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santiago1
Recordando a Santiago homenajeamos a todos los periodistas caídos por informar libremente
Por Jorge Figueredo - 22 de abril del 2015
 
El próximo 26 de abril de 2015 –fecha en que festejamos el día del periodista en Paraguay- recordamos 24 años del  asesinato del periodista Santiago Leguizamón (*), en Pedro Juan Caballero, Departamento de Amambay, a manos de sicarios y por encargo de la mafia. 
Una de las hipótesis, hoy en día  más populares (y más certeras), del porque mataron a Santiago, es la que se refiere a que el periodista tenía en su poder una fotografía en la que se veía al General Andrés Rodríguez, Presidente de la República del Paraguay (y considerado por los EEUU como uno de los capos del narcotráfico en Paraguay), en compañía del mafioso padrino de la región de la frontera Fahd Jamil, el famoso jefe narcotraficante colombiano Pablo Escobar Gaviria y un agente de la DEA. Santiago Leguizamón, pocos meses antes de su asesinato, había relatado al  periodista investigador, Vicente Brunetti, que contaba con este material fotográfico y que necesitaba sacarlo al exterior. En varias ocasiones Santiago había intentado reunirse con Brunetti para explicarle detalles de las informaciones que manejaba sobre el narcotráfico, pero esa reunión, varias veces postergadas por diversos motivos, nunca pudo concretarse hasta que sobrevino la muerte de Leguizamón.
Sospechosos de la autoría intelectual del asesinato de Santiago Leguizamón fueron Daniel Alvarez Georges y el sobrino Luis Enrique Georges, miembros del Clan liderado por Fahd Jamil en la década de los 80 y 90, quiénes quedaron impunes por el gran poder económico y político que tenían estos personajes. Es decir, ya en aquel tiempo, la narco política dominaba las instituciones del estado paraguayo hasta llegar a las más altas esferas del poder. 
Conforme al informe de la Sociedad Interamericana de Prensa, el Juez de Pedro Juan Caballero  José Valiente precisó que el clan Jamil tenía nexo con el general Andrés Rodríguez, presidente de Paraguay en la primera parte de la década del 90. Rodríguez era padrino de una de las hijas de Fad Jamil, lo que posibilitó el asesinato de Santiago Leguizamón y su posterior impunidad. Las publicaciones del periodista y su postura contra el narcotráfico, fueron la posible causa de su asesinato.
Pero la historia de la  impunidad, corrupción y el narcotráfico  en el Paraguay  no acaba con la muerte del periodista Santiago Leguizamón. Luego del asesinato de Santiago, el crimen organizado y la mafia han crecido de manera geométrica. Sin embargo, los logros democráticos solo se dieron en forma aritmética. Es decir, mientras el país daba dos pasos dentro del proceso de la llamada transición a la democracia en ese tiempo, retrocedíamos cuatro, en relación a la pobreza y a la ignorancia pero sobre todo en cuanto al crecimiento de la violencia impulsada por la mafia. Ningún gobierno que asumió luego del General Andrés Rodríguez hasta la actualidad combatió realmente al narcotráfico y mucho menos a la mafia.
El asesinato de Santiago Leguizamón, en el día del periodista no fue ninguna casualidad. La mafia dio un mensaje a toda la sociedad, de que cualquier persona que ejerza la función periodística con honestidad, ética, vocación de servicio, y de búsqueda de la verdad y la justicia, sería acallada como Santiago. Cualquier persona sería asesinada por el crimen organizado, si iba más allá de lo rutinario. Si buscaba despertar conciencia sería aniquilado o eliminado.  
Desde el año 1991, hemos tenido 17 periodistas asesinados, pero también han perdido la vida  más de 100 campesinos. Campesinos luchando por una nueva sociedad. Una sociedad donde prevalezcan los valores de justicia, la paz y el amor; sin embargo esos personeros de la mafia que han sido los autores intelectuales o ideólogos de estos asesinatos, a través de sus descendientes o soldados, siguen operando con impunidad. Acrecentando sus fortunas mal habidas. Ocupando cargos institucionales. Infiltrándose en el Estado. Buscando convertir al Estado paraguayo en un Estado-mafia. 
A pesar de los mártires que hemos tenido, Salvador Medina, General Rosa Rodríguez, Yamila Cecilia Cantero, Samuel Román, Alberto “Tito” Palma Godoy, Pablo Medina y tantos otros compatriotas, estamos aún lejos de derrotar a este cáncer de nuestra sociedad: el crimen organizado y la mafia. Debemos empezar por los colegios, las universidades, los barrios. Dictando charlas, conferencias: realizando talleres sobre educación a la cultura de la legalidad, y en particular  con los jóvenes, que son el presente y la esperanza de nuestro país para cambiar realmente la terrible situación en la que nos encontramos.
La juventud es la savia nueva de los pueblos. Si no podemos llegar a los jóvenes, con coraje, amor, y perseverancia, a través de la educación a  la legalidad no podremos  transformar absolutamente nada. Solo por medio del despertar de conciencia de los jóvenes y de toda la sociedad, basada en la información, el espíritu crítico y la cultura, podremos iniciar una verdadera revolución civil, y cultural en el Paraguay, que es el único camino que nos llevará a derrotar definitivamente a la mafia. 
 
Foto de Portada: ABC COLOR. Santiago Leguizamón; arriba, Salvador Medina y Yamila Cecilia Cantero; abajo Samuel Román y Alberto “Tito” Palma Godoy
(*) Era el propietario de ZP 31 Radio Mburucuyá, de Pedro Juan Caballero, departamento de Amambay, en la cual conducía el programa matutino Puertas Abiertas. Cuando murió era corresponsal del diario Noticias y Canal 13, de Asunción, y editor de la revista Mburucuya juntamente con la periodista Zulia Giménez, anteriormente fue corresponsal de los diarios capitalinos ABC Color, Hoy y Última Hora. En los 16 años en que ejerció el periodismo, Leguizamón llegó a ser la voz de los sin voz de la frontera con Brasil, en Pedro Juan Caballero. Pedro Juan Caballero es una Ciudad que siempre sufrió los problemas del narcotráfico y de una inmensa corrupción.
Fuente: http://antimafiadosmilparaguay.com/santiago-leguizamon-24-anos-despues-de-su-asesinato/