NARCOS PROTEGIDOS

ASUNCIÓN.- Prometieron que iniciarían las investigaciones y harían las primeras imputaciones a los diputados acusados de tener vínculos con el narcotráfico, apenas terminada la feria judicial. Pero pasaron 15 días de febrero y la Fiscalía parece seguir de vacaciones. Nadie investiga nada y los narcopolíticos siguen disfrutando de la fresca viruta.

Freddy D’Ecclessis, Bernardo Villalba y Marcial Lezcano son los tres diputados colorados que fueron señalados por la Senad y denunciados por el Senado por su vinculación con el narcotráfico.

En octubre del año pasado ya el fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, informó a los medios que dio instrucciones al adjunto de la Unidad Especializada Antinarcóticos, Marco Alcaraz, para que inicie todo el proceso investigativo basado en la denuncia presentada por el Senado ante el Ministerio Público. Aseguró entonces que los primeros en ser llamados a declarar serían los senadores Robert Acevedo y Mario Abdo Benítez, quienes habían dicho que tenían datos que vinculaban a renombrados políticos, senadores y diputados con la mafia del narcotráfico.

Hasta hoy no se ha llamado a nadie y la Fiscalía pareciera haber archivado las carpetas presentadas por el Senado puesto que no se ha emprendido ninguna acción investigativa sobre el tema. Nadie entiende qué es lo que pasa, pero del entusiasmo inicial manifestado en la cumbre de poderes realizada el año pasado, luego del asesinato del periodista Pablo Medina y Antonia Almada, en donde todos los presidentes de los poderes del Estado y el fiscal general se comprometieron públicamente en emprender una efectiva lucha contra el narcotráfico y sus tentáculos en la política nacional.

Pero cada vez es más intensa la sensación de que, nuevamente, no va a pasar nada y todo fue un bluf para lucirse ante los medios de comunicación. En realidad, la incursión del narcotráfico en la política no es nada nuevo ya que, fundamentalmente en el interior, se hizo costumbre que los narcos se postulen a cargos electivos a fin de blanquear sus ingresos, producto de su actividad delictiva. No es que el intendente se hizo narco, sino que el narco se hizo intendente para conseguir respaldo político para seguir delinquiendo.

Pero bueno, esto lo sabemos todos. Nadie está inventando la rueda. Lo cierto es que nos dio la sensación de que podrían empezar a cambiar las cosas cuando en una sesión del Senado se dieron públicamente los nombres de los narcopolíticos incrustados en la Cámara de Diputados. Y volvimos a decepcionarnos cuando nos dimos cuenta de que, nuevamente, todo quedará en la denuncia y en el show mediático. Ojalá nos equivoquemos y esta semana la Fiscalía haga algún movimiento. Después ya será tarde, otra vez.