16 DE SETIEMBRE

Llegó el día del homenaje a Eugenio, muchas personas le nombramos papá Eugenio y es debido a que al conocerle nos dio una nueva vida, nos dio la razón de vivir. Esperamos con ansiedad esta conferencia desde que supimos que Eugenio dejó su cuerpo físico y Giorgio decidió rendirle su homenaje. La sala del Ateneo se ha llenado y cuando Giorgio comienza a hablar su voz se quiebra y sé que sus ojos se llenan de lágrimas y no puedo evitar las mías y es que se agolpan recuerdos... Sé cuanto quiere a su padre espiritual y está conmovido por sentirlo tan a su lado. Los sentimientos de Giorgio son muy fuertes, ha compartido gran parte de su vida con Eugenio, conociéndolo, ayudándolo, aprendiendo, compartiendo su parte humana y su profunda espiritualidad. Se estaba preparando para hacer su propio camino. Tengo el privilegio de ser testigo de la gran obra del Cielo, primero conocer a Eugenio, que cambió mi vida y la de mi familia, sus conocimientos, sus enseñanzas, luego conocer a Giorgio, su hijo predilecto con su fortaleza y su grandeza, necesarias para llevar las heridas del Cristo. Han pasado muchos años, hemos vivido momentos de desbordada emoción al conocerles, vivimos dificultades humanas que nos unen y nos dividen, entendiendo muchas veces y otras no entendiendo pero lo grandioso del Plan Divino es que va mas allá de nuestras miserias humanas, permanece y se desarrolla, dándonos una lágrima y una sonrisa para que podamos permanecer en la obra. Todo es intenso, conocer a Eugenio, conocer a Giorgio. Muchos ya no les acompañan, pero estuvieron en el momento justo en que fueron necesarios, compartimos momentos hermosísimos que guardo como tesoro en mi corazón y la vida... sigue. Se acercan personas nuevas y es emocionante conocerles, ellas le dan a Giorgio el Amor que necesita para seguir en su duro caminar, le hacen saber que su obra aún es necesaria, con sus presencias le renuevan las fuerzas y le alientan. Creo que no llegamos a darnos real cuenta del alcance de la siembra de Eugenio y menos aún de las dimensiones que alcanza la obra de Giorgio, como citó una vez Eugenio: “el tiempo es el más gentil de todos los hombres y nos dará la respuesta”. El Cielo si lo sabe. Giorgio en su conferencia homenaje me ha llevado a todo esto, ha traído al presente recuerdos, emociones, lágrimas, sentimientos y la felicidad de acompañarle. Las personas que estuvieron en el Ateneo, se conmovieron también por eso aplaudieron largamente varias veces. Todos salieron sabiendo de los duros momentos que viviremos y la esperanza de la llegada del Cristo, viene siempre a escucharle y todo esto se lo debemos a Eugenio en un principio y a Giorgio ahora, solo puedo decir infinitas gracias por tanto sacrificio.

Anubis Gómez
17 de setiembre de 2006. Montevideo, Uruguay.