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Por Jorge Figueredo - Fiscal de Paraguay
 
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- Qué difícil es poder expresar con palabras el asesinato del  periodista Pablo Medina Velásquez,   comprometido en la lucha contra la mafia y la corrupción, en manos de sicarios, en la tarde de hoy 16 de octubre de 2014  mientras regresaba de una cobertura periodística en compañía de una joven mujer, Antonia Almada quién también falleció a poco de su arribo al Hospital Distrital de Curuguaty donde fue trasladada.
Qué difícil es poder expresar con palabras, el asesinato del periodista Pablo Medina Velázquez, cuando el que cae acribillado por las balas es un amigo y hermano, con quien he compartido el ideal de ver un Paraguay donde reine la JUSTICIA, libre de las ataduras de la mafia y la corrupción.    
Pablo Medina es un nuevo mártir no solo del periodismo paraguayo, sino  de la lucha contra la mafia en el Paraguay y en el mundo. Así como su hermano, el periodista Salvador Medina, quién fue muerto a manos del crimen organizado el 5 de enero de 2001, de nuevo la mafia a través de su brazo armado ha asesinado a un histórico y valiente periodista,  que siempre se caracterizó por su laboriosidad, constancia y entrega en su lucha para desenmascarar a los narcotraficantes, rollo-traficantes, corruptos,  policías, políticos y funcionarios públicos en general ligados al crimen organizado.

A Pablo Medina siempre le preocupó la actividad mafiosa en el departamento de Canindeyú,  vinculada e incluso operada por referentes políticos de todas las tendencias partidarias, y económicos, la mayoría de ellos pertenecientes al partido colorado, actualmente en el  Gobierno a través del presidente Horacio Cartes.            
Pablo Medina ha sido colaborador, y  lector asiduo del periódico Antimafia Dos Mil.  Ha participado incluso de Congresos Antimafia como el de Rosario en el año 2009. Ha sido entrevistado por Giorgio Bongiovanni, director de la Revista AntimafiaDuemila, y justamente está noche cuando pasaban las informaciones sobre su asesinato en el decano de la televisión nacional canal 9 tv cerro corá una de las fotografías más difundidas fue aquella foto que se tomó con Giorgio en Asunción-Paraguay donde él aparece sosteniendo el periódico antimafia abierto justo en la página donde se publicó un articulo recordando a su hermano Salvador Medina, también asesinado por la mafia.
La muerte de Pablo no ha sido una casualidad, sino que es un signo de que el Paraguay se está convirtiendo en una nueva Colombia o México donde la Mafia impera soberana por encima de todos los poderes del estado. Este asesinato es una evidencia más de que el Gobierno de Horacio Cartes ha creado las condiciones propicias para que el crimen organizado y la mafia no solo hayan crecido cuantitativamente sino sobre todo cualitativamente, y que la mafia  se haya casado con el Estado paraguayo. Más que nunca el asesinato de Pablo Medina es una muestra de que el ESTADO-MAFIA vinculado o aliado a la MAFIA-ESTADO es una dolorosa y terrible realidad en estos momentos en el país.
Si los ciudadanos paraguayos no despertamos en conciencia y unidos lo enfrentamos con seriedad, perseverancia y coraje, habrá muchas más víctimas que lamentar en el Paraguay
 
En estos momentos estamos en una situación igual o peor que la dictadura del General Alfredo Stroessner. Antes, los asesinos tenían caras, rostros al servicio del stronismo. Ahora los asesinos de la mafia que  matan a periodistas y campesinos sobre todo críticos al sistema imperante no tienen  identidad, y no me refiero solo a los sicarios sino a los patrones, a los ideólogos de los crímenes  y no van a dudar en seguir matando a cualquiera que los denuncie y desenmascare.
Solo si nos unimos y luchamos contra el flagelo de la mafia, éstas muertes van a  acabar y alguna vez la mafia como ha tenido un principio tendrá un final.          
 
Pablo Medina es un justo que ha dado la Vida, lo más preciado que tiene el hombre, en su lucha a favor de la Justicia y la Legalidad en un país donde la ilegalidad, la corrupción y sobre todo la mafia prevalece por encima de todas las instituciones del estado y es transversal a toda la sociedad. El ha sido  un luchador nato, autentico, integro que ha ofrendado su vida por todos nosotros ya que siempre buscaba la verdad y nunca ha retrocedido ante nadie, ni vendido su conciencia para publicarla.
Pero no debemos recordar a Pablo muerto porque él se encuentra en estos momentos más vivo  que nunca, nos ha dejado físicamente pero su ejemplo de trabajo, de lucha, de coraje, sus ideales estarán siempre con nosotros que trataremos de seguir sus huellas.
Gracias Pablo amigo y compañero de lucha porque con tu testimonio de vida nos has demostrado que eres un verdadero Hombre; que amaste verdaderamente a tu prójimo, a los niños, que te preocupaste siempre por el bienestar del pueblo,  fuiste y serás siempre el faro de luz que resplandece en la oscuridad de la noche, para guiarnos y acompañarnos  en esta guerra contra la mafia que es terrible pero que tendrá un fin gracias a personas como vos.  

JORGE FIGUEREDO CORRALES
Fiscal de Paraguay
Asunción- -Paraguay
16 de Octubre de 2014
 

PABLO MEDINA, PERIODISTA PARAGUAYO ASESINADO POR LA NARCO MAFIA
Es el tercer periodista muerto por sicarios del crimen organizado, en este 2014
Por Jean Georges Almendras

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El periodismo mundial ha sumado otra víctima más a su extensa nómina de mártires de la información, por denunciar al crimen organizado y a los grupos mafiosos operantes en diferentes regiones de Sudamérica, de Europa y del  Medio Oriente. Y si bien no todos los periódicos o medios de difusión del mundo han dado cuenta de este nuevo ataque a la libertad de expresión, el hecho concierne a todo el periodismo libre del planeta. Esta vez los hechos trágicos se desarrollaron en la República del Paraguay. La víctima ha sido el periodista Pablo Medina, corresponsal de ABC Color en la localidad paraguaya de Curuguaty, quien desde hace tiempo venía siendo amenazado por investigar la producción de la marihuana, obviamente regenteada por grupos narcotraficantes y mafiosos residentes de la zona. La noticia fue dada a conocer en horas posteriores al mediodía del jueves 16 de octubre de este 2014. Pablo Medina fue emboscado en su vehículo en el que además viajaba una mujer joven la que fue igualmente alcanzada por los proyectiles, ocasionándole la muerte. Pablo Medina era hermano de otro periodista –Salvador Medina- asesinado también por la mafia paraguaya en el año 2001.

giorgo-bongiovanni-y-pablo-medina-con-un-ejemplar-del 970 728 11472802En la redacción Uruguay de Antimafia Dos Mil, la noticia de la muerte de Pablo Medina conmocionó a todos sus redactores. Y personalmente no me puedo excluir de esta conmoción con sabor a ira. Conocimos a Pablo Medina en el año 2009, en oportunidad de un Congreso realizado en la ciudad de Rosario, Argentina. Conocimos a través suyo la historia de su hermano Salvador. Pablo nos habló mucho de la lucha constante de su hermano, contra los grupos mafiosos del Paraguay y nos narró los detalles de su muerte, por aquel 5 de enero de 2001. Y oportunamente nuestro director y fundador de Antimafia Duemila, Giorgio Bongiovanni, lo entrevistó para su revista italiana, entablándose con él un muy sentido vínculo, ligado estrechamente con la misma lucha. Con la misma causa, llena de riesgos y de obstáculos.
Del 2009 al 2014 han transcurrido solo cinco años. Sabíamos que Pablo Medina transitaba por senderos escabrosos. Los senderos por los que es frecuente el acecho del enemigo. Y cuando uno apoya y encuentra personalmente a estos luchadores de la verdad, como Pablo y su hermano Salvador, uno hasta piensa que ese apoyo  podrá quizás distanciar aún más al enemigo. Pero la realidad nos tiene deparado otro rumbo. Un rumbo violento. Lamentablemente un enemigo más próximo que lejano.

Pablo Medina con chaleco antibalasEs lo que le ocurrió a Pablo Medina, de 48 años, en las primeras horas de la tarde del jueves 16 de  octubre, cuando en su automóvil retornaba de hacer una cobertura en la zona de Crescencio González, distante unos 45 kilómetros de Curuguaty. En el vehículo viajaban su asistente Antonia Almada y una dirigente campesina. Durante el trayecto, al llegar a la zona de Colonia Itanaramí, en Villa Ygatimé detuvieron la marcha cuando otro conductor, desde un vehículo que les seguía, a corta distancia, les hizo señas con los faros. El automovilista descendió del auto y luego de acercarse a donde estaba Medina y preguntarle quien era él, ascendió a su rodado y se alejó de la zona. Minutos después, en un camino apartado, dos hombres interceptaron el vehículo de Pablo Medina para finalmente en cuestión de pocos segundos concretar el atentado.

Los dos  desconocidos, portando armas de alto poder de fuego, balearon al periodista y los proyectiles alcanzaron también a la joven que lo acompañaba, Antonia Almada, que se hallaba ubicada en el asiento del acompañante. La tercera persona que se encontraba en el vehículo, que sería una dirigente campesina, felizmente no fue alcanzada por los disparos, pero sufrió un fuerte estado de shock.
Las armas accionadas por las manos criminales, ocasionaron graves heridas a Medina, especialmente a nivel de la nuca y del rostro. Su deceso se produjo prácticamente en forma instantánea. Por su parte,  la joven Almada  antes de perder el conocimiento atinó a pedir auxilio utilizando el celular del periodista pero segundos después caía muy mal herida junto al cuerpo del trabajador de la comunicación. De ahí en más el horror dominó a la joven que viajaba en el asiento trasero y que solo de milagro salvó su vida. Los asesinos, aprovechando esos primeros segundos de terror y de espanto se alejaron de la zona rápidamente tripulando una moto. A sus espaldas dejaban un hecho de sangre repudiable y feroz, cometido contra un periodista que nunca bajó los brazos ni su lucha contra el narcotráfico, no obstante haber sido frecuentemente amenazado de muerte. Cabe consignar que el periodista tenía por costumbre colocarse un chaleco antibalas y desde que las amenazas fueron dadas a conocer estuvo con custodia policial, la que le fue retirada –curiosamente- en el mes de setiembre.
Una vez que las autoridades policiales se constituyeron en la escena del hecho, además de constatar el deceso del periodista,  procedieron a trasladar a la joven Almada a un hospital pero el operativo de asistencia demandó cerca de dos horas. La mujer lamentablemente dejó de existir  a poco de ingresar al centro hospitalario. Los peritos entre tanto trabajaron en el lugar del atentado y allí ubicaron casquillos 9mm detonados  y otros indicios que obviamente podrían ser útiles para la posterior investigación del doble crimen.

pablo-medina-formo-parte-del-equipo-de-abc-color-por-16 970 635 1147262La noticia de la muerte de Pablo Medina se esparció por la región y la capital paraguaya en pocos minutos generando la indignación popular, pero especialmente entre los periodistas del diario ABC Color los cuales, aún conmocionados por la situación, realizaron una movilización relámpago frente a la Comandancia de la Policía..
Los periodistas exigieron la presencia del máximo jerarca de la Comandancia. Luego, otros colegas de otros diarios de Asunción se sumaron a la movilización y allí mismo se vivieron algunos momentos de tensión. Posteriormente, el Comandante Comisario Francisco Alvarenga optó por salir y dialogar con los periodistas manifestando que se iba a investigar el doble crimen y que él no iba a renunciar a su cargo. Entonces, los periodistas manifestantes no agotaron su movilización con esa respuesta. Profiriendo cánticos y consignas que relacionaban a la policía como involucrada en las acciones del narcotráfico, los periodistas decidieron ir en marcha pacífica por las calles de Asunción hasta  el Palacio de Gobierno. Pero sobrevino el imprevisto. Efectivos de la Unidad Antimotines de la Policía con apoyo de un carro hidrante impidieron el paso de la marcha. Una fuerza policial de choque debidamente pertrechada para esas situaciones fue la respuesta que el Estado brindó a un grupo de periodistas indignados y hartos de toda la  corrupción imperante en las filas gubernamentales. Y como se diría en  una crónica periodística sobre este atentado, los periodistas en protesta no tuvieron otra alternativa que detenerse y mostrar a los cuatro vientos y a los policías antimotines allí formados, que ellos como trabajadores de la información portaban únicamente dos armas para enfrentarlos: bolígrafos y celulares.

“El silencio se apoderó de todos nosotros. El dolor superó a la razón. Nada puede explicar y justificar la muerte tan alevosa y cobarde de un ser humano. Más aún cuando en vida esa persona rindió tributo a la vida, a la libertad y luchó hasta el último segundo de su existencia contra la absurda y deleznable violencia” expresaron más tarde los corresponsales de ABC Color, en un documento que fue divulgado en toda la República del Paraguay, y en el mundo.
Y agregan: “El alevoso crimen, es una oportunidad para que en cada uno se renazca el compromiso por el cual decidieron abrazar el noble oficio del periodismo. Compromiso con nuestra patria, con nuestro pueblo, con nuestros compatriotas más desprotegidos que sobreviven  en algún olvidado rincón de la geografía a merced de los bandidos”.

Periodistas de ABC Color manifestando en AsuncionFinalmente los corresponsales de ABC Color, compañeros de Pablo Medina, concluyeron enfáticamente: “En este momento quisiéramos gritar a las autoridades para que cumplan con sus funciones, para castigar a los responsables, morales y materiales de este cobarde asesinato, sin embargo, nuestra esperanza choca con la triste realidad, que hoy las fuerzas del orden protegen más a los que viven fuera de la ley que a los ciudadanos honestos. Nos queda la fuerza y el compromiso de encender la llama de la libertad por la que el compañero Pablo entregó su vida”.

En el camino y en el horizonte de nuestra profesión se cosechan, a la larga o a la corta, los logros de una denuncia y de una lucha, que no por silenciosa, resulta perseverante e intensa. Y llega el tiempo en que se hace justicia. Pero también se cosechan enemigos. Enemigos que forman parte del poder. Que forman parte del Estado. Que forman parte del sistema. Un sistema corrupto. Un sistema condicionado por el poder de turno y por el dinero. Poderoso señor don dinero que compra almas y armas para que esas almas las hagan hablar. Siempre apuntando contra los más desvalidos. Siempre contra los más valientes. Siempre contra los que aman la libertad. Siempre contra los que escriben y hablan de las injusticias sociales, de las corrupciones y de los crímenes, denunciándolas y ventilándolas con sus autores, sin olvidar su nombre y su  apellido. Denuncias que acarrean desolación y muerte. Denuncias que se oyen hace varias generaciones y en diferentes lugares. Denuncias que entorpecen la calidad de vida de quienes tienen el sartén por el mango. Denuncias que, para unos,  no hacen otra que incomodar.

¿Cuántos periodistas y reporteros gráficos ya han muerto en el mundo por hablar o registrar en imágenes las deficiencias y las desviaciones de la comunidad humana y del Estado?. Quiero recordarle al lector que no pocos. Aquí y allá. En tiempos de dictaduras y en tiempos de “democracia”. En tiempos de democracias averiadas, hipócritas y minadas por el crimen organizado. Que cada día es más organizado, consigo mismo y con el Estado o con el gobierno con el que convive.

Retornando al Paraguay. ¿Cuántos periodistas han muerto en este 2014?. Pues con el crimen de Pablo Medina, ya van tres. El primero del 2014 fue Fausto Gabriel Alcaraz, muerto el 16 de mayo en el pueblo Pedro Juan Caballero, y el segundo fue Edgar Pantaleón Fernández Fleitas, muerto el 19 de junio en la ciudad de Concepción a unos 300 kilómetros de Asunción.
"Es el tercer colega en lo que va del año que estamos perdiendo en manos de la mafia. Son mafias que dominan impunes el país y el Gobierno no hace nada", ha dicho Santiago Ortiz el representante del Sindicato de Periodistas del Paraguay.
¿Habrá más muertos?.  Ya no depende de nosotros, si eso es que lo que quieren, desde las filas del sistema. ¿Por qué?. Pues porque nosotros no bajaremos las revoluciones de nuestra profesión. Nosotros no cederemos a las  presiones. Nosotros: en Sudamérica y en Europa y en el Medio Oriente, seguiremos una misma línea. La línea de la verdad. La línea de buscar la verdad. La línea de reclamar, dado el caso, justicia o la intervención de la justicia para aclarar o investigar lo que no se quiere jamás aclarar ni investigar. Como ahora: reclamar que la Justicia paraguaya intervenga sin desviaciones, para que el manto de la impunidad no cubra estas dos muertes y para que se halle a los culpables. Este ha sido un asesinato destinado a amedrentar. Destinado a  implantar el terror. Habrá quienes se amedrenten. Habrá quienes se llamen al silencio. Nosotros no.

En nuestras salas de redacción de Uruguay, Argentina, Paraguay e Italia, los riesgos que se corren son muchos. Porque nuestros periodistas abordan temáticas que se comprometen con la sociedad y con las comunidades humanas. Porque nuestros periodistas piensan y actúan como Pablo Medina. Y como él no se amedrentó cuando lo amenazaron de muerte por primera vez. Pues nosotros tampoco. Aunque nuestros verdugos todavía estén en la penumbra. Quizás al acecho. Pero aún en la penumbra o en el anonimato. Y ese acecho cobarde, artero y mafioso, no  nos afecta en absoluto, porque denunciar al sistema corrupto (que domina al mundo en muchos, pero muchos puntos del planeta)  es honrar nuestra profesión y es honrar la vida. Pablo Medina, no podremos verte más, pero tus acciones y tus denuncias están más en nuestra sangre y de una forma que tú nunca, en vida, habrías imaginado. Señal de que tu sufrimiento, tu entrega y tu martirio no han sido en vano. Somos nosotros los que aún llorando tu ausencia, te agradecemos por haber vivido, con esa humildad que te caracterizaba y que te hacía más sabio.   

Ahora no son tiempos de lamentos. Son tiempos de fortalezas. Porque cada una de estas bajas deben fortalecernos, para que unidos, los periodistas del mundo, podamos debilitar los cimientos de la maquinaria del poder mafioso enquistado en el  sistema político y en la matriz financiera de cada uno de los países que adolecen de ese mal.

Seguir esa lucha, a diario, será el mejor homenaje que podamos hacer a Pablo Medina y a todos los colegas que en el ayer cayeron por la misma causa. Nuestra causa. Mucho más firme y mucho más extendida, sea en el Paraguay como en Italia, donde también la mafia y el Estado, en vínculo maligno, dejaron su tendal de muertos entre jueces, fiscales, carabineros, sacerdotes, políticos y periodistas. ¿Una mafia sin fronteras requiere una lucha sin fronteras? Si. Y urgentemente. Y además, se requiere una mayor conciencia ciudadana, de esa lucha. ¿Y hay una suficiente conciencia, de esa lucha?.
17 de octubre 2014

PABLO MEDINA - PERIODISTA
 
En la tarde de hoy jueves 16 de Octubre de 2014, Pablo Medina, periodista del diario ABC Color, fue asesinado a balazos camino a Villa Ygatimí. El hecho habría ocurrido aproximadamente a las 14:55 horas. Estaba en su vehículo particular. Él estaba en compañía de una dama, quien recibió cuatro impactos de bala. Se trata de una dirigente campesina, quien fue trasladada de urgencia al Hospital de Curuguaty.
 
Pablo Medina, colaborador y amigo de Antimafia, ha estado compartiendo congresos como el que se dictara en la ciudad de Rosario (Santa Fe, Argentina), donde nos comentaba cómo y porqué fue asesinado SALVADOR MEDINA. El hermano del ahora fallecido, Salvador Medina, también fue asesinado en la zona, el 5 de enero de 2001. Medina es recordado por realizar denuncias contra la mafia del narcotráfico mediante los medios de comunicación.
 
Dolor y tristeza embargan nuestro corazón por hechos como estos que enlutan al periodismo honesto, objetivo, que intenta sacar a la luz con sus denuncias, el poder oculto de la mafia del narcodólar que impera soberano en nuestro país Paraguay, y se encuentra mimetizado en medio de la sociedad resguardado por el poder cómplice de muchos políticos.
DIOS LO TENGA EN SU PAZ, UN LUCHADOR POR EL BIENESTAR DE TANTOS INOCENTES, ASI OPERA EL ANTICRISTO, SU BRAZO DERECHO Y CRIMINAL: LAS MAFIAS.
 
Noticias Antimafia
 
Omar Cristaldo
Asunción- Paraguay
16-10-14
 
LA MUERTE DE UN JUSTO, PABLO MEDINA
 
omarpablo1La noticia de la muerte de Pablo Medina nos conmovió profundamente, nos llenó de tristeza, y surgió el deseo ferviente de compartir con su familia, tan profundo dolor, por lo que FÉLIX VERA, JORGE FIGUEREDO y OMAR CRISTALDO viajamos el día viernes 17 de octubre/14, a la mañana para Capiibary, lugar de residencia de los padres de Pablo.
 
Llegamos a la misma ciudad aproximadamente a las 14:00 hs. atravesandola por completo, para luego internamos unos 1.500 m del casco urbano para llegar al domicilio del Señor Pablo Medina, padre de Pablo, a quien saludamos y entregamos nuestras más sentidas condolencias, manifestando nuestra gran alegría al saber que amigos de Asunción se hacían presentes en su casa para el ultimo adiós a su amado hijo.
 
Nos invita a sentarnos  y conversamos por unos minutos donde nos comenta muchas cosas, como que hacía un año que le pedía por favor a Pablo que dejara su trabajo como periodista, por lo peligroso que era, más “El Pablo” le decía que tenía que continuar, todos sabían que vivía bajo amenazas, ya dos de sus hermanos: Salvador y Salomón habían muerto en iguales circunstancias.
 
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La madre de Pablo, la Sra. Angela, demostraba su dolor, su angustia porque era el 3er. hijo que callaban manos obscuras y asesinas, esta vez a su hijo Pablo. En un momento nos dice: ¿CÓMO ES QUE HAY GENTE TAN MALA QUE QUIERE MATAR?, pregunta que en ese momento no pudimos contestar sino con el silencio.
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Muchas fueron las personas que llegaron hasta la casa de los Medina para darle el último adiós, a Pablo, todos reconocían en Él a un hombre honesto a carta cabal, en Él siempre se podía encontrar a un amigo y compañero cuando uno más lo necesitaba, pasamos un tiempo conversando con los amigos y más allegados a la familia. Aproximadamente a las 16:00 hs., el cuerpo del comunicador fue trasladado a la parroquia Maria Auxiliadora de Capiibary, donde el párroco, presbítero Juan Carlos Palacios, celebró una misa de cuerpo presente para luego realizar la ceremonia de inhumación en el camposanto local.
En su homilía, el Padre Palacios manifestó que nunca esperaba despedir a Pablo Medina de esta manera. Aseguró que la mafia, la corrupción, el crimen organizado, el rollotráfico, el narcotráfico, el tráfico de los agrótoxicos siguen matando a los pobres y a las personas que como Pablo los denuncia y los desenmascara.
El religioso afirmó, tomando para si lo que alguien había escrito en las redes sociales, "La muerte de Pablo fue como una crónica de una muerte anunciada, callaron la voz y la pluma de Pablo pero no podrán acallar la voz de la gente honesta que sueña con un país mejor, un Capiibary donde exista justicia". Somos muchas más las personas que pensamos de esa manera.
Y cuestionó diciendo ¿porqué nos callamos, porqué no decimos nada, porqué Pablo tiene que manifestarse como si fuera una sola golondrina? ¿Porqué así como él otros siguen denunciando a la mafia y a la corrupción y el resto nos callamos? ¿Será complicidad? ¿Será miedo? ¿O simplemente será nuestra cobardía? enfatizó el sacerdote.
Nos causa indignación porque la mafia, la corrupción, el tráfico de rollos, los agrotóxicos y la marihuana nos siguen ganando, siguen quitándonos a nuestros seres queridos; siguen quitando la vida de nuestra gente pobre y humilde.
Finalmente en forma contundente el padre Juan Carlos manifestó que debemos unirnos todos los ciudadanos honestos “les pido a los policías honestos, a los fiscales honestos, a las autoridades honestas que nos unamos, y que sigamos el ejemplo de Pablo de denunciar a la mafia y a la corrupción, solo así tendremos el País que soñamos y no volveremos a lamentarnos por este tipo de muertes, ya que es la tercera vez que matan a los hijos de una misma familia, la familia Medina. Gritemos con fuerza un “NO” rotundo a la mafia y la corrupción”.
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Dando así por terminada la misa, para que el cuerpo de Pablo sea trasladado al cementerio. Una vez allí después de verlo por ultima vez y de decicarle algunas palabras, es llevado al lugar donde se quedará junto a sus otros hermanos que le antecedieron.
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El dolor y la tristeza en el rostro de los padres, y de los presentes al ver como cerraban el pequeño y humilde panteón en donde quedará por siempre SU PABLO. Y que a partir de ahora acompaña en ese lugar a Salvador y a Salomón, sus hermanos que antes que él fueron víctimas de sus cobardes asesinos, porque no pudiendo hacerlo ellos pagaron y contrataron a otros para su asesinato.
Nuestro adiós al Amigo y Hermano de lucha, un ejemplo que todos deberíamos de seguir, porque pensamos que es así como deberíamos desempeñarnos, todos nosotros, los que estamos con el Cristo, quien cada vez más nos pide acción, acción a favor de la Vida, aún a costa de nuestra propia Vida y Pablo, cumplió, si Pablo cumplió conforme el Cristo lo deseaba, por eso no dudamos que “El Pablo” ya esté con Jesús, disfrutando del Reino Celestial.
Ya todos se retiraban, también nosotros lo teníamos que hacer, nos acercamos a don Pablo y a uno de sus hijos vivos, para trasmitirles nuevamente nuestra tristeza y dolor, y al mismo tiempo despedirnos, para regresar a Asunción antes de que caiga la noche, tal fue su agradecimiento y su alegría por que estuviérmos con Él y su familia compartiendo su dolor, que nos invitó a participar del final de rezo que, como de costumbre y tradición se hace por un fallecido, dijimos que haríamos lo posible por estar ese día compartiendo nuevamente con ellos. Y nos despedimos con un fuerte y fraternal abrazo.
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Ya el Padre Sol se iba ocultando para que la sombra de la noche tomara su lugar e iniciamos nuestro regreso a casa, unos 233 km por recorrer pensativos y absortos en nuestros pensamientos  FÉLIX, JORGE Y OMAR después de haber participado de tanta angustia, dolor y sufrimiento, y la impotencia de una familia por tal atroz destino, porque con Pablo era el 3ro de los hijos que la injusticia, el desamor, la impunidad, la corrupción le quitaban de vivencias, de momentos de alegría, de ser felices, en la ausencia y el desamparo total de un gobierno, que es más para los corruptores, corruptos y corruptibles.
 
Tomamos el ejemplo de su lucha, de su tenacidad, de su perseverancia en alcanzar su ideal, sin miedo a la muerte, sin cuestionamientos a las amenazas, porque el amor por su ideal de JUSTICA, PAZ Y AMOR, el DAR TODO DE SI SIN PEDIR NADA A CAMBIO, iba mucho más allá, de este mundo material, ideal que debe incrustarse en lo profundo de nuestros corazones para que todos podamos enarbolar por “EL PABLO” y como él muchos otros mártires, sus sacrificios no sean en vano.
 
ADIÓS QUERIDO AMIGO Y HERMANO, UNIDOS EN EL IDEAL QUE EMPUJA A QUERER LA VIDA, LA VIDA VERDADERA,  MÁS QUE LA MUERTE FÍSICA DE ESTE MUNDO MATERIAL.
 
Con Amor Fraterno
FÉLIX VERA, JORGE FIGUEREDO y OMAR CRISTALDO
Asunción, Paraguay
Antimafiaduemila-Paraguay
18-octubre-2014
19:52 hs
 
LA   DESPEDIDA DEL PERIODISTA ANTIMAFIA PABLO MEDINA EN SU TIERRA NATAL; CAPIIBARY.
Por Jorge Figueredo - 18 de Octubre de 20014
UN NO ROTUNDO A LA MAFIA Y A LA CORRUPCIÓN
 
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Ayer  en horas  de la tarde fue sepultado en su tierra natal, Capiibary, el periodista antimafia Pablo Medina. Fue acompañado por una gran cantidad de personas; estudiantes, periodistas, familiares, amigos, y ciudadanos que fueron a la casa de sus padres, ubicada sobre la calle 1 de Marzo, a tres kilómetros aproximadamente del casco urbano de la Ciudad, para decirle el último adiós ya que han valorado el trabajo desempeñado contra la mafia y la corrupción por Pablo.  Estuvimos compartiendo con familiares del periodista antimafia, como su padre, el Señor Pablo Medina, quien a pesar del golpe y el dolor recibido una vez más; ya que es el tercer hijo suyo que es asesinado por la mafia; el primero el periodista Salvador Medina el 5 de enero de 2001, el segundo Salomon Medina, el 16 de diciembre de 2002 y ahora su querido hijo Pablo Medina; quien como hermano mayor siempre ha sostenido física y moralmente a toda la familia, en todo momento se mostró sereno, amable y hasta  jovial con nosotros: Omar Cristaldo y Félix Vera con quienes participamos de este triste momento para la familia Medina; pues se notaba en su semblante por un  lado tristeza, pero por otro una alegría interior, un orgullo, porque su amado Pablo había muerto cumpliendo con su deber, de escribir la verdad, y denunciando a los criminales. También saludamos y abrazamos a la madre, Doña Antonia Almada de Medina quien sollozando nos dijo en el idioma guaraní “¿Quiénes son aquellos tan malvados que asesinaron a mi hijo?” Pudimos conocer al hijo de Salvador Medina, el joven Juan Martinez, de 14 años, quién tenía 6 meses cuando Salvador falleció y ambos nunca se conocieron. Actualmente él vive con sus abuelos, padres de Pablo y Salvador, en la Ciudad de Capiibary.  
 
Conversamos un rato con el periodista Alberto Nuñez, corresponsal del diario Crónica en la zona, quien nos manifestó que también ha recibido constantes amenazas de muerte de parte de la mafia y que había compartido en vida con Pablo muchas informaciones y coberturas de trabajos relacionados con el crimen organizado en la zona. Nos relató las constantes penurias vividas por los comunicadores en zonas de frontera, y que incluso su propio medio de comunicación muy poco lo ha apoyado, sino queal contrario, en varias oportunidades quisieron despedirlo del diario y que solo gracias al apoyo del Sindicato de periodistas del Paraguay ello no se ha concretado. Le manifestamos nuestra solidaridad como Revista Antimafia y que cuente con nosotros para apoyarlo en la lucha contra la mafia.
 
Posteriormente alrededor de las 16:00 hs. el cuerpo del comunicador fue trasladado a la parroquia María Auxiliadora de Capiibary, donde el párroco, Pbro. Juan Carlos Palacios, celebró una misa de cuerpo presente para después realizar la ceremonia de inhumación en el camposanto local. En su homilía, el Padre Palacios manifestó “Que nunca esperaba despedir a Pablo Medina de esta manera”. Aseguró que “la mafia, la corrupción, el crimen organizado, el rollotráfico, el narcotráfico, los agrótoxicos siguen matando a los pobres y a las personas que como Pablo los denuncia y los desenmascara”. El religioso afirmó “Como alguien había escrito en las redes sociales, la muerte de Pablo Medina fue como una crónica de una muerte anunciada, callaron la voz y la pluma de Pablo pero no podrán callar la voz de la gente honesta que sueña con un país mejor, un Capiibary y Curuguaty donde exista Justicia. Somos muchas más las personas que pensamos de esa manera”. Y cuestionó, interpelándose a si mismo, y a todos los presentes ¿Porqué nos callamos, porqué no decimos nada, porqué, como si fuera como una golondrina, Pablo y otros que siguen denunciando a la mafia y la corrupción y el resto nos callamos? ¿Será complicidad? ¿Será miedo?, o simplemente ¿será nuestra cobardía?  Nos causa indignación por que la mafia, la corrupción, el tráfico de rollos, los agro-tóxicos y la marihuana nos siguen ganando, siguen quitándonos a nuestros seres queridos; siguen quitando la vida de nuestra gente pobre y humilde”.
 
Finalmente en forma vehemente el Padre Juan Carlos manifestó “Debemos unirnos todos los ciudadanos honestos; les pido a los policías honestos, a los fiscales honestos, a las autoridades honestas que nos unamos, y que sigamos el ejemplo de Pablo de denunciar a la mafia y a la corrupción; solo así tendremos el país que soñamos y no volveremos a lamentar este tipo de muertes, ya que es la tercera vez que matan a hijos de una misma familia, la familia Medina. Les pido que gritemos con fuerza un No rotundo a la mafia y a la corrupción”.
 
VIGILIA POR PABLO MEDINA Y ANTONIA ALMADA
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