Esta vez el Cielo quiso que fuera yo quien acompañara a Giorgio a Buenos Aires, lo que motivó el recibir un regalo inmenso, sorprendente por lo inesperado, pero con la conciencia de lo que ello significa. De modo que en una mañana cálida y primaveral emprendimos viaje desde Montevideo con el objetivo de dos importantes misiones: la reunión intima con los Hermanos del Arca de Buenos Aires, que Giorgio tendría esa misma noche, y el Seminario, esta vez público, que ofrecería en la localidad de BERAZATEGUI; ubicada en la Provincia de Buenos Aires, distante unos 30 kilómetros de Capital Federal. Luego de un viaje breve y placentero nos encontramos con Alberto, que con su habitual sonrisa y disponibilidad, estaba aguardándonos para trasladarnos al Hotel Bauen, sede de Giorgio en la vecina orilla, donde se dispuso a descansar un rato, hasta la hora en que iríamos al lugar que el Arca utiliza para sus reuniones y eventos. Ya llegada la nochecita se hicieron presentes en el Hotel hermanos de Capital, así como Raúl Bagatello, Juan Alberto Rambaldo, Inés Lépori, Carmen de Huertos y Jorge de Villa María. Todos confundiéndose en saludos y abrazos y felices de saber que van a vivir, una vez más, jornadas de Amor y Sabiduría junto a nuestro amado Giorgio. Una vez juntos partimos acomodándonos en diferentes vehículos hacia el lugar de la reunión, donde expectantes, aguardaban los demás integrantes del Arca, cantidad que sorprendió a Giorgio que con alegría y satisfacción comprobó que cada vez son más las almas que despiertan, también en lugares tan inmersos en la materia como esta gran ciudad que, sin embargo, tiene en sus gentes sencillas, una espiritualidad enorme. Comenzada formalmente la reunión, aquietadas las personas, que esperaban en silencio sus palabras: Giorgio les dijo: “¡Hola!, hagan de cuenta que continuamos la reunión de la semana pasada, estoy aquí de nuevo, como siempre a su disposición, para hablar de espiritualidad, para que me hagan las preguntas que deseen... Cada vez los tiempos son más cortos. Nos queda poco tiempo para despertar... debemos tomar conciencia que nuestro camino es EL, EL CRISTO, que tenemos que tener CONCIENCIA de que en este poco tiempo nuestras acciones deben ser las correctas, nosotros conocemos LA VERDAD, tenemos ese privilegio, pero como contrapartida también una gran responsabilidad, nuestra falta será el doble si no honramos esta VERDAD con nuestras acciones. Cada uno de nosotros en nuestra vida cotidiana, en nuestros trabajos, con nuestras familias, con los demás, que nos rodean, debemos esforzarnos por luchar a favor de la VIDA, para que esas acciones, sumadas en millones, generen un hálito de armonía en este planeta enfermo...” “EL CRISTO pronto vendrá a juzgar nuestras acciones, va a hacerlo con los que estamos encarnados, pero también lo hará con los desencarnados, con los que habitan la Luz, y también, con los que viven en las tinieblas... Con todos lo hará y en esa sintonía de Amor y Justicia es que debemos esperarlo...” Como reacción espontánea estas palabras generaron interesantes preguntas que, con las consecuentes respuestas de Giorgio, contribuyeron a ampliar nuestra enseñanza, dejando de manifiesto, una vez más, que cada segundo, minuto y horas compartidas con El son un manantial interminable de gnosis para nuestro espíritu y una fiesta para el alma. El alimento espiritual era desbordante, pero como aún somos materia, el apetito empezó a pronunciarse y fue grato compartir juntos, ricas comidas preparadas entre todos con mucho amor. El siguiente encuentro sería al otro día y con esa ilusión, nos dispusimos a irnos a descansar, Giorgio a su hotel y yo a la casa de Silvia Camelli, una querida hermana del Arca, que con mucho amor, me hospedó en su cálida casa brindándome mucho cariño. Al día siguiente, nuevamente el encuentro fue en el Hotel donde esperamos que Giorgio se repusiera de una sangración matutina y junto a El algo cansado, pero lleno de disponibilidad, como siempre, emprendimos viaje hacia BERAZATEGUI, exactamente al Salón ABRUZZECE, lugar de encuentro de la colectividad italiana de la zona. En este cálido lugar el Sr. Ricardo Sismonde organizó el Seminario que comenzaría a las 15 horas, donde una abundante concurrencia poco a poco fue ingresando a la sala. La presentación, esta vez, fue nuevamente “LA PROFECÍA” aunque siempre renovada, no solamente desde las proyecciones visuales, sino, fundamentalmente por el discurso de Giorgio, también esta vez por las presentaciones de Raúl Bagatello y de Juan Alberto Rambaldo, que con sus ponencias, jerarquizaron aún más la conferencia. En una conjunción de palabras e imágenes, Giorgio nos fue enseñando las características de cada eslabón de la cadena que nos muestra la presencia del CRISTO, las Imágenes Sagradas que lloran sangre, las manifestaciones de objetos extraterrestres en los cielos, filmados cada vez con más frecuencia, los enojos de la Madre Tierra manifestados en cataclismos, cada vez mayores, las personas que a semejanza de Giorgio portan en sus cuerpos las heridas de CRISTO en la cruz, la certeza de que pronto, muy pronto ellos se harán visibles ante todos y que en esta tierra será el nacimiento de la nueva era. Giorgio no se despidió sin recordar y homenajear con un exquisito video a su padre Espiritual Eugenio Siragusa, recientemente fallecido, el cual desde la casa del Padre, lo acompaña con una PRESENCIA ESPIRITUAL que le redobla la energía. Una vez más, como siempre sucede, la magia invadió el lugar... EL VERBO se hizo carne, y las vibraciones más altas nos envolvieron a todos y con un aplauso enorme y sentido se despidió de todos... por unos momentos nada más porque como siempre lo hace con esa humildad que lo caracteriza al poco rato se entreveró entre el público, saludándonos uno por uno, dialogando con el que lo quisiera. Luego el Sr. Ricardo nos ofreció un ágape demostrándonos, nuevamente, su gran disponibilidad a la obra. De esta manera terminaron las actividades dejándonos como siempre a los que somos testigos de esta gran Causa el enorme sentimiento de agradecimiento al Cielo y a Giorgio por permitirnos compartirlas.

Alicia Becerra
Octubre 2 del 2006

Buenos Aires, Argentina