguno Víctor Núñez, posó en fotografías en los gigantescos festejos que suele hacer el político colorado, en su natal Ypacaraí. La indignación colmó el vaso y el Tribunal de Ética del Poder Judicial, para tratar de calmar las críticas, decidió sancionar a Víctor Núñez en el 2007 por su exposición pública en el cumpleaños de “Cale”. Sin embargo, pese a lo grave del hecho la situación no pasó de un simple estirón de orejas”.
También, por aquel 7 de noviembre, en el diario ABC Color, el más importante del Paraguay y del que Pablo era su corresponsal en el interior del país, Novarecci informaba: “Pese a demostrar públicamente su amistad con Galaverna, el ministro Núñez, nunca se apartó de entender en los casos en los que el político estuvo inmerso. El último caso se refiere al amparo que promovió el senador, para que un vídeo en el que se lo ve con unas mujeres, aparentemente en sesiones de sexo, no fuera difundido por los medios. Este caso llegó a la Corte y uno de los que falló a favor de “Cale” fue su amigo Núñez”.
La crónica de Novarecci no ignora el caso conocido como el robo del siglo a la Caja de Jubilados de la Binacional Itaipú (Cajubí). En un expediente en el que se habla de un desvío de 150 millones de dólares, también emerge la figura de Víctor Núñez.
“El principal imputado y acusado es Víctor Bogado Núñez, sobrino del ministro y para que este caso pudiera ser elevado a juicio oral y público, los abogados de Cajubi tuvieron que librar una lucha titánica para ir sorteando las innumerables “chicanas” que aparecieron”, prosigue el periodista de ABC Color.
“También el abogado Héctor Rodas, yerno de Núñez, defendió a uno de los procesados en este caso, pero ni con eso se pudo parar el inexorable destino del caso a juicio. Como último intento por torcer la justicia se conformó un tribunal a medida para este juicio” se consigna en la crónica de Novarecci.
Por último se informa que “Las juezas Mesalina Fernández, Gloria Hermosa y Liza Battilana fueron designadas como las que se encargarían de llevar adelante el juicio oral y público que está fijado para mayo de 2015. Sin embargo, las primeras dudas sobre la imparcialidad del juicio se dieron cuando la jueza Gloria Hermosa no se apartó del caso, teniendo en cuenta que ella por muchos años fue funcionaria del Dr. Víctor Núñez en la Corte Suprema. Fue su secretaría y relatora, cuando uno de los procesados es sobrino de su exjefe, y debía renunciar, pero no lo hizo.”
¿En cuanto al narcotráfico?. Novarecci reseña este aspecto de una manera muy peculiar: “Ahora el caso más reciente es la aparente protección que Víctor Núñez le dio por mucho tiempo a grupos mafiosos que operan justamente en una de las jurisdicciones que están a cargo del ministro de Corte, la zona de Canindeyú. Núñez llamó a una conferencia de prensa para tratar de deslindar su responsabilidad en el apañamiento de narcotraficantes que ajusticiaron al periodista Pablo Medina. El ministro de Corte se mostró muy nervioso ante las acusaciones en su contra, pero disparó contra varios sectores (prensa, políticos y otros) para tratar de deslindar su responsabilidad. Retó a los políticos a que traten de someterlo a un juicio político y después dijo que ese era un “circo” y que no se iba a prestar al mismo. Luego apeló a un recurso que al parecer está de moda, que es volcarse al lado místico y dijo que se mantenía en el cargo, solo por un designio de Dios. Es evidente que Víctor Núñez no va a renunciar por más presiones que reciba y por más pruebas que se exhiban en su contra. La única salida que queda es el juicio político o que por intermedio divino el ministro reciba la orden de Dios de dar un paso al costado”.
No obstante, a comienzos del mes de diciembre Víctor Núñez presentó la renuncia con bombos y platillos. Y como diría mi colega Erika Pais, en un escrito reciente, tal vez optó por ese camino porque se miró en el espejo y descubrió que el Dios con el que hablaba y que le hizo decir al pueblo Paraguayo “Dios me puso en la Corte Suprema y estaré aquí hasta el día en que Dios quiera”, seguramente no es el mismo Dios. Es otro. Es el que lo expulsó de la Corte Suprema. Es el Dios justiciero, no el suyo que era a imagen y semejanza.
Con la renuncia de Núñez sobrevino el final de una etapa y el comienzo de otra. No menos compleja. La etapa en la que se van dibujando los planos para hallar la verdad. La etapa en la que se comienzan a correr los velos de la verdad. ¿Para que la verdad salga a la luz en forma descarnada y con la celeridad deseada? Tanto como eso, no creo, porque aún hay demasiados muros a derrumbar. Pero al menos, con un Víctor Núñez fuera de la Corte Suprema, la atmósfera será un poquito más diferente. Aunque coincidimos plenamente con la Presidenta de la Coordinadora de Abogados del Paraguay Katya González, cuando dice que “después de la renuncia de Víctor Núñez se respiró un aire más puro, esta renuncia oxigenó la atmósfera corrupta”, vemos que el aire todavía allí y en el Congreso, y en el Paraguay, sigue siendo viciado, denso, y nauseabundo. Mal que nos pese para los paraguayos y para los sudamericanos.
No son pocos los Víctor Núñez. No son pocos los Vilmar Acosta. No son pocos los corruptos dentro del Estado paraguayo y de su sistema político. No son pocos los terroristas del poder, avasallando y mutilando las esperanzas de los campesinos y de la libertad de expresión. Pero tampoco son pocos los Pablo Medina, porque estamos nosotros. Junto a ustedes, lectores, que no deben quedarse con el saber, sino que deben acompañarnos en la acción, oponiéndonos tenazmente al poder corrompido, y denunciándolo. Solo así podremos poner en falsa escuadra a personajes como Víctor Núñez aún a sabiendas de que nos lanzarán a boca de jarro ser víctimas de una conspiración.
La voz y la pluma de Pablo Medina fueron calladas a plomo. Una de sus asistentes –Antonia Almada- pago igual precio. ¿Acaso también nos callarán a nosotros? ¿Y a todos que como nosotros estrechamos brazos para cerrar filas y no dejar pasar al espíritu corrupto?. La hora del plomo mafioso comienza a desmoronarse. Pero dependerá de nuestra unidad. De nuestra valentía. De nuestra perseverancia. Y gracias a Dios que Víctor Núñez ya no está en la Corte Suprema de Justicia. Dios oyó sus ruegos y los nuestros ¿Será el mismo Dios? ¿Y no será que Víctor Núñez, al renunciar, terminó dándole la razón a Pablo Medina, sobre todas sus denuncias? ¿No será que el amigo de “Cale” Galaverna finalmente terminó colocándose la soga al cuello?
6 de Diciembre de 2014