PABLO MEDINA, PERIODISTA PARAGUAYO ASESINADO POR LA NARCO MAFIA
Es el tercer periodista muerto por sicarios del crimen organizado, en este 2014
Por Jean Georges Almendras
El periodismo mundial ha sumado otra víctima más a su extensa nómina de mártires de la información, por denunciar al crimen organizado y a los grupos mafiosos operantes en diferentes regiones de Sudamérica, de Europa y del Medio Oriente. Y si bien no todos los periódicos o medios de difusión del mundo han dado cuenta de este nuevo ataque a la libertad de expresión, el hecho concierne a todo el periodismo libre del planeta. Esta vez los hechos trágicos se desarrollaron en la República del Paraguay. La víctima ha sido el periodista Pablo Medina, corresponsal de ABC Color en la localidad paraguaya de Curuguaty, quien desde hace tiempo venía siendo amenazado por investigar la producción de la marihuana, obviamente regenteada por grupos narcotraficantes y mafiosos residentes de la zona. La noticia fue dada a conocer en horas posteriores al mediodía del jueves 16 de octubre de este 2014. Pablo Medina fue emboscado en su vehículo en el que además viajaba una mujer joven la que fue igualmente alcanzada por los proyectiles, ocasionándole la muerte. Pablo Medina era hermano de otro periodista –Salvador Medina- asesinado también por la mafia paraguaya en el año 2001.
En la redacción Uruguay de Antimafia Dos Mil, la noticia de la muerte de Pablo Medina conmocionó a todos sus redactores. Y personalmente no me puedo excluir de esta conmoción con sabor a ira. Conocimos a Pablo Medina en el año 2009, en oportunidad de un Congreso realizado en la ciudad de Rosario, Argentina. Conocimos a través suyo la historia de su hermano Salvador. Pablo nos habló mucho de la lucha constante de su hermano, contra los grupos mafiosos del Paraguay y nos narró los detalles de su muerte, por aquel 5 de enero de 2001. Y oportunamente nuestro director y fundador de Antimafia Duemila, Giorgio Bongiovanni, lo entrevistó para su revista italiana, entablándose con él un muy sentido vínculo, ligado estrechamente con la misma lucha. Con la misma causa, llena de riesgos y de obstáculos.
Del 2009 al 2014 han transcurrido solo cinco años. Sabíamos que Pablo Medina transitaba por senderos escabrosos. Los senderos por los que es frecuente el acecho del enemigo. Y cuando uno apoya y encuentra personalmente a estos luchadores de la verdad, como Pablo y su hermano Salvador, uno hasta piensa que ese apoyo podrá quizás distanciar aún más al enemigo. Pero la realidad nos tiene deparado otro rumbo. Un rumbo violento. Lamentablemente un enemigo más próximo que lejano.
Es lo que le ocurrió a Pablo Medina, de 48 años, en las primeras horas de la tarde del jueves 16 de octubre, cuando en su automóvil retornaba de hacer una cobertura en la zona de Crescencio González, distante unos 45 kilómetros de Curuguaty. En el vehículo viajaban su asistente Antonia Almada y una dirigente campesina. Durante el trayecto, al llegar a la zona de Colonia Itanaramí, en Villa Ygatimé detuvieron la marcha cuando otro conductor, desde un vehículo que les seguía, a corta distancia, les hizo señas con los faros. El automovilista descendió del auto y luego de acercarse a donde estaba Medina y preguntarle quien era él, ascendió a su rodado y se alejó de la zona. Minutos después, en un camino apartado, dos hombres interceptaron el vehículo de Pablo Medina para finalmente en cuestión de pocos segundos concretar el atentado.
Los dos desconocidos, portando armas de alto poder de fuego, balearon al periodista y los proyectiles alcanzaron también a la joven que lo acompañaba, Antonia Almada, que se hallaba ubicada en el asiento del acompañante. La tercera persona que se encontraba en el vehículo, que sería una dirigente campesina, felizmente no fue alcanzada por los disparos, pero sufrió un fuerte estado de shock.
Las armas accionadas por las manos criminales, ocasionaron graves heridas a Medina, especialmente a nivel de la nuca y del rostro. Su deceso se produjo prácticamente en forma instantánea. Por su parte, la joven Almada antes de perder el conocimiento atinó a pedir auxilio utilizando el celular del periodista pero segundos después caía muy mal herida junto al cuerpo del trabajador de la comunicación. De ahí en más el horror dominó a la joven que viajaba en el asiento trasero y que solo de milagro salvó su vida. Los asesinos, aprovechando esos primeros segundos de terror y de espanto se alejaron de la zona rápidamente tripulando una moto. A sus espaldas dejaban un hecho de sangre repudiable y feroz, cometido contra un periodista que nunca bajó los brazos ni su lucha contra el narcotráfico, no obstante haber sido frecuentemente amenazado de muerte. Cabe consignar que el periodista tenía por costumbre colocarse un chaleco antibalas y desde que las amenazas fueron dadas a conocer estuvo con custodia policial, la que le fue retirada –curiosamente- en el mes de setiembre.
Una vez que las autoridades policiales se constituyeron en la escena del hecho, además de constatar el deceso del periodista, procedieron a trasladar a la joven Almada a un hospital pero el operativo de asistencia demandó cerca de dos horas. La mujer lamentablemente dejó de existir a poco de ingresar al centro hospitalario. Los peritos entre tanto trabajaron en el lugar del atentado y allí ubicaron casquillos 9mm detonados y otros indicios que obviamente podrían ser útiles para la posterior investigación del doble crimen.
La noticia de la muerte de Pablo Medina se esparció por la región y la capital paraguaya en pocos minutos generando la indignación popular, pero especialmente entre los periodistas del diario ABC Color los cuales, aún conmocionados por la situación, realizaron una movilización relámpago frente a la Comandancia de la Policía..
Los periodistas exigieron la presencia del máximo jerarca de la Comandancia. Luego, otros colegas de otros diarios de Asunción se sumaron a la movilización y allí mismo se vivieron algunos momentos de tensión. Posteriormente, el Comandante Comisario Francisco Alvarenga optó por salir y dialogar con los periodistas manifestando que se iba a investigar el doble crimen y que él no iba a renunciar a su cargo. Entonces, los periodistas manifestantes no agotaron su movilización con esa respuesta. Profiriendo cánticos y consignas que relacionaban a la policía como involucrada en las acciones del narcotráfico, los periodistas decidieron ir en marcha pacífica por las calles de Asunción hasta el Palacio de Gobierno. Pero sobrevino el imprevisto. Efectivos de la Unidad Antimotines de la Policía con apoyo de un carro hidrante impidieron el paso de la marcha. Una fuerza policial de choque debidamente pertrechada para esas situaciones fue la respuesta que el Estado brindó a un grupo de periodistas indignados y hartos de toda la corrupción imperante en las filas gubernamentales. Y como se diría en una crónica periodística sobre este atentado, los periodistas en protesta no tuvieron otra alternativa que detenerse y mostrar a los cuatro vientos y a los policías antimotines allí formados, que ellos como trabajadores de la información portaban únicamente dos armas para enfrentarlos: bolígrafos y celulares.
“El silencio se apoderó de todos nosotros. El dolor superó a la razón. Nada puede explicar y justificar la muerte tan alevosa y cobarde de un ser humano. Más aún cuando en vida esa persona rindió tributo a la vida, a la libertad y luchó hasta el último segundo de su existencia contra la absurda y deleznable violencia” expresaron más tarde los corresponsales de ABC Color, en un documento que fue divulgado en toda la República del Paraguay, y en el mundo.
Y agregan: “El alevoso crimen, es una oportunidad para que en cada uno se renazca el compromiso por el cual decidieron abrazar el noble oficio del periodismo. Compromiso con nuestra patria, con nuestro pueblo, con nuestros compatriotas más desprotegidos que sobreviven en algún olvidado rincón de la geografía a merced de los bandidos”.
Finalmente los corresponsales de ABC Color, compañeros de Pablo Medina, concluyeron enfáticamente: “En este momento quisiéramos gritar a las autoridades para que cumplan con sus funciones, para castigar a los responsables, morales y materiales de este cobarde asesinato, sin embargo, nuestra esperanza choca con la triste realidad, que hoy las fuerzas del orden protegen más a los que viven fuera de la ley que a los ciudadanos honestos. Nos queda la fuerza y el compromiso de encender la llama de la libertad por la que el compañero Pablo entregó su vida”.
En el camino y en el horizonte de nuestra profesión se cosechan, a la larga o a la corta, los logros de una denuncia y de una lucha, que no por silenciosa, resulta perseverante e intensa. Y llega el tiempo en que se hace justicia. Pero también se cosechan enemigos. Enemigos que forman parte del poder. Que forman parte del Estado. Que forman parte del sistema. Un sistema corrupto. Un sistema condicionado por el poder de turno y por el dinero. Poderoso señor don dinero que compra almas y armas para que esas almas las hagan hablar. Siempre apuntando contra los más desvalidos. Siempre contra los más valientes. Siempre contra los que aman la libertad. Siempre contra los que escriben y hablan de las injusticias sociales, de las corrupciones y de los crímenes, denunciándolas y ventilándolas con sus autores, sin olvidar su nombre y su apellido. Denuncias que acarrean desolación y muerte. Denuncias que se oyen hace varias generaciones y en diferentes lugares. Denuncias que entorpecen la calidad de vida de quienes tienen el sartén por el mango. Denuncias que, para unos, no hacen otra que incomodar.
¿Cuántos periodistas y reporteros gráficos ya han muerto en el mundo por hablar o registrar en imágenes las deficiencias y las desviaciones de la comunidad humana y del Estado?. Quiero recordarle al lector que no pocos. Aquí y allá. En tiempos de dictaduras y en tiempos de “democracia”. En tiempos de democracias averiadas, hipócritas y minadas por el crimen organizado. Que cada día es más organizado, consigo mismo y con el Estado o con el gobierno con el que convive.
Retornando al Paraguay. ¿Cuántos periodistas han muerto en este 2014?. Pues con el crimen de Pablo Medina, ya van tres. El primero del 2014 fue Fausto Gabriel Alcaraz, muerto el 16 de mayo en el pueblo Pedro Juan Caballero, y el segundo fue Edgar Pantaleón Fernández Fleitas, muerto el 19 de junio en la ciudad de Concepción a unos 300 kilómetros de Asunción.
"Es el tercer colega en lo que va del año que estamos perdiendo en manos de la mafia. Son mafias que dominan impunes el país y el Gobierno no hace nada", ha dicho Santiago Ortiz el representante del Sindicato de Periodistas del Paraguay.
¿Habrá más muertos?. Ya no depende de nosotros, si eso es que lo que quieren, desde las filas del sistema. ¿Por qué?. Pues porque nosotros no bajaremos las revoluciones de nuestra profesión. Nosotros no cederemos a las presiones. Nosotros: en Sudamérica y en Europa y en el Medio Oriente, seguiremos una misma línea. La línea de la verdad. La línea de buscar la verdad. La línea de reclamar, dado el caso, justicia o la intervención de la justicia para aclarar o investigar lo que no se quiere jamás aclarar ni investigar. Como ahora: reclamar que la Justicia paraguaya intervenga sin desviaciones, para que el manto de la impunidad no cubra estas dos muertes y para que se halle a los culpables. Este ha sido un asesinato destinado a amedrentar. Destinado a implantar el terror. Habrá quienes se amedrenten. Habrá quienes se llamen al silencio. Nosotros no.
En nuestras salas de redacción de Uruguay, Argentina, Paraguay e Italia, los riesgos que se corren son muchos. Porque nuestros periodistas abordan temáticas que se comprometen con la sociedad y con las comunidades humanas. Porque nuestros periodistas piensan y actúan como Pablo Medina. Y como él no se amedrentó cuando lo amenazaron de muerte por primera vez. Pues nosotros tampoco. Aunque nuestros verdugos todavía estén en la penumbra. Quizás al acecho. Pero aún en la penumbra o en el anonimato. Y ese acecho cobarde, artero y mafioso, no nos afecta en absoluto, porque denunciar al sistema corrupto (que domina al mundo en muchos, pero muchos puntos del planeta) es honrar nuestra profesión y es honrar la vida. Pablo Medina, no podremos verte más, pero tus acciones y tus denuncias están más en nuestra sangre y de una forma que tú nunca, en vida, habrías imaginado. Señal de que tu sufrimiento, tu entrega y tu martirio no han sido en vano. Somos nosotros los que aún llorando tu ausencia, te agradecemos por haber vivido, con esa humildad que te caracterizaba y que te hacía más sabio.
Ahora no son tiempos de lamentos. Son tiempos de fortalezas. Porque cada una de estas bajas deben fortalecernos, para que unidos, los periodistas del mundo, podamos debilitar los cimientos de la maquinaria del poder mafioso enquistado en el sistema político y en la matriz financiera de cada uno de los países que adolecen de ese mal.
Seguir esa lucha, a diario, será el mejor homenaje que podamos hacer a Pablo Medina y a todos los colegas que en el ayer cayeron por la misma causa. Nuestra causa. Mucho más firme y mucho más extendida, sea en el Paraguay como en Italia, donde también la mafia y el Estado, en vínculo maligno, dejaron su tendal de muertos entre jueces, fiscales, carabineros, sacerdotes, políticos y periodistas. ¿Una mafia sin fronteras requiere una lucha sin fronteras? Si. Y urgentemente. Y además, se requiere una mayor conciencia ciudadana, de esa lucha. ¿Y hay una suficiente conciencia, de esa lucha?.
17 de octubre 2014
Más de 13 toneladas de marihuana fueron detectadas en el feudo del clan Acosta Marques, entre los distritos de Curuguaty, Villa Ygatimí y Ypejhú, en Canindeyú. / ABC Color
En una ofensiva llevada a cabo por agentes del departamento Antinarcóticos de la Policía y la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), se confiscaron en una semana más de 13 toneladas de marihuana, entre picada, prensada y semilla.
Los procedimientos se concentraron justamente en todos los puntos identificados en los que operaba la red dirigida por el ahora exintendente de Ypejhú, Vilmar “Neneco” Acosta Marques.
Algunas de las áreas intervenidas fueron la colonia Maracaná, en Curuguaty; las colonias 11 de Setiembre y Ca’aguy Porã, en Villa Ygatimí; la colonia Brítez Cue, que abarca el distrito de Corpus Christi, y toda la zona de Ypejhú, en la frontera seca con el municipio brasileño de Paranhos.
En este último lugar, precisamente, fue donde se confiscó la mayor cantidad de “macoña”.
Los antidrogas señalaron que, coincidentemente, casi todas las parcelas anuladas en Ypejhú eran financiadas por los hermanos Vidal Yuner, Wilson y Vilmar Acosta Marques, que se encuentran con orden de captura por el crimen de nuestro compañero Pablo Medina Velázquez y el de su acompañante Antonia Maribel Almada Chamorro, ocurrido el 16 de octubre pasado en la colonia Itanaramí del distrito de Villa Ygatimí.
El jefe del departamento Antinarcóticos de la Policía, comisario principal Bartolomé Báez López, advirtió ayer que este tipo de operaciones proseguirán en esa zona del país y que la directiva del comando institucional es clara con respecto a tratar de debilitar las finanzas de los narcotraficantes de la región, al eliminar sus plantaciones de droga, desmantelar sus centros de acopio e interceptar sus rutas de tráfico.
http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/detectan-mas-de-13000-kilos-de-droga-en-zona-de-crimen-de-pablo-1311526.html
NARCOTRÁFICO INYECTA DINERO PARA CAMPAÑAS ELECTORALES
2014-12-01 | ABC DIGITAL | Nacionales
Dinero para financiar campañas electorales, whisky, cerveza y agua para paladares exquisitos para suspender audiencias judiciales, visitas a penales de alta seguridad sin dejar huellas y planificación de ley para favorecer a criminales y que no terminen extraditados a países con penas más severas son algunos de los reveladores mensajes entre un narco y el diputado Bernardo Villalba en el 2011. Las interceptaciones a las que accedió nuestro diario se hicieron al celular del narco Carlos Antonio “Capilo” Caballero, considerado el principal proveedor de droga del peligroso Primer Comando Capital (PCC) del Brasil.
Febrero 2011. Los mensajes de texto cruzados entre el narcotraficante Carlos Antonio Caballero, alias “Capilo”, con el abogado y hoy día diputado Bernardo Villalba son reveladores.
Faltaba un mes para las internas de autoridades de la ANR en todo el país. Mientras, los organismos de seguridad del gobierno de Fernando Lugo hacían escuchas telefónicas a los principales narcotraficantes presos: Habían logrado suspender varias veces sus audiencias, seguían despachando enormes cargas de droga, según refería la Policía Federal brasileña... y preparaban con paciencia la aprobación de una ley para, en caso de terminar condenados, no ser extraditados al Brasil. Allí las penas son más severas.
La impunidad con la que se movían quedó asentada en textos. En ellos pedían y ofrecían financiamiento electoral, consignaban los montos y planeaban estrategias políticas. De lo que se escribían se puede colegir que eran varios los correligionarios que sabían de dónde salía la plata y que hasta se anunciaban públicamente los aportes. En entrevista dada a nuestro diario, el propio diputado Villalba reveló que la ayuda fue para refaccionar la seccional colorada de Concepción.
Los mensajes también detallan de qué manera ingresaban a las penitenciarías y ni registros quedaban.
Por un whisky
Un whisky con un costo aproximado a los un millón por litro, botellas de agua sofisticadas y cervezas para paladares exigentes eran ofertados a cambio de hacer suspender audiencias preliminares. Los narcos llegaron a conseguir suspender unas 14 veces o más sus audiencias antes de ser condenados recién este año, 5 años después de haber sido apresados en un operativo de la Senad.
Otro de los puntos revelados en el cruce de mensajes es cómo se congratulan por la primera posición pública que adopta el exdiputado oviedista José López Chávez en contra de la extradición.
Lenta y arteramente el parlamentario empezó a hablar de no extraditar a narcos paraguayos (o extranjeros nacionalizados) a otros países. En el primer mensaje con referencia al episodio se congratulan por el logro: “Nde calida chamigo”, le dice el actual diputado Bernardo Villalba al narco Capilo Caballero por lograr la simpatía de Chávez. En aquel entonces se hablaba de que los votos costaban US$ 15.000 por cabeza.
http://www.noticiassinfronteras.com/noticias_mas.php?id=4975
CLAN VILLALBA TEME QUE PRESOS EN CASO MEDINA LO COMPROMETAN
24 de Noviembre de 2014
MUEVEN INFLUENCIAS PARA LIBERAR A DETENIDOS POR MUERTE DE MEDINA
El clan Villalba tiene como prioridad liberar a los presuntos “narcosicarios”, detenidos actualmente en la cárcel de Cnel. Oviedo, ante el temor de que estos abran la boca y lo comprometan en la muerte de nuestro corresponsal en Curuguaty, Pablo Medina, y de la joven Antonia Almada.
De izq. a der.: Benito Ramón González, presidente de la circunscripción judicial de Canindeyú; Ramón Trinidad Zelaya, juez de liquidación y sentencia; Lorenzo Lezcano, fiscal antidrogas; Samuel Silvero Martínez, juez de garantías; y Luis Maidana, cónsul paraguayo en Guaíra; séptimo, la diputada Villalba, y octava la jueza Silvia Isidora Cuevas. / ABC Color
Conforme nuestras fuentes, el grupo de los Villalba, encabezado por los hermanos políticos colorados Cristina Villalba, diputada por Canindeyú, y Carlos “Cabrito” Villalba, intendente de La Paloma del Espíritu Santo, está moviendo sus influencias para sacar de la cárcel a los hermanos Cecilio Ramoa, Fermín Ramoa, además de Eliodoro Ramón Ibáñez y Carlos Marmolejo, quienes fueron detenidos por la Policía Nacional en operativos realizados entre la noche del jueves y madrugada del viernes 16 y 17 de octubre, respectivamente. El doble crimen de nuestro corresponsal en Curuguaty Medina y de Almada se produjo el 16 de octubre.
Los Villalba asimismo están por forzar el sobreseimiento definitivo de Pablo Rubén Jara González, procesado por narcotráfico, que se desempeña como jefe del Distrito 14 del MOPC en la zona de Curuguaty. Este funcionario del MOPC es el hombre de confianza del gobernador Alfonso Noria (ANR), quien le dio el visto bueno para lanzarse como candidato a la intendencia para el próximo periodo 2015-2020, pero habría recibido las instrucciones del ejecutivo departamental de que primero resuelva su problema con la justicia. Es por eso que supuestamente pidieron auxilio al clan Villalba para presionar a los jueces y fiscales de Curuguaty, refieren nuestras fuentes.
Según el informe de la Senad, durante un operativo del 14 de marzo de 2010, en un camino vecinal de la colonia La Morena, a unos 30 kilómetros de Curuguaty, se incautaron de 224 kilos de marihuana prensada. En el procedimiento fue detenido Jara González. El mismo transportaba la droga en un vehículo de color blanco. Los paquetes en forma de ladrillos estaban distribuidos en seis bolsas arpilleras.
Según los datos, el funcionario del MOPC quedó detenido en la sede de la Senad de Curuguaty, a disposición de un fiscal antidrogas, pero luego, ante la presión de los Villalba, fue liberado por el cuestionado juez Silvio Flores.
Buscaría blanquearse
Otra fuente nos aseguró que la diputada Villalba estaría buscando alguna estrategia para lograr blanquear su aparición en el cruce de llamadas, ya que ella se había comunicado con el prófugo exintendente colorado de Ypejhú, Vilmar “Neneco” Acosta, acusado de ser el autor moral de la muerte de Medina. Uno de los abogados de Acosta había dicho a un medio radial que su cliente llamó a la diputada para “coordinar” su entrega a la justicia, algo que no ocurrió. A Cristina la consideran madrina de “Neneco”.
http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/clan-villalba-teme-que-los-presos-en-caso-pablo-medina-lo-comprometan-1309226.html
Narcos. Villalba (i) y D’Ecclesiis (d), dos de los legisladores acusados de tener nexos directos con narcotraficantes.
En la Cámara Baja señalan que no pueden iniciar ninguna acción contra Marcial Lezcano, Bernardo Villalba y Freddy D'Ecclesiis mientras no exista un pedido de desafuero por parte de la Fiscalía.
Los diputados colorados Bernardo Villalba, Marcial Lezcano y Freddy D'Ecclesiis son tres de los legisladores nombrados como sospechados de tener vínculos directos con el narcotráfico y que incluso sus campañas electorales habrían sido financiadas por dinero mal habido. Los tres aparecen en la denuncia que hizo el Senado ante la Fiscalía.
A pesar de las pruebas de las presuntas conexiones proveídas por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), los tres legisladores seguirán ocupando sus bancas.
Esto debido a que para las autoridades de la Cámara Baja debe existir un pedido oficial de la Fiscalía para que los diputados sean desaforados para ser sometidos a investigación y, posteriormente, a los castigos administrativos que puedan aplicarles sus pares.
En varias ocasiones, el propio titular de la Cámara de Diputados, el colorado Hugo Velázquez, manifestó que desde la institución a su cargo no pueden hacer nada, ni suspender ni sancionar a sus colegas y mucho menos dejarlos sin los fueros mientras no exista una orden judicial que solicite el desafuero.
De esta manera, los diputados acusados de tener nexos con el narcotráfico seguirán gozando campantemente de los privilegios y las influencias que les otorga ocupar una banca en la Cámara Baja.
DENUNCIA. La Cámara de Senadores presentó días atrás la denuncia al Ministerio Público, donde se mencionan los nombres de políticos pertenecientes al Partido Colorado, señalados por la Senad como vinculados al narcotráfico.
Entre estos nombres figuran, a más de Lezcano (diputado por Amambay); Villalba, (diputado por Concepción), y D'Ecclesiis, (diputado por San Pedro), todos del movimiento Frente para la Victoria; a la parlasuriana cartista Concepción Cubas de Villaalta; al ex diputado concepcionero Magdaleno Silva; y al diputado suplente por Amambay, Carlos Rubén Sánchez, alias Chicharô.
La denuncia la realizaron después de una presentación pública hecha en el pleno de la Cámara Alta, ocasión en que presentaron pruebas contra los políticos de la ANR.
Las pruebas, en su mayoría son conversaciones telefónicas que los citados legisladores mantuvieron con narcotraficantes del norte.
Luis Rojas, titular de la Senad, mencionó que el informe presentado en el Senado sobre los políticos vinculados al narcotráfico es un cuadro de situación sobre varios casos judiciales abiertos y que tienen sustento en evidencias telefónicas.
DESMENTIDO. Los tres diputados desmintieron las acusaciones en su contra y en el caso de Villalba, incluso desafió al senador Arnaldo Giuzzio, quien fue el que hizo la denuncia, a que en una audiencia pública le demuestre su vinculación, más allá de lo laboral, con narcotraficantes.
Villalba admitió que defendió a personas en procesos de narcotráfico como Christian Villaalta, hijo de Concepción Cubas, y Jonathan Soligo, pero negó que ello constituya algún nexo o que pueda ser considerado traficante.
Víctor Raúl D'Ecclesiis, hermano del diputado, era propietario de un cargamento de cocaína incautado en una aeronave.
Águedo Lezcano, hermano del diputado Marcial, también cayó con cocaína líquida y fue liberado por agentes fiscales.
Lezcano tiene como suplente a Chicharô, quien estuvo preso por lavado de dinero, tiempo en que recibió constantes visitas de D'Ecclesiis y de Lezcano.
http://www.ultimahora.com/la-camara-diputados-no-hace-nada-sus-miembros-acusados-narcos-n852167.html
El coronel Felipe Orrego, en la sede de la fiscalía, donde prestó declaración el pasado jueves. / ABC Color
El militar habló a la fiscala Sandra Quiñónez de un teléfono que usaba Arnaldo Cabrera López, chofer y brazo derecho de Acosta.
El entonces intendente de Ypejhú le dijo al militar que cualquier problema lo llame a ese teléfono, dándole a entender que Cabrera siempre estaba a su lado y que le comunicaría de inmediato la llamada.
Cabrera también está procesado, en calidad de cómplice por el crimen ocurrido en la siesta del 16 de octubre en Villa Ygatimí, departamento de Canindeyú.
Pero la declaración del militar fue precedida por otros testimonios y documentaciones que señalaban que para las cuestiones consideradas importantes “Neneco” utilizaba esa línea telefónica.
Fue así que Acosta monitoreó el antes, el durante y el después del atentado a través de ese número de teléfono.
El asesinato fue ejecutado por Wilson Acosta Marques, hermano del exintendente y Flavio Acosta Riveros, sobrino de ambos, según las investigaciones.
A este elemento se suman otros como la querella que planteó Acosta contra Pablo, en la cual le advertía que quería solucionar civilizadamente las cosas.
Acosta se sintió acorralado y recurrió a la diputada colorada Cristina Villalba para que interceda ante la Fiscalía. Como no tuvo respuesta se fugó y abandonó su cargo de intendente.
http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/fiscalia-fortalece-evidencias-contra-vilmar-acosta-en-su-caracter-de-autor-intelectual-1311529.html