La mujer, que había llegado al lugar para hacer un trabajo documental de todo el museo, registró el hecho con su cámara filmadora, y ahora por internet se hallan publicadas algunas imágenes de este suceso.
Ante el fenómeno, comentó a la encargada lo que había descubierto y ésta rápidamente dio aviso a la comisión que custodia esas reliquias.
Al respecto, Carlos Torrente, secretario de la Comisión de Investigación Histórica del museo, dijo a El Ancasti que “con una cámara digital o un celular se pueden captar las llagas y la sangre”.
Ante la noticia, un nutrido grupo de vecinos se agolpó en el lugar para rezarle a la imagen. Muchos de ellos salen llorando. Y otros se descompensan ante el impacto que provoca presenciar el inusual hecho.
En los últimos días el museo permaneció abierto hasta altas horas de la madrugada para que la gente que tiene fe pueda rezar allí, pero por una cuestión de precaución no se permite encender velas.
Por otra parte, Torrente aseguró que se dio conocimiento, en primer lugar, al párroco Pablo Batallán, quien no le habría dado demasiada importancia al tema. Y también se puso en conocimiento a las autoridades del Obispado de Catamarca, quienes pidieron que “lo tomemos como un mensaje para toda la comunidad”, señaló el secretario de la Comisión.  
La estructura de bronce del Cristo es de aproximadamente 60 centímetros de largo, y según los testigos se pueden divisar perfectamente cada una de las heridas, las llagas y la sangre que le corre, tal cual lo grafica la Biblia.
La mujer que tomó las imágenes las puso a disposición de la Comisión de Investigación Histórica para que sean, a su vez, publicadas en la página del diario digital lavozbelicha.com.ar.

POR INTERNET
Las imágenes completas del video que la turista realizó y en las que se da cuenta de la sangre que brota del Cristo, se podrían observar en la página de internet: www.lavozbelicha.com.ar, gracias a la gentileza de la mujer.