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“Neneco” es detenido  en Brasil pero los autores materiales del crimen permanecen prófugos
Por Jean Georges Almendras

A unos 250 kilómetros de la ciudad de Ypejhú, en la ciudad de Navirai, en el Brasil,  fue detenido Vilmar Acosta, alias “Neneco”.  Agentes de la Policía brasileña, que seguramente contaron con el apoyo de policías paraguayos, le dieron la voz de alto al ex intendente, quien desde el pasado 16 de octubre del año 2014, está sindicado como el autor ideológico del crimen del periodista Pablo Medina y de su asistente Antonia Almada, en un hecho que tuvo como escenario un apartado camino rural cercano a la ciudad de Curuguaty, en el departamento de Canindeyú, en territorio paraguayo. Vilmar Acosta, quien habría planificado el crimen del periodista de ABC Color, apelando a dos sicarios que lo emboscaron en una zona rural ultimándolo a tiros de armas largas y cortas, estaba prófugo precisamente desde el día mismo en que se cometió el doble crimen. Transcurrieron en definitiva más de cuatro meses desde que se libró orden de captura nacional e internacional, contra el ex intendente y dos personas más de su conocimiento, las que habrían sido los asesinos materiales de Medina y Almada. Finalmente, y en medio de una sociedad paraguaya conmocionada con este doble crimen, que puso sobre el tapete público local y regional el grave problema que resulta ser para el país, la actividad de narcotraficantes relacionados con el sistema político, se produce esta captura que obviamente desatará una muy intensa actividad judicial y policial, en las horas siguientes a la detención, tomando en cuenta que restan aún capturar a dos de sus más directos cómplices, vale decir los autores materiales del mortal ataque. Asimismo, según trascendió, la doble nacionalidad del ex intendente podría desencadenar un conflicto de competencias legales y no se descarta que su traslado al Paraguay, para ser juzgado por las autoridades, podría verse obstaculizado o enlentecido, lo que de hecho generará un serio y grave problema ético y jurídico, habida cuenta que la sociedad paraguaya reclama ansiosamente que el crimen del periodista no quede impune.

De acuerdo a las informaciones que se han difundido en los diarios de Paraguay “Neneco” Acosta fue detenido exactamente en la ciudad de Navirai, en el estado de Mato Grosso do Sul, en territorio brasileño. El procedimiento policial sería el fruto de una paciente labor de investigación y de inteligencia, habiéndose tomado conocimiento en el seno de los comandos policiales afectados a darle arresto, que Vilmar Acosta se encontraba con dificultades económicas, razón por la cual debió  comercializar su ganado, literalmente para poder sobrevivir. En ese marco, las autoridades paraguayas habían recibido la información de que “Neneco” osaba incluso transitar por algunas zonas del departamento de Canindeyú, cruzando con cierto grado de impunidad la frontera, para internarse en el territorio brasileño.

Dado el contexto del  doble crimen, Vilmar Acosta se sabía perseguido por la ley pero también por narcotraficantes de la región, por considerarlo el causante de un verdadero despliegue de fuerzas policiales y militares en su busca, en una muy amplia zona de operaciones ilegales. Los múltiples operativos de las fuerzas del orden de hecho perjudicaron notoriamente las actividades de los narcos de la zona, los cuales buscaban afanosamente al ex intendente, literalmente para eliminarlo, ya que solo así las autoridades dejarían de estar presentes en donde ellos operan diariamente comercializando toneladas de marihuana y de cocaína.

Cabe consignar que en el doble crimen también tomaron participación su hermano Wilson Acosta y su sobrino Flavio, los cuales permanecen prófugos. En cuanto al chofer y secretario de “Neneco”, Arnaldo  Cabrera, el mismo ya fue capturado  tiempo atrás y en la oportunidad este procedimiento habría permitido ratificar que fue Vilmar Acosta, quien ordenó el crimen del periodista, al tiempo de establecerse que lapso antes también habría ordenado la muerte de un candidato a intendente de la zona.

A pocas horas de la captura de Vilmar Acosta se pudo saber además que el ministro del Interior paraguayo, Francisco De Vargas, tras confirmar la noticia habría felicitado a los funcionarios policiales paraguayos destacando su trabajo de inteligencia, labor que permitió a los policías brasileños materializar la captura del ex intendente.

Respecto al detenido, los diarios paraguayos informaron ampliamente que Vilmar Acosta, apodado “Neneco” desde siempre había sido apadrinado por el Partido Colorado al punto de que fiel a ese partido político llegó a ser intendente de una pequeña ciudad ubicada a escasa distancia de la frontera con el Brasil. Precisamente, y seguramente cobijado por políticos de su conocimiento y de su amistad, “Neneco” desarrolló sus actividades de narcotraficante al extremo de transformarse en el hombre fuerte del ámbito narco de la región, donde cultivó, junto a integrantes de su familia y del círculo de allegados un historial de sangre, poder y dinero, siempre apoyado en la venta de droga, en zona paraguaya y en el extranjero.

No hay que olvidar, a juzgar por las informaciones periodísticas a propósito de la captura de Vilmar Acosta, que este sujeto, tras ingresar al ámbito político, luego de ser apoyado por el Movimiento Vanguardia Colorada, liderado en aquel momento por el ex vicepresidente de la República Luis Castiglioni y el caudillo  Javier Zacarías Irúm, se postuló a la intendencia de su distrito: Ypejhú.  Previo a las internas, dos de los hermanos de “Neneco” fueron baleados y muertos atribuyéndose –en filas de los investigadores policiales- que los asesinos habrían sido miembros de la familia Giménez Suárez, conocidos narcotraficantes de la zona fronteriza, con quienes los Acosta Márquez mantenían graves disputas.

Oportunamente el periodista Pablo Medina, como corresponsal de ABC Color, publicó la noticia de la muerte de los hermanos Acosta destacando el altercado entre las dos familias. Esta información y otras que lo señalaban como un narco pesado de la zona,  motivó la ira de Vilmar Acosta, por lo que en no pocas oportunidades llegó a amenazar de muerte a Medina, quien se vio en la obligación de circular con custodia policial, la que le fue retirada en el mes de setiembre del año 2013. Desde ese momento la vida de Pablo Medina estuvo en constante riesgo. En las  primeras horas de la tarde del 16 de octubre del 2014, dos hombres camuflados  de militares emboscaron al periodista en un camino rural y lo asesinaron a balazos, corriendo igual suerte su asistente Antonia Almada, no así una hermana suya que viajaba en la parte trasera del vehículo atacado, la que salvó su vida de milagro alertando a la Policía del mortal ataque desde el lugar de los hechos y  presa de una crisis de nervios.

Vilmar Acosta, entonces, dejó de ser intendente y se transformó en un criminal prófugo de la Justicia. Y ahora, ya en poder de las autoridades se definirán los aspectos legales para concretar o no su extradición. En eso, según trascendió jugará un papel importante su eventual doble nacionalidad.

En tal sentido, el fiscal de Asuntos Internacionales, Juan Emilio Oviedo, dijo a un periodista del diario ABC Color, que la doble nacionalidad de Vilmar Acosta podría ser un inconveniente para ser extraditado al país. Es decir, que se podría trabar su extradición, ya que la misma,  en el Brasil, está prohibida para los connacionales.

El fiscal señaló también que Vilmar Acosta seguirá detenido y que se tiene un plazo de 40 días para presentar los documentos y para que luego la Justicia brasileña decida si será o no extraditado. Agregó el Fiscal que Brasil no tiene un plazo determinado para expedirse sobre el pedido: “puede ser en cinco meses o en seis años”, concluyó.

5 de Marzo de 2015