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Movilizarse en Paraguay para decir basta al narcotráfico, aliado de los poderes del Estado
- Por Jean Georges Almendras -

- Paraguay. Un país. Asunción. Una ciudad. Su capital. Calor húmedo. Una ciudad viviendo su rutina. Un pueblo sudamericano del 2014. Y en ese pueblo, los buenos y los malos de la sociedad humana. Conviviendo, en una suerte de destino inevitable, que esta vez, desde el 16 de octubre, se tiñó de sangre, en la región de Canindeyú. Más concretamente, en los caminos de tierra de Villa Ygatimí, en un área territorial fronterizo con Brasil, conocido como Ypejhú. La víctima ha sido un periodista: Pablo Medina y una de sus asistentes: Antonia Maribel Almada Chamorro. Ambos, asesinados a balazos disparados con armas de alto poder destructivo. Dos familias han sido destruidas. Dos familias que viven su  dolor en soledad, pero que también es nuestro. La impotencia también es nuestra. Porque somos periodistas libres, como Pablo Medina y su asistente Almada.
Transcurridos 30 días de aquel cobarde ataque los investigadores ya lo han aclarado, pero sorprendentemente no hay detenidos. Una noticia que ya se ha extendido por toda la tierra paraguaya y por todo el mundo. Una situación insólita, si se quiere, pero no por ello irregular, y absolutamente reñida con el Estado de Derecho. Pero los hechos superan las palabras. El autor ideológico del doble crimen y sus sicarios son mafiosos de la zona. Simples lacayos de un poder oculto en las sombras de las calles y los poblados paraguayos. Simples soldados de un sistema criminal protegido y custodiado (o preservado) ¿Por el sistema político? ¿Por funcionarios corruptos del Estado paraguayo?.
Transcurridos 30 días de aquel cobarde ataque nos dimos cita en Asunción. Todos los periodistas antimafia disponibles, de Italia, Argentina, Uruguay y Chile. Viajamos miles de kilómetros para rendirle en su tierra un sentido homenaje al colega caído en el cumplimiento del deber. Un sentido homenaje a un servidor de la verdad. A un profesional de los medios de comunicación que se comprometió  con la causa de la denuncia del narcotráfico, en su tierra. En una zona de riesgo. En una zona en la que los narcomafiosos campean impunemente.
Pablo Medina era nuestro amigo. Nuestro compañero de lucha. En el 2005 tuvo la oportunidad de encontrarse con nuestro director Giorgio Bongiovanni en Asunción. En el encuentro nos habló de su hermano Salvador, asesinado en el 2001. Un encuentro revelador que selló una amistad y un vínculo profesional.
En las primeras horas de la tarde del 16 de octubre la noticia de la muerte de Pablo Medina nos conmocionó a todos. Fue una sacudida indescriptible. Un verdadero terremoto. Un terremoto que marcó un camino. Un camino de mayor unión con Pablo, mucho más allá de la muerte. Y trascendiendo su desaparición física, los ideales de Pablo y su obra de denuncia demoledora se fortalecieron con la dinámica y la perennidad propia de los luchadores que no conocen límites para alcanzar y divulgar la verdad, aún en condiciones de riesgo.

LA MANIFESTACIÓN
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Y esos riesgos, de los que tantas veces habló Pablo, alcanzaron su nivel mortal en aquella fatídica tarde del 16 de octubre, porque Pablo fue emboscado. Fue entregado a sus asesinos por personajes de la oscuridad que le soltaron la mano, dejándolo expuesto y a merced de las fauces de la cobardía mafiosa. Aquel día, Pablo estaba sin custodia policial. ¿Por qué estaba sin custodia policial siendo que era ya voz populi que sus escritos habían ya despertado a la fiera de terrorismo mafioso? ¿Por qué Pablo Medina quedó desprotegido? Pablo confiaba en la empresa de la cual era funcionario desde hace más de 15 años. Pablo sentía que su vida estaba en riesgo, pero también sentía que tenía ciertas garantías por el solo hecho de ser integrante del staff periodístico de uno de los diarios más importantes del Paraguay: ABC Color. Pero de pronto, en medio de su rutina por los territorios linderos con Brasil, recabando información para señalar, con pruebas y evidencias, a los involucrados en el narcotráfico, Pablo seguramente levantó una tapa de la cloaca del mal, hallando en su interior a personajes influyentes (o partícipes) de los sistemas de poder, que no titubearon en accionar los mecanismos apropiados para dejarlo totalmente vulnerable. Y fue así que ese día las balas asesinas fueron disparadas sin  piedad, porque había que silenciar al entrometido, que tuvo la osadía de inmiscuirse en asuntos que pondrían ventilar sin cortapisas, el connubio entre los sistemas de poder del Estado Paraguayo y el hampa del narcotráfico, descansado en la impunidad reinante.
Pero dar muerte a Pablo Medina, y a quien lo acompañaba como su asistente, fue la mayor de las pruebas de la solidez de sus denuncias y el mayor de los errores cometidos por los mafiosos, porque eliminarlo significó abrir las puertas del escándalo y la gota que desbordó el vaso, que puso al descubierto una historia de corrupción y de narcotráfico, asentada impunemente (quizás, gracias a los silencios  y a los desvíos de los poderosos de turno) en la sociedad de Canindeyú con socios muy poderosos en Asunción del Paraguay.
A treinta días de la muerte de Pablo Medina, y mientras los diarios, radios e informativos de televisión, destinan sus primeras páginas y sus primeros bloques de noticias a la muerte de Pablo (con las idas y venidas de las investigaciones a cargo de la Policía y de la Fiscalía) se van sucediendo allanamientos que permiten incautaciones de marihuana y la confirmación de nombres y apellidos de ideólogos, y de responsables materiales del doble crimen. Pero hay más, porque el escándalo se va acentuando e instalando minuto a minuto, y día a día, en los círculos estatales de poder y en el sistema político, desatando inevitablemente, incertidumbres políticas e interrogantes por doquier. ¿Están detenidos los prófugos que han sido identificados y mostrados en diarios y canales de televisión? Para nada. De eso ni hablemos. Y es lo que hace más grave toda la situación.!! Cuánta impunidad!!
Y como  decíamos al comienzo, el vendaval desatado por las garras del poder mafioso, con el costo de dos vidas, nos movilizó íntegramente. Tanto, que organizamos una movilización ciudadana para el martes 18 de noviembre, a las 18 y 30 horas en la Plaza de la Democracia, en pleno centro de la capital paraguaya.
“En repudio de la muerte del periodista Pablo Medina. Justicia Ya. Por el esclarecimiento del asesinato de Pablo Medina y de todos los periodistas asesinados por la narcopolítica instalada en el país. No a la impunidad. Protección al periodismo libre” fueron los titulares del tríptico que repartimos en las calles de Asunción.
Los altos índices de humedad y las altas temperaturas en Asunción  no fueron obstáculo para que los colaboradores y los periodistas de las redacciones de la web Antimafia, de Chile, Argentina, Italia, Uruguay y Paraguay, llegados a tierras guaraníes, volantearan y pegaran afiches, día y noche.  Mucho esfuerzo y mucho amor, por la causa que nos convocaba, se fue desplegando por la ciudad para dar forma a la difusión. Recorrimos diarios, radios y canales de televisión encontrándonos con dirigentes de sindicatos de periodistas y de otros ámbitos. Entablamos contactos a diferentes niveles. ¿Objetivo? Interactuar con el pueblo paraguayo y convocarlo al encuentro.
Pero el capítulo más emotivo, más dramático y más sensible de todos los preparativos de la movilización de la Plaza de la Democracia lo constituyó el encuentro con la familia de Pablo, nada menos que en la zona de Curuguaty y en Coronel Oviedo. Hablamos con su hija mayor. Hablamos con sus padres y con sus hermanos. Y abrazarlos a todos ellos, fue un golpe a nuestro corazón pero al mismo tiempo un bálsamo. Fue como sentir a Pablo. Fue como volver en el tiempo y verlo abrazado a nuestro director Giorgio Bongiovanni en el Congreso Antimafia de Rosario, Argentina, en el año 2009, o en la casa de Omar Cristaldo cuando en el 2005 nos habló de la muerte de su hermano Salvador y de toda su campaña de denuncia al narcotráfico. Por aquellos días le dimos nuestra fuerza, nuestro afecto y nuestro apoyo. Comenzaba una amistad entrañable. Por estos días solo nos resta su memoria, su reconocimiento y los frutos de su perseverante denuncia.
Sus padres: Angela y Don Pablo revivieron con lágrimas la tragedia; recordaron sus años de la infancia y las vivencias de los días previos al atentado. Y pidieron justicia por la muerte de Pablo y por la de sus hijos Salvador y Salomon,  también asesinados por la mafia.  Dyrsen, la hija mayor de Pablo, tuvo la fortaleza suficiente como para hablarnos de su indignación por el crimen y de los pormenores del ataque, sin dejar de recordarlo como un padre maravilloso, pleno de valores y de convicciones para desmantelar  corrupciones.
El día de la movilización se corrieron los velos de la verdad ciudadana y el estrado instalado en un ala de la Plaza de la Democracia fue el estandarte desde donde  reclamamos  justicia para Pablo Medina y Antonia Almada.
Pancartas extendidas entre árboles y columnas del alumbrado público lanzaban a los cuatro vientos consignas enérgicas y sin diplomacias: “No temo las acciones de los malos, temo al silencio de los buenos” y “Aquel que tiene miedo, muere todos los días. Aquel que no tiene miedo, muere una sola vez”, fueron algunas de ellas.
Juan Carlos Paolini, argentino, abrió la movilización. Luego, con Giorgio Bongiovanni llevamos cada una de las instancias del encuentro y cada uno de los oradores se tomó su tiempo para compartir sus reflexiones. Reflexiones profundas apuntando al repudio de los criminales, marcando su cobardía y subrayando con rabia las negligencias del Estado para dar captura a los asesinos.
ENTREVISTA PARA EL NOTICIERO NACIONAL
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Hablaron: Federico Enciso, de la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios; el Senador Luis Alberto Wagner; el  Dr. Juan Alberto Rambaldo, juez argentino y a su vez redactor de la web Antimafia argentina; el periodista Antonio Pecci, de Periodistas en Alerta; la Dra. Katia González, Presidenta de la Coordinadora de Abogados del Paraguay (quien además convocó a los presentes a entonar el himno nacional paraguayo); el sacerdote Francisco Oliva; y el Fiscal Penal del Ministerio Público del Paraguay y redactor de Antimafia Paraguay, Dr. Jorge Figueredo.
Nos tocó después leer una muy sentida adhesión del escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano: “Quiero sumar mi nombre a las declaraciones de repudio a las ejecuciones de periodistas y campesinos que están sembrando de horrores mi entrañable tierra paraguaya. Quienes conocemos y amamos ese país sabemos por experiencia que es el terrorismo practicado por el poder el que se enmascara para asesinar impunemente a los que defienden  sus acosadas tierra y su libertad de expresión”
Giorgio Bongiovanni fue mucho más enérgico. Con la fuerza  que requiere la denuncia pública, encaró a los poderes del Estado para que actúen en consecuencia y para que  eviten que el manto de la impunidad caiga sobre el caso Medina. Y luego, fue presentando a cada uno de los familiares de Pablo Medina.
Dyrsen, su hija mayor, fue directa: reclamó justicia y tuvo sus palabras para los propietarios del diario ABC Color, en el que trabajó su padre. Frontalmente les prohibió la utilización de la imagen de Pablo, con fines lucrativos y especulativos. Dos hermanos de Pablo lo recordaron e insistieron en el pedido de justicia. Tras minutos amargos reflejados en los rostros de los integrantes del grupo familiar, Giorgio Bongiovanni dirigió su mirada a las cámaras de televisión para conminar a los asesinos a entregarse a las autoridades y a que señalen la identidad de los verdaderos ideólogos del doble crimen. Claramente un desafío. Un reto al mal. Un reto al crimen organizado, convencido de que detrás de los criminales identificados hay mandantes poderosos ligados a los poderes del Estado. Fueron palabras dichas con firmeza y con rabia. Palabras que eran suyas y también  nuestras. Bien nuestras.
A las 24 horas de conocerse la noticia de la muerte de Pablo Medina, el fotógrafo Giorgio Barbagallo, de Sicilia, Palermo, realizó un documental sobre Pablo Medina. Una realización breve pero contundente. Una realización bosquejada desde el alma y dirigida al alma. Un verdadero homenaje a la vida de Pablo Medina y a su obra de comunicador comprometido con los valores de justicia. Una realización documental que cerró el evento, cosechando emociones y sensibilizando corazones para transformarlos en gritos. Gritos, reclamando justicia.
El pueblo paraguayo no acudió masivamente a la Plaza de la Democracia ¿Por qué? Porque  el miedo impera, aún. ¿Quizás sea más cómodo redoblar esfuerzos, pero en el anonimato?  Creemos que ya es hora de manifestarse. Salir a las calles y a las plazas y ser coherentes con la dignidad humana. Es momento de poner punto final a las arbitrariedades de los poderosos. Es el momento  de darles respuestas firmes y de denunciarlos públicamente.
En los minutos que siguieron al cierre de la movilización, un canal de televisión interceptó el paso a Giorgio Bongiovanni y lo entrevistó en directo. Sus palabras llegaron a los paraguayos. Entonces, la lucha al crimen organizado quedó planteada. Y ahora, ya no hay marcha atrás. Sea todo por Pablo Medina, por Antonia Almada, y por todos aquellos que han sido víctimas. Porque ellos, están vivos. Más que nunca.
20 de Noviembre 2014



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HIJA DE PABLO MEDINA EXIGIÓ EL CESE DE PUBLICACIONES SOBRE SU PADRE 19/11/2014
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FAMILIARES DE PABLO MEDINA DEMANDARÁN AL DIARIO ABC COLOR 26/11/2014

 
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HIJA DE PABLO A ZUCCOLILLO: “DEJEN DE LUCRAR CON LA MUERTE DE MI PADRE”

Miercoles 19 de Noviembre de 2014 | 09:29
 
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Familiares de Pablo Medina, en el día del velorio. Foto: Abc Color.

A más de un mes el asesinato de Pablo Medina, su hija Dyrsen Medina exige que el diario ABC Color deje de lucrar con la muerte de su padre y denuncia que la empresa nunca le brindó protección para las coberturas. Aseguró que el comunicador contrataba su propio custodio del sueldo “miserable” que percibía.
¿Cuál fue el pedido que realizaron en la manifestación?
Estuvimos en la Plaza de la democracia con los periodistas internacionales, pedimos justicia porque se está enfriando el caso. No sé si se escuchó pero yo hice la denuncia pública con respecto a la gente de ABC porque no nos solucionaron nada de nada. Estamos muy indignados porque todos sabrán que mi padre dio la vida por la verdad, él no falleció estando en otra cosa que no sea de su labor, por eso estamos muy indignados con ellos.
 
manifestacion5Una de las manifestaciones en reclamo de justicia para Pablo Medina.
¿A quiénes te referís específicamente?
Al director general, Aldo Zuccolillo, no llegué a tener ninguna entrevista con él, pedí hablar con él pero no nos recibió, entonces yo solicité hablar con la gente de Recursos Humanos, fueron ellos quienes me atendieron, me fui a ver la situación laboral que yo desconocía entonces me encuentro con una sorpresa desagradable que es como para quedarse por el piso.
¿Con qué sorpresa te encontraste?
Mi papá no contaba con ningún seguro de vida, no le pusieron ningún custodio policial, en ocasiones especiales contrataba a personas, él pagaba de su propio bolsillo con el sueldo miserable que recibía, entonces es una vergüenza, esto no puede ser. Todos los directivos de ABC sabían el estado criíico en que se encontraba, constantemente recibía llamadas, y no le respaldaron.
¿Por qué no te pudo atender el director Aldo Zuccolillo?
Me dijo que no estaba en condiciones de recibirme, me dijo que no me podía atender. Ellos no quieren aceptar que durante la vida jamás le protegieron porque eso se ve, ahora se ve toda la realidad, mi padre dio la vida, su pasión era su trabajo, y a mí eso es lo que más me indigna. ¿Cómo es posible que durante su vida no le valoraron y ahora quieren seguir lucrando utilizando su nombre?
¿Cuál es el pedido que le realizás a la gente de ABC?
papapabloQue se hagan responsables por la muerte de mi papá, por lo menos que mis abuelos que están en la tercera edad, que reciban una indemnización por parte de ellos, es lo mínimo que esperamos, mis hermanitos van a seguir viviendo con el sueldo que mi papá tenía, pero mis abuelos ellos se quedaron en el abandono y eso es sumamente crítico.
¿Qué te dijeron los de Recursos Humanos?
Me dijeron que no se podía hacer nada, que de lo único que podían hacerse cargo es de la funeraria. Se comprometieron hacer el panteón y hasta ahora no hicieron.
¿Tu papá te contaba que pedía custodios para sus coberturas?
Claro que sí, todo el tiempo esa era su petición, siempre denunciaba sobre el narcotráfico y el rollo tráfico, y se sabía que él trabajaba haciendo sus denuncias.
¿La protección la pidió a la Policía o al diario ABC Color?
Al diario y a la Policía también. Mi padre había pedido protección pero le abandonaron, le dejaron solo.
¿Seguís en contacto con el diario ABC Color?
Claro que no, ellos no se comunican conmigo, estoy esperando, es lo mínimo que puedo esperar de ellos, no puede ser que sean tan inhumanos, sin sentimiento, que sigan utilizando su nombre para seguir lucrando.
Ayer en la manifestación de la plaza, ninguno de ellos sostuvo presente y ¿por qué?, esa es la gran pregunta del millón, por qué no fue por lo menos una persona en representación de Abc. Estuvieron de otros medios menos de Abc.
Cuando murió mi papá, mi abuelo se fue al diario a pedir que se hagan cargo del panteón y le dejaron durmiendo en el suelo de la redacción.
Intentamos comunicarnos insistentemente con los directivos de ABC Color para obtener la otra versión de la historia, pero éstos nos respondieron a nuestras llamadas.
 
Pablo Medina, padre del periodista asesinado. Foto: ABC.
http://www.hoy.com.py/nacionales/hija-de-pablo-a-zuccolillo-dejen-de-lucrar-con-la-muerte-de-mi-padre

UN MES DESPUÉS… LOS EFECTOS DEL ASESINATO DE PABLO MEDINA
Noviembre 16, 2014
Las balas de los sicarios del narcotráfico que segaron la vida de este periodista hace un mes y la de su joven asistente Antonia Almada trazaron una línea invisible, pero divisoria del Paraguay anterior y posterior al doble asesinato.
 
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Foto de Twitter.com/Gusmancbn
 
Javier Rodríguez
 
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Medina, es necesario decirlo, representó mucho más que un quijotesco reportero empeñado en mantener notoriedad con sus denuncias del poder del narcotráfico en el norteño departamento de Curuguaty donde residía y también de los atropellos realizados por poderosos geófagos contra los asentamientos campesinos.
Durante los últimos 16 años y con persistencia que no detuvieron las amenazas y hasta el asesinato de dos de sus hermanos, el periodista fue perforando la estructura pública y secreta del crimen organizado en la zona y revelando el entramado político protector de las ilícitas actividades.
Los certeros dardos lanzados desde sus trabajos periodísticos fueron también válidos para descubrir las bases políticas en las cuales se apoyaban quienes se aprovechaban de la deforestación masiva del área y del contrabando de la madera obtenida de esa forma, con el saldo de enormes ganancias para sus bolsillos y graves daños para el ecosistema nacional.
 
 
Desprovisto de la seguridad personal que estaban obligadas a prestarle las autoridades y hasta la propia empresa periodística donde trabajaba, Medina dejó escrito una suerte de testamento acusatorio en su ordenador personal y acometió un empeño convertido casi inmediatamente en su sentencia de muerte: la preparación de un documental sobre la enorme dimensión del narcotráfico y la narcopolítica en Curuguaty.
 
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Foto de elmuertoquehabla.blogspot.co.uk
 
Las grandes mafias del masivo tráfico de drogas hacia el vecino Brasil y los personajes que ahora aparecen como sus protectores políticos nunca imaginaron el impacto provocado en toda la sociedad por el doble asesinato cometido en un camino rural cuando Medina y Almada regresaban de un reportaje destinado a denunciar los daños a poblaciones campesinas y sus sembradíos por la fumigación tóxica de latifundios cercanos.
La movilización continua de protesta y denuncia de casi todos los sectores de la vida nacional ha sido mucho más fuerte que lo calculado por los autores intelectuales y materiales del asesinato del periodista.
Anteriormente eran un secreto a voces accesible a una parte menor de la sociedad paraguaya las acusaciones con nombres y apellidos no sólo de quienes se aprovechan de las ganancias del mundo ilegal sino de algunos de sus protectores.
Ahora son publicados en los medios de difusión, se gritan en las movilizaciones callejeras y comienzan a mencionarse en una todavía incipiente causa fiscal abierta ante las presiones de la población.
 
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Foto de elmuertoquehabla.blogspot.co.uk
 
El organigrama político, los estamentos del propio Estado a los distintos niveles y los tres Poderes de la Nación fueron tocados por la avalancha de denuncias que generaron ya un sinfín de escándalos con pocas esperanzas de que la tormenta amaine.
El Parlamento trata a duras penas de escapar sin conseguirlo de los señalamientos a legisladores y funcionarios no sólo implicados en los hechos que llevaron a la muerte de Medina y Almada sino en toda la estructura de sostenimiento de la ilegalidad existente en un país considerado segundo productor de marihuana en América Latina.
 
Los intentos de llegar hasta la sanción a varios congresistas acusados por sus vínculos secretos y hasta públicos, según las denuncias, con los traficantes que apoyaron económicamente su elección, se tropezaron en la última semana con la sorpresa del historial delictivo de algunos de los parlamentarios suplentes, quienes pasarían a ocupar entonces esas bancas.
El gobernante Partido Colorado, que ostenta con el mayor número de funcionarios y legisladores acusados, se vio enfrascado en un debate interno dentro de su alta dirección entre los demandantes de sanciones ejemplares y quienes intentan algún grado de clemencia con sus colegas acusados.
El Poder Judicial acopia un importante número de jueces y fiscales bajo la acusación de venales, suspendió a unos cuantos muy destacados por ser generosos a la hora de liberar a narcotraficantes procesados y hasta condenados, y trata de sobrevivir a la tormenta jurando y perjurando que acometerá serias investigaciones.
Organismos destinados a la investigación y represión de las malsanas actividades se mantienen en la cuerda floja tratando de circunscribir el escándalo a los menores decibeles posibles para reducir las afectaciones que los descubrimientos ocasionan al propio Poder Ejecutivo.
 
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Foto de elmuertoquehabla.blogspot.co.uk
 
Mientras tanto, en las calles, las protestas son diarias y no parecen tener fecha de terminación porque se centran en el caso del periodista asesinado pero como punto de partida hacia la satisfacción del reclamo nacional de un saneamiento de las instancias del Estado, de los partidos políticos tradicionales e incluso de todas las reglas del proceso electoral que permiten el ascenso de transgresores de las leyes a los altos cargos ostentados ahora por muchos de ellos. (PL)
http://www.theprisma.co.uk/es/2014/11/16/un-mes-despues-los-efectos-del-asesinato-de-de-pablo-medina/

CLAN ACOSTA VIOLÓ “CÓDIGOS” DE LA MAFIA

violo codigos

Miercoles 19 de Noviembre de 2014 | 08:45
Vilmar "Neneco" Acosta habría violado los códigos de la mafia. Foto: Facebook-
La decisión del clan Acosta de asesinar a un periodista, implicó una violación de los “códigos" de la mafia, que trae como consecuencia millonarias pérdidas para el “negocio” del narcotráfico debido al aumento de los controles de la Senad.
El ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas, Luis Rojas, habló acerca de los prófugos de la justicia, Vilmar “Neneco” Acosta y su clan, quienes son buscados por el homicidio de Pablo Medina y Antonia Almada, perpetrado el 16 de octubre pasado.
“Esta muerte va a traer un perjuicio a todos los productores de la región porque los códigos de la mafia y la frontera fueron violados, pasa que matar a un comunicador o un policía implicaría una reacción fuerte”, expresó Rojas en conversación con la 780 AM.
En este sentido, explicó que el narcotráfico no busca llamar la atención, sino ganar dinero de la manera más discreta posible, de tal forma a que no motive la intervención de las autoridades.
“Algunos narcos paraguayos por la pinta se creían intocables, pero acá se tomaron decisiones que afectan al negocio y lo exponen seriamente”, subrayó.
El doble homicidio motivó el inicio del Operativo Oñondivepá VI en Canindeyú, que consiste en la destrucción masiva de los focos de marihuana en este departamento, considerado como una zona “tradicional” de plantaciones del mencionado estupefaciente.
Los procedimientos no solo implican allanamientos, sino también identificación del sistema de protección de la estructura narco y el sistema logístico.
http://www.hoy.com.py/nacionales/clan-acosta-violo-codigos-de-la-mafia


INVESTIGAN SI MILITAR ENCUBRIÓ A “NENECO” ACOSTA

Radio UNO
Jueves 20 de Noviembre de 2014 | 06:26
Componentes de las Fuerzas Armadas abrieron un sumario contra el Cnel. Felipe Orrego, a fin de confirmar si ayudó o no a escapar al exintendente de Ypehû Vilmar "Neneco” Acosta, quien permanece prófugo por el homicidio de Pablo Medina y Antonia Almada.
El Coronel Adolfo Miers, director de Comunicación Social de las Fuerzas Armadas, confirmó a Radio UNO, que el Cnel. Orrego fue relevado del cargo para ser sometido a un sumario, a cargo de un equipo de investigación compuesto por las Fuerzas Armadas y asesores jurídicos.
“Una vez que tengamos los resultados de este trabajo los vamos a derivar a otra instancia, para que se ocupe de continuar con el proceso”, expresó Miers.
El Cnel, Orrego, quien anteriormente se desempeñaba como excomandante del destacamento militar, deberá aguardar entre 20 a 30 días para conocer su destino.
El uniformado es sindicado de haber rescatado a Vilmar “Neneco” Acosta unos 10 minutos antes de que llegara la Policía Nacional para realizar una allanamiento. Se presume que es él quien le está dando protección.
En las próximas semanas el Cnel. Orrego será convocado por la fiscal antisecuestro, Sandra Quiñónez, a fin de prestar declaración por el caso.
Pablo Medina y su asistente Antonia Almada fueron asesinado el 16 de octubre pasado, cuando regresaban de una cobertura. A más de un mes del homicidio no un solo detenido.
http://www.hoy.com.py/nacionales/investigan-si-militar-encubrio-a-neneco-acosta