20 Enero 2015
No son solo los partidos políticos y poderes del Estado los que están usurpados por personas ligadas al narcotráfico. El escándalo del robo de cocaína que fue incautada a dos concejales de Amambay demuestra que también los policías están implicados en el tráfico de drogas en el territorio nacional.
ASUNCIÓN.- Hace mucho tiempo que el narcotráfico ha tomado las riendas del poder en el país y en la región aunque recién ahora la gente empezó a animarse a denunciar a los sospechosos de traficar con la salud y sueños de la población. Pero lo cierto es que esta mafia ha horadado los cimientos de la República y ha vuelto a una gran parte de la sociedad en cómplice y encubridor de los narcos. Así se habla de narcopolítica, narcoganado, narcopolicía, narcojueces, narcofiscales y todo lo que uno pueda imaginar porque en todos esos sectores ocupan puestos personas afines a los narcos y dispuestos a beneficiarlos en todo.
Repetimos, esto no es nuevo y es mucho más intenso en el interior del país, en donde quien más, quien menos, tiene un vecino, amigo o pariente ligado al narcotráfico y en casi todos los pueblos hay alguna autoridad cuya verdadera actividad es el tráfico de drogas. Pero sí es la primera vez que se habla abiertamente del tema ya que antes la sola mención del nombre de algún narcotraficante hacía que la vida del denunciante corriera peligro. En realidad esto no habrá cambiado mucho pero pareciera que los organismos responsables del combate al narcotráfico se pusieron las pilas y ahora el combate contra el flagelo aparenta más efectivo.
Días atrás se incautaron 254 kilos de pasta base de cocaína de un camión que estaba protegido por dos concejales de Amambay, José María Bogado Martínez (ANR) y César Quevedo Isnardi (PLRA), la cual desapareció posteriormente y habría sido devuelta a los narcos por policías que intervinieron en el operativo y que evidentemente son cómplices de los delincuentes. Narcopolicías es el nombre que dan algunos legisladores a quienes son sospechosos del hecho.
Pero la base de todo esto es la narcopolítica. Ella es la que hace que narcos reconocidos se conviertan en autoridad y ocupen cargos electivos desde los cuales blanquean su actividad y sus ingresos.
Ese es el enemigo principal de la sociedad honesta de este país, la narcopolítica. Todo lo demás es consecuencia de ella.